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Homenaje al saliente arquero del Junior. De izquierda a derecha, Gabriel Berdugo, secretario de Recreación y Deportes; Fuad Char, Sebastián Viera y el alcalde Jaime Pumarejo. /Foto: Alcaldía de Barranquilla.

La salida de Viera, una crisis de imagen para los Char que Pumarejo ayudó a mitigar

El coctel de fútbol, política y contratación pública fue, una vez más, protagonista en Barranquilla, por cuenta de una despedida al ídolo de Junior, promovida por la Alcaldía Distrital y el megacontratista Christian Daes.

La noticia estalló como una bomba en las redes sociales. Con un escueto comunicado colgado en su cuenta de Twitter, Junior anunciaba el 1 de junio la salida del que muchos consideran el jugador más importante de la institución en toda su historia, el arquero uruguayo Sebastián Viera Galaín, luego de 12 años en los que conquistó siete títulos.


Pese a la tormenta política por el caso de la niñera de la jefa del Gabinete de Gustavo Petro, Laura Sarabia, y las declaraciones del todavía embajador en Venezuela, Armando Benedetti, el nombre de Viera fue tendencia nacional de inmediato. Miles de aficionados mostraron su rechazo a la partida del ídolo “por la puerta de atrás”, a solo seis meses de finalizar su contrato.

El primero en ser señalado fue el técnico Hernán Darío ‘Bolillo’ Gómez, pero al poco tiempo el malestar de la hinchada apuntó a la familia Char, dueña del equipo barranquillero.

La conclusión de los aficionados y el análisis de la prensa deportiva coincidía: una decisión de esa naturaleza no podía ser tomada de forma autónoma por el director técnico, era la familia Char, encabezada por el máximo dirigente del club y jerarca político Fuad Char Abdala, la que le había bajado el pulgar al referente y capitán de los ‘tiburones’.

A medida que pasaron los días, la tormenta, lejos de amainar, empeoró.

La figura de Viera, que desde el principio se mostró respetuoso con sus antiguos patrones y agradecido por su respaldo en los momentos de mayores críticas a su nivel deportivo, amenazaba con convertirse en un caballo de Troya a las puertas de las elecciones regionales de octubre, en las que los Char esperan mantener la Alcaldía de Barranquilla y la Gobernación del Atlántico.

El fútbol y la política han ido de la mano en la consolidación de la hegemonía de la poderosa familia de ascendencia sirio-libanesa , con un pie en la política y otro en los negocios.

En 2008, el día de su primera posesión como alcalde de Barranquilla, Alejandro Char, hijo del patriarca Fuad, resaltó como la primera gran noticia de su mandato la contratación del volante creativo Giovanni Hernández para el equipo de su familia.

Desde entonces, cada estrella que llega al Junior es asociada con el interés de ese grupo de mantener un clima favorable, a través del equipo, como parte de su ajedrez político. Ha sucedido con Teófilo Gutiérrez, Yimmi Chará, Miguel Ángel Borja y a comienzos de 2023 con Juan Fernando Quintero.

Pero la salida intempestiva de Viera, un uruguayo de 40 años que llegó a la ciudad en 2011 y se ganó el corazón de los barranquilleros, sacudió el ambiente más que la eliminación tempranera de la Liga y la Sudamericana en este semestre.

Aunque el club informó que las partes habían tomado la decisión de común acuerdo y que le organizaría una gran despedida en el estadio Metropolitano, Viera, una semana después, continuaba siendo tendencia nacional y las voces de reclamo iban en aumento.

Ninguno de los nombres que sonaban para reemplazarlo complacía a los aficionados: Mosquera Marmolejo, el arquero del Medellín, y José Luis Chunga, suplente por años de Viera, ahora en Alianza Petrolera.

Los Char recibían un golpe al mentón del que quizá ha sido su mejor aliado en temas de imagen: el fútbol. La salida de Viera se había convertido en un búmeran con resultados inesperados.

Hasta unos días antes del anuncio en Twitter, las críticas al portero ‘charrúa’ eran cada vez más frecuentes: “ciclo cumplido” repetían cientos de trinos, “está viejo y acabado”, mencionaban otros.

Pero, una vez fuera del equipo, las reacciones tendieron a unificarse: resulta que los que tanto condenaban el nivel de Viera no habían dejado de sentir admiración y cariño hacia él.

Una relativa calma había vuelto para los Char tras el revuelo causado por las declaraciones de la excongresista Aida Merlano en contra de esa familia y con un Pacto Histórico debilitado por la posible financiación irregular de su campaña presidencial el año pasado.

El camino para el regreso de Alejando Char a un tercer período en la Alcaldía lucía más despejado que nunca —todavía luce así ante la falta de un contendor de peso político— y lo menos conveniente era dejar enrarecer el ambiente.

El ‘Homenaje al Capi’

Es en este momento, 6 de junio, cuando el alcalde de Barranquilla Jaime Pumarejo y el empresario Christian Daes, uno de los mayores megacontratistas desde la llegada de los Char al Distrito, anuncian y promueven un gran homenaje a Viera en la Ventana de Campeones, conocida también como la Aleta del Tiburón, el monumento a Junior construido en inmediaciones del Malecón del Río por la empresa Tecnoglass, propiedad de Daes.

Jaime Pumarejo, Sebastián Viera y Christian Daes. Alcaldía de Barranquilla.

El evento, bautizado ‘Homenaje al Capi’, fue programado para el viernes 9 de junio a las 5:30 de la tarde y fue promocionado también desde las cuentas institucionales de la Alcaldía de Barranquilla.

Una inmensa tarima fue instalada a las carreras delante de una pantalla gigante con el logo de la Alcaldía. Fueron ubicadas cientos de sillas para invitados especiales y el monumento fue cercado con vallas para contener la llegada masiva de hinchas y barras. Las vías de acceso fueron cerradas una hora antes.

Puesta en escena para el homenaje a Viera. Alcaldía de Barranquilla.

La logística propia de un gran evento, que además del ídolo de Junior tenía como actores secundarios, pero a la vista de todos, al dirigente Fuad Char y al alcalde Jaime Pumarejo. Ambos estuvieron al lado de Viera y destacaron su legado.

El mandatario le hizo entrega de la medalla Ciudad de Barranquilla categoría oro grado comendador, por su trayectoria como arquero, ídolo de jóvenes y embajador deportivo de la ciudad.

“Hoy es diferente al hombre que llegó hace más de una década a nuestra ciudad. Es un orgullo para mí decir que es un gran amigo y, hoy, más barranquillero que nadie. ¡Muchas gracias por tantas alegrías!”, dijo Pumarejo.

En medio de la efervescencia, Fuad Char aprovechó para soltar una “bomba” relacionada con el reemplazo del uruguayo, muy al estilo de las que han engrandecido la figura de su hijo Alejandro. Junior acaba de hacer una oferta formal por el también ‘charrúa’ Santiago Mele, actualmente en el Unión de Santa Fe argentino, el portero que los sondeos ponían en primer lugar de preferencia para ocupar el arco rojiblanco.

La reacción de euforia en las redes no se hizo esperar y el enfado dio paso a la ilusión.

De esta manera, entre abrazos y anuncios de contrataciones, terminó la despedida a Viera y quedó solucionada la que amenazaba con convertirse en una crisis de imagen antes de las elecciones. A lo Char.

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