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Así funciona el modelo de contratación charista en la Gobernación del Atlántico

Los últimos dos años y medio, el gobierno de Elsa Noguera ha adjudicado casi dos billones de pesos en megaobras y megacontratos. La Contratopedia analizó los rostros detrás de esos recursos. /Foto: Composición propia.

Así funciona el modelo de contratación charista en la Gobernación del Atlántico

Uno de los modelos de gobierno más mediáticos durante la última década en Colombia ha sido el impulsado por la familia Char en Barranquilla, que se cimienta en la ejecución a través de empresas mixtas, millonarias inversiones en infraestructura, fortalecimiento institucional y una constante inversión publicitaria.

 

 
 
 
 
 
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Con la llegada de Elsa Noguera a la Gobernación del Atlántico aterrizó también el modelo de contratación charista en la administración departamental. Un estilo de ejecución de recursos públicos que, desde el 1 de enero de 2020, planea sobre un territorio donde ese grupo político siempre había tenido injerencia, pero no el dominio total que hoy ostenta.

Noguera, exalcaldesa de Barranquilla, es uno de los rostros más visibles del charismo, movimiento que durante los últimos 14 años ha manejado la contratación pública de Barranquilla y ha liderado una evidente transformación de la infraestructura de esa capital. 

Las fisuras de una parte de la contratación, sin embargo, están cada vez más expuestas, porque desde la captura en 2018 de la excongresista Aida Merlano, prófuga en Venezuela y exaliada de los Char, se han multiplicado las denuncias de corrupción. 

El método charista, cuyos cimientos se remontan a 2008 —cuando Alejandro Char arribó a la Alcaldía de Barranquilla—, sigue los principios legales de la contratación pública de Colombia, pero en ocasiones se vuelve opaco al privilegiar la millonaria ejecución a través de empresas mixtas, al no facilitar la pluralidad de oferentes en todos los contratos cuantiosos y al favorecer a las firmas con más músculo económico. 

Es también un modelo con proyectos a largo plazo, que destina millonarios recursos para el fortalecimiento institucional, el saneamiento de las finanzas y la puesta en marcha de una locomotora de cemento para transformar con megaobras la infraestructura pública. Parte de esos recursos son producto de un alto nivel de endeudamiento con la banca.

La Contratopedia Caribe revisó 312 megacontratos superiores a los mil millones de pesos, firmados por la Gobernación del Atlántico entre el 1 de enero de 2020 y el 17 de marzo de 2022, en los cuales encontró seis patrones de contratación que son propios de la administración del grupo Char (ver pieza metodológica).

Esos patrones —varios de ellos no se dan exclusivamente en Atlántico— no reflejan conductas ilegales ni son indicadores de buena o mala gestión por sí solos. Lo que sí retratan es parte de un estilo de gobierno que otros gobiernos locales buscan replicar para vivir su propio ‘milagro barranquillero’. 

Este equipo periodístico llegó a esos patrones a partir de trabajo investigativo propio y de hallazgos realizados por La Silla Vacía, el medio nacional que más le ha seguido la pista a los Char en su ascenso como poderoso grupo político de Colombia.

Esto fue lo que La Contratopedia Caribe encontró en los casi dos billones de pesos analizados:

 

Esta investigación fue posible gracias a la iniciativa ‘Desafío en Contrataciones Abiertas’, dirigida a organizaciones de la sociedad civil, equipos de investigación o periodistas, con apoyo de Open Contracting Partnership.

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