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Desde el pasado 25 de agosto, la historia no autorizada sobre los Char está en las librerías del país. /Foto: Tatiana Velásquez.

“Poner la mirada sobre sus sombras y luces es lo que ayuda a entenderlos mejor”: Laura Ardila sobre los Char

Después de sortear un intento de silenciamiento, La Costa Nostra se convirtió en uno de los libros más vendidos del último mes en Colombia. Además de contar la historia del clan político de Barranquilla, narra el rastro del paramilitarismo y el narcotráfico que antecede la hegemonía charista.

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Después de una gira por siete ciudades de Colombia, la reportera Laura Ardila Arrieta presentará este 30 de septiembre La Costa Nostra en Barranquilla, corazón del imperio construido por una familia que hasta hace unos meses parecía intocable: los Char.

“La historia no autorizada del clan político más poderoso de Colombia” está por completar un mes entre los libros de no ficción más vendidos, tras agotar una primera edición de 10.000 ejemplares en dos semanas.

La Costa Nostra, publicada por Editorial Rey Naranjo después de ser cancelada a última hora por Planeta Colombia, narra la metamorfosis de una familia de inmigrantes siriolibaneses que llegó al viejo Bolívar Grande buscando un mejor futuro para los suyos y casi un siglo después es un poderoso clan político, con músculo económico propio, que apela a prácticas cuestionables para expandir su poder. 

Sobre cómo un grupo político que enarbolaba banderas de cambio mutó en una de las maquinarias electorales mejor aceitadas de Colombia, capaz de sellar alianzas políticas de todo tipo, idear un sofisticado entramado de contratación pública, incidir en las agendas de los medios de comunicación nacionales y soñar con la Casa de Nariño va esta entrevista.

Laura Ardila Arrieta.

La Contratopedia Caribe (LCC).  En la introducción de La Costa Nostra cuenta que es una historia de casi 100 años y una obsesión periodística de ocho, porque especialmente la movió la certeza de que más allá de Bogotá, en las regiones, se dan movidas extraoficiales que definen “tanto o más lo que pasa en el país”.  ¿Cómo es eso?

Laura Ardila Arrieta (LAA). En Colombia hemos tenido un ejercicio del poder absolutamente centralizado. En el mismo sentido en que ha funcionado la forma de Gobierno, ha funcionado el ejercicio del periodismo. Eso ha hecho que muchísimos fenómenos en nuestras periferias no se hayan anticipado. 

El ejercicio de contar la historia de los Char y de hacer un cubrimiento al poder, desde la periferia, ayuda a anticipar esos fenómenos de alguna manera. Por citar sólo un caso del libro, está el tema de Aida Melano. Esa alianza con los Char, que es tan clave en la historia de este clan, fue contada en un trabajo de reportería que se hizo desde 2017, en un capítulo regional de La Silla Vacía llamado La Silla Caribe.

Esa historia es como la ratificación de que en Colombia los periodistas que cubrimos el poder, muchas veces, solemos concentrarnos en las movidas que se dan en Bogotá, cuando en nuestras regiones se están dando circunstancias que pueden llegar a determinar más el poder que, incluso, las mismas movidas de Bogotá.

LCC. Justamente, con ese impulso de entender cómo funciona este poder regional, el libro cuenta desde los orígenes hasta el presente del clan Char. Es particularmente llamativo leer que Fuad Char incursionó en la política electoral, en 1990, enarbolando las banderas contra el clientelismo y los viejos vicios de la política. 

LAA. Esta es una parte del libro que sirve para entender la política en Colombia más allá de los Char. El libro, siento, ayuda a entender un poco ese proceso de los grupos que llegan enarbolando las banderas de cambio y terminan pareciéndose a los que criticaban, que es una de las tragedias de la política en Colombia. 

Fuad Char llega a la política en el año 84 como gobernador designado por el presidente Belisario Betancourt. En ese momento es apoyado por varios caciques de la región, quienes en últimas eran los que influenciaban esas designaciones del Gobierno Nacional. El principal cacique de la época en el Atlántico era el viejo José Name Terán, lo llamaban así, uno de los símbolos clásicos del clientelismo. 

Fuad Char llega con apoyo de Name a la Gobernación del Atlántico, pero muy pronto tienen una pelea por burocracia y es una pelea muy clave porque muestra el talante que ya tenía el empresario Char y su intención clara de seguir jugando en la política.  

En el año 90, cuando se lanza a la carrera electoral, llega ondeando las banderas del cambio y proponiendo una forma política distinta a la de Name Terán y de otros caciques liberales de la época, como Juan Slebi. De hecho, el triunfo de Fuad Char en ese momento al Senado es considerado como un triunfo de opinión.

LCC. Los años pasan, Fuad Char se convierte en cacique y se consolida como uno de los hombres clave de la política nacional, pero sin duda el gran momento de su grupo empezó con la llegada de su hijo Alejandro a la Alcaldía de Barranquilla. El libro le cuenta al país cómo antes de que los Char manejaran ininterrumpidamente el Distrito (llevan 16 años y van por cuatro más), su miembro más reconocido y carismático comenzó siendo un actor irrelevante de la política local. 

LAA. Sí, en sus inicios en la política, Alex Char era mucho más parecido a su padre Fuad Char. Un hombre bastante discreto, al que no le gusta hablar en público, casi que a veces pasa por antipático.

Alex Char tenía ese mismo carácter silencioso, tímido. Era un hombre que en ese momento no usaba la gorra, que después se convirtió en su sello. Incluso, físicamente, era un poquito más grueso. 

Su única credencial para llegar a la política era ser hijo de su padre. Tiene un paso por el Concejo bastante gris. De hecho, renuncia. Casi nunca asistía a las sesiones, le decían el mudo.

Luego se transformó para ser más parecido al carácter de la madre, Adelita de Char, que también es otra parte de la historia bien interesante porque era ella en los comienzos de Fuad Char la dueña del carisma y la popularidad. 

La transformación de Alex Char comienza con su primera Alcaldía en 2008. 

LCC. Siguiendo con esos años previos a la hegemonía Char, la izquierda gobernó en Barranquilla a través del Movimiento Ciudadano, liderado por el dos veces alcalde Bernardo Hoyos. La segunda administración de Hoyos y los cuatro años de su sucesor Guillermo Hoenigsberg fueron un período sombrío, tanto por la influencia paramilitar en el gobierno local como por la mala administración pública. Hablemos de esos años.

LAA. La historia política reciente en Barranquilla está dividida, como muchos saben, en la era Char, que va a cumplir 16 años, y en una década larga de gobierno de este personaje que fue tan nacionalmente famoso, Bernardo el Cura Hoyos. 

Bernardo Hoyos llega al gobierno en Barranquilla, por primera vez, de la mano de Fuad Char y la Alianza Democrática M-19, pero ellos muy pronto pelean y el Cura sigue su carrera solo. Y sigue con una fuerza popular tan grande que le dio para poner varios alcaldes en Barranquilla, con los que también terminó peleando.

Durante esa época ocurre uno de los capítulos más oscuros de la historia política de Barranquilla: son los años en los que el paramilitarismo y el narcotráfico lograron permear la contratación, puntualmente, durante el gobierno de Guillermo Hoenigsberg.

Según testimonios públicos de los paramilitares a la justicia e, incluso, un testimonio que sale en el libro, Hoegnisberg llegó aparentemente con financiación paramilitar a la Alcaldía. 

Esa parte de la historia conecta con un poder que llega a lo público con el Cura y luego se legitima y adquiere todo su brillo con Alex Char: los hermanos Daes

LCC. Y a propósito del poder que comenzaron a tener desde los años del Cura Hoyos los hermanos Daes en el manejo de lo público, ¿qué papel jugó en la segunda administración de Hoyos uno de ellos: José Manuel ‘Yuyo’ Daes?

LAA. Sí, esa parte del libro ayuda a poner bastantes luces sobre unas versiones que se venían manejando en Barranquilla. El mismo Bernardo Hoyos había dicho públicamente que durante su segunda administración había un poder que mandaba desde la Cárcel Modelo, pero no había dado el nombre.

Él me concedió una entrevista para el libro y ahí detalla, pero también lo hacen otros personajes de la época, cómo ese poder a la sombra era José Manuel ‘Yuyo’ Daes

Según la misma versión del Cura, desde la cárcel, en donde estuvo detenido por un proceso por narcotráfico que posteriormente le fue cerrado, Daes hablaba con varios secretarios de Gobierno y fue determinante para la puesta en marcha de las concesiones que durante esa época dejaron quebrada a la ciudad.

Es decir, el Yuyo Daes aparece como protagonista del desastre de la quiebra de Barranquilla, y luego es reivindicado por los Char.

Por esa época del Cura, de hecho, José Manuel Daes y su hermano se ganaron su primera concesión en Barranquilla. Por eso digo que los Daes son un suprapoder, que ha demostrado permanecer más allá de los políticos.

LCC. Édgar Fierro, alias Don Antonio y el hombre enviado por el exjefe paramilitar Jorge 40 para controlar Barranquilla y Soledad, incluida su administración pública a inicios de los años 2000, le mencionó un hecho que hasta ahora no había salido a flote e involucra a los Daes en una reunión en la empresa Tecnoglass. ¿Qué dijo Don Antonio? 

LAA. Ahí lo que señala el libro es un testimonio de Édgar Fierro, llamado en aquel momento alias Don Antonio, y uno de los jefes paramilitares de una época puntual en Barranquilla. Ponerle luz a esa parte de la historia es algo que el libro intenta hacer.

Dentro de esa llegada de alias Don Antonio a Barranquilla, él mismo relata cómo, según su versión, entre las personas que conoció y a las que identificó como amigas de la organización paramilitar, y abro comillas porque son palabras suyas, estuvieron los hermanos Daes, hoy grandes contratistas de la ciudad.

LCC. De esa época que antecedió a la hegemonía Char los únicos que lograron reconfigurar su imagen y convertirse en grandes benefactores son los Daes. En La Costa Nostra hay varias evidencias de ello. Hablemos de eso. 

LAA. Sí, en el libro se detalla esa transformación que, en términos de poder, es bien interesante: cómo pasan de estar a la sombra durante los años del Cura a convertirse en celebrados contratistas. 

Desde que comenzó la era Char en 2008, no sólo han logrado hacerse con la mayor cantidad de contratos, tanto en número como en monto, sino también han logrado popularizar su imagen. Algo que no es tan usual porque los contratistas no suelen ser personajes tan públicos. 

Ellos, en cambio, han logrado a través de su llamativa dadivosidad en la ciudad establecer esta imagen de empresarios exitosos, aplaudidos y muy generosos, con estrechas relaciones con la prensa que los celebra y también es objeto de su dadivosidad. 

Y esa relación implica que los periodistas casi nunca o nunca les pregunten por ese pasado cuestionado, no sólo por sus procesos de narcotráfico, sino también por su poder a la sombra durante los años del Cura, que es muy importante porque fue la época, repito, en la que la ciudad quedó quebrada.

Si bien los hermanos Daes tuvieron unos procesos por narcotráfico en Estados Unidos que les fueron cerrados, no es claro, al menos en términos de reportería, saber por qué. Es decir, no les fueron cerrados porque haya habido una absolución ni tampoco una condena. Según fuentes expertas en cómo funciona el sistema penal gringo, eso suele ocurrir cuando hay una colaboración con la justicia.

LCC. El inicio del periodo Char tuvo entre sus elementos clave, según narra en el capítulo cuatro del libro, la reorganización de las finanzas en cabeza de un perfil técnico como Elsa Noguera y la confianza de la Nación vía Ana Lucía Villa, entonces jefa de la Dirección de Apoyo Fiscal en el Ministerio de Hacienda. ¿En qué consistió la labor de ambas funcionarias?

LAA. Estas dos funcionarias evidencian la complejidad que tiene el grupo Char y es esta mezcla entre gestión pública, de cierta manera destacable, y todas estas conocidas movidas, al menos cuestionables o antiéticas, de compra de votos y clientelistas.

Elsa Noguera viene de Fundesarrollo, que es uno de los tanques de pensamiento de Barranquilla. Llega con la credencial de tener unos lazos familiares con Fuad Char y como experta para ordenar las finanzas. 

Lo que la reportería arrojó es que, al tiempo que Noguera hace su labor a nivel local, el gobierno Char estrecha lazos con Ana Lucía Villa, que es esta funcionaria del Gobierno Nacional a la que le llaman la dama de hierro por ser una mujer muy fuerte, que no le deja pasar una a ningún mandatario local en términos de finanzas públicas. 

Ella se convierte en una suerte de asesora del gobierno de Alex Char, vínculo que se da en medio de la buena relación que tienen Char y el entonces presidente Álvaro Uribe, que lo abraza y lo apoya todo el tiempo como mandatario.

Ana Lucía Villa es quien recomienda al funcionario Fidel Castaño para hacerse cargo del cobro de los tributos en Barranquilla. 

LCC. Un hecho muy diciente de cómo la palabra de Ana Lucía Villa se convirtió casi que en voz sagrada con las finanzas de Barranquilla tiene que ver con un encuentro donde participan ella, el exalcalde Alejandro Char y el entonces director de El Heraldo Marco Schwartz. ¿Cómo fue ese episodio?

LAA. El episodio, que invitaría a la gente a leerlo en el libro, al final demuestra la capacidad de ella de influenciar un titular de El Heraldo, que terminó sirviéndole al entonces alcalde para legitimar el monto del presupuesto que él quería que el Concejo le aprobara. 

LCC. Otro elemento clave para la consolidación del charismo fue la buena prensa, con Mauricio Vargas como punta de lanza. Menciona el efecto espejo para lograrlo, ¿eso cómo fue? 

LAA. El libro cuenta cómo uno de los factores principales para entender la popularidad de los Char, que mezcla la buena gestión con las prácticas clientelistas, las relaciones con el mundo criminal y la popularidad alcanzada con el Junior, es la buena prensa.

No sólo en términos de pauta por los altos montos entregados para mantener la narrativa del milagro barranquillero, sino también por la figura del columnista y relacionista público Mauricio Vargas, que ha sido la punta de lanza de esa buena relación con la prensa.

En el libro se relata cómo, desde los inicios de la era Char, él fue asesor, a veces de manera formal, a veces de manera más informal, porque él tiene una relación de amistad con Alex Char.

Por sugerencia de Mauricio Vargas, la Alcaldía de Barranquilla emplea la estrategia que los publicistas llaman efecto espejo. Consiste en que si a ti no te validan en tu propia casa, debes buscar un validador afuera.

Por eso el tema del discurso y la narrativa del milagro barranquillero se da inicialmente en Bogotá. Cuando Alex Char aún no cumplía ni siquiera su primer año de gobierno, ya en Bogotá medios nacionales estaban hablando de que en Barranquilla estaba ocurriendo un milagro. Entonces es cuando la prensa local comienza a copiar la misma narrativa.

LCC. Y les funcionó tanto que empezaron a tener figuración nacional, aunque esos medios no vieron una relación que luego sería definitiva en el crecimiento charista: la alianza con el exvicepresidente Germán Vargas Lleras.

LAA. Germán Vargas Lleras es una figura sin la cual es imposible entender lo que ha pasado con los Char durante los últimos años. Es a partir de esta sociedad electoral, que se establece entre Fuad Char y Germán Vargas, que los Char toman una decisión tan clave como expandirse por la región Caribe. 

En términos políticos, el feudo de los Char siempre estuvo en Atlántico, pero a partir de 2015 es cuando empiezan lo que he llamado la colonización Caribe. En ese año de elecciones locales comienzan a buscar alianzas con personajes de todo tipo, la mayoría cuestionados. Ahí entran, por ejemplo, Oneida Pinto, de La Guajira, o los Cotes del Magdalena. 

Tenían una doble intención: no sólo engordar sus posteriores aspiraciones de una bancada fuerte para las elecciones a Congreso, sino también poner los primeros cimientos del proyecto presidencial de Germán Vargas para 2018.

Cuando llega en 2014 a la Vicepresidencia de la República, Germán Vargas es el personaje de la élite del poder nacional que les pone la gasolina, que los ayuda a convertirse en el grupo regional más poderoso de Colombia. Un solo ejemplo de esa gasolina es que terminan poniendo las cabezas de los ministerios de Vivienda y Transporte, durante el segundo gobierno de Juan Manuel Santos. 

LCC. Hablemos cómo esa colonización charista en el Caribe se dio con un crisol de políticos cuestionados, pero aún así aquellas alianzas, incluso con estructuras con nexos ilegales, no les pasaron cuentas de cobro a los Char en aquel momento.

LAA. Sí, ese teflón es como la evidencia de lo intocable que fue ese grupo en términos de imagen, de cómo nada de lo que ocurría en esa época con sus alianzas los golpeaba. 

Uno de los asuntos que fue escándalo nacional en ese momento fue el aval a Oneida Pinto. Había muchísimas versiones de prensa y el mismo Carlos Fernando Galán, que era el director de Cambio Radical, advertía de la inconveniencia de avalarla a la Gobernación de La Guajira, porque venía apoyada por el exgobernador (después condenado por homicidio) Kiko Gómez. Sin embargo, Arturo Char viaja a Riohacha a entregarle el aval. 

Y no pasan ni seis meses de su gobierno cuando Oneida Pinto es tumbada por el Consejo de Estado por estar inhabilitada, pero además termina con varias investigaciones. La prueba de su alianza con Kiko Gómez es que antes de irse de la Gobernación le entregó la Secretaría de Infraestructura a una ficha del kikismo. 

Nada de eso había rayado ese gran teflón de los Char. Sólo es hasta Aida Merlano que empieza la exposición nacional, como detalla el libro.

LCC. Antes de hablar de esa exposición nacional por cuenta de Aida Merlano, hablemos de los ruidos que en Barranquilla ya existían por el entramado de contratación charista que le ha permitido a ese grupo la  construcción de megaobras. ¿Cómo funciona ese sistema de contratación? 

LAA. Los Char lograron establecer un entramado de contratación muy único en Colombia, que tiene una alta eficiencia, pues son obras que se hacen bajo unos parámetros de exigencia en términos técnicos, pero cuyas condiciones permiten que plata de cualquier origen pueda correr. 

Durante el segundo periodo de Alex Char, las obras más millonarias de Barranquilla quedaron en las manos de cuatro contratistas que tienen estrechas relaciones sociales, políticas o comerciales con los Char. Además, la interventoría la hizo una empresa mixta, entre cuyos socios está la familia Char. 

Ese entramado pega con el escándalo de Aida Melano. Cuando ella empieza a denunciar el supuesto robo de plata de los contratos públicos para financiar campañas políticas, menciona unos nombres que justo aparecen como grandes concentradores de la contratación de Barranquilla.

LCC. Y ahora por cuenta de la investigación de la Corte Suprema de Justicia a Arturo Char vuelven a ser noticia algunos de esos contratos porque de ellos, posiblemente, salió la plata para la compra y venta de votos para las legislativas de 2018. ¿Por qué Aida Merlano es una pieza clave para entender el caso Arturo Char?

LAA. En 2017 los Char empiezan a concretar un entramado electoral para llegar fortalecidos al Congreso. El entramado electoral consistió en aliarse con unos grupos políticos, no necesariamente de su partido ni de su maquinaria, para garantizarle votos a Arturo Char al Senado.

Armaron una cantidad de alianzas, todas por debajo de la mesa porque por pertenecer a partidos distintos podían incurrir en doble militancia. Entre esas alianzas se selló una con Aida Melano, que era representante a la Cámara y decide subir al Senado en medio del retiro del senador Roberto Gerlein. 

La casa Gerlein termina dividida por cuenta de esa movida y es ahí donde los Char entran a pescar. Sellan una alianza con Merlano, que como cuenta el libro se da en una reunión convocada por Arturo Char. Justo después de esa alianza se activa una compra masiva de votos, que la justicia pudo probar en el fallo en contra de Aida Merlano.

LCC. ¿Cómo fue hablar con Aida Merlano? Que ella le hablara para el libro fue clave porque le entregó elementos que ayudaron a entender mejor varios episodios recientes de los Char.

LAA. Ella ha dado muchísimas entrevistas a medios y ha hablado con la justicia. Hice el ejercicio de conversar con ella durante muchos días y muchas horas por día, no para reproducir lo que ella dijera, sino para tratar de encontrarle sentido y contexto a sus afirmaciones. 

En ese sentido en el libro digo que hay unas afirmaciones de ella que guardan lógica con la realidad y otras que son un poquito más complejas de hilar o entender.

LCC. El libro también humaniza a estos personajes públicos. Hablemos de esa intención narrativa de La Costa Nostra.

LAA. Siento que en el periodismo y sobre todo en el cubrimiento del poder, tendemos a volvernos un poco maniqueos, es decir, a dividir el mundo entre buenos y malos, como si los malos estuvieran en un lado y los buenos en otro. Y resulta que los poderosos, como el resto de mortales,  tienen sombras, pero también luces. 

Me parece que poner la mirada sobre sus sombras y luces es lo que ayuda a entenderlos mejor. Fue lo que quise hacer con este libro, que no se trata de un expediente judicial, de una rendición de cuentas ni de una denuncia. 

La intención del libro es ayudar a entender cómo nace un poder en Colombia con banderas de cambio, que hace una transición a prácticas cuestionadas o al menos antiéticas, y termina expuesto a partir de la relación con una mujer condenada por compra de votos, como Aida Merlano.

En medio de todo ese relato, tuve toda la intención de contar cómo eran ellos en su humanidad, pero anoto también que parte de las dificultades para cubrir este poder es no tener suficiente acceso.

El unanimismo en Barranquilla impide que uno pueda acercarse a las fuentes directas. El retrato que logré hacer de ellos fue hecho lo más cerca que pude, pero no todo lo cerca que yo hubiese querido.

LCC. Porque ninguno de los protagonistas habló para el libro…

LAA. Justamente, porque ninguno de los protagonistas aceptó hablar para el libro.

Una respuesta a ““Poner la mirada sobre sus sombras y luces es lo que ayuda a entenderlos mejor”: Laura Ardila sobre los Char

  • Lo mas impresionabte de este entramado es que a los barranquilleros les importa un comino que estos personajess dantescos narcotrafiquen, roben,saqueen, porque han puesto bonita a la ciudad. Esto me recuerda la epoca de Escobar que regalo canchas, viviendas carreteras, etc. Gracias Laura por tu coraje.

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