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Day Vásquez, expareja de Nicolás Petro, asegura haber sido testigo de pagos que dos cuestionadas figuras del Caribe le entregaron al diputado del Atlántico. /Foto: Imagen tomada de Revista Semana.

Del efecto Aida al efecto Day: la tormenta que enfrenta Nicolás Petro de cara a las regionales

El torpedo que cayó sobre Nicolás Petro, con las declaraciones de su expareja Day Vásquez, impacta la contienda electoral, sobre todo en Atlántico, donde el petrismo busca competirle a la familia Char para ganarles la Gobernación y la Alcaldía de Barranquilla.

Las declaraciones de Day Vásquez a Revista Semana, por supuestos dineros que dos figuras cuestionadas del Caribe le entregaron al diputado Nicolás Petro durante la campaña presidencial en 2022, no sólo dejan un manto de dudas alrededor del presidente Gustavo Petro y peticiones de investigación desde distintos sectores sino que sacuden el tablero político de cara a las elecciones regionales de octubre.

 

 
 
 
 
 
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El torbellino se siente, sobre todo, en el Atlántico. Con sus señalamientos de dineros irregulares, supuestamente entregados por el condenado por narcotráfico Samuel Santander Lopesierra y el investigado empresario Alfonso Hilsaca, Vásquez relacionó tanto a Petro hijo como a su candidato a la Gobernación de ese departamento, Máximo Noriega, con prácticas electorales corruptas. 

Prácticas que Petro hijo y Noriega condenan en público y se las atribuyen a los clanes del departamento, particularmente a los Char. Mucho más, tras los señalamientos de corrupción que se han multiplicado los últimos años sobre ese grupo, todopoderoso en Barranquilla desde 2008.

Ahora, el petrismo más purasangre pasa de ser un recurrente inquisidor público a estar en el banquillo de los señalados, mientras que los Char ganan oxígeno después de un inicio de año turbulento.

El efecto Day comienza a sentirse, pese al intento petrista de señalarla como una mujer herida porque su matrimonio con Nicolás Petro terminó.

Del efecto Aida al efecto Day

Las declaraciones de Day Vásquez están teniendo un efecto político como las que tuvieron las de la excongresista Aida Merlano, también con la periodista Vicky Dávila, en 2020.

Cuando Merlano se fugó de la cárcel Buen Pastor en Bogotá, en octubre de 2019 (fue condenada a 15 años de prisión por fraude electoral), Petro hijo dijo que “la corrupción electoral” estaba “de fiesta”.

Y cuando en febrero de 2020, Merlano comenzó a denunciar desde Venezuela prácticas corruptas al interior del grupo Char, supuestamente lideradas por el dos veces exalcalde Alejandro Char y su hermano, el exsenador Arturo Char, Nicolás Petro condenó la financiación irregular de campañas en el Caribe colombiano.

Petro hijo, de hecho, volvió a la carga este año, con las declaraciones que Merlano dio en el juicio que enfrenta el contratista y empresario Julio Gerlein por concierto para delinquir, violación de topes y corrupción al sufragante, y tras la renuncia de Arturo Char al Senado para defenderse por la investigación que la Corte Suprema le abrió, en 2022, por los señalamientos de Merlano.

Esos hechos, aunados a las dudas que sobre el negocio accionario de la Triple A planteó el gobierno de Gustavo Petro desde diciembre pasado, crearon una turbulencia para los Char en enero y vaticinaban que el petrismo las tenía todas a su favor para complicarle el camino a ese grupo de cara a las regionales de octubre.

Dos meses después, el escenario es otro y ahora es Petro hijo quien debe salir a dar explicaciones. Ya publicó su primera reacción a lo dicho por su expareja con un comunicado en Twitter.

Mientras que el candidato Noriega negó todo lo dicho por Vásquez y le pidió rectificación pública a Semana.


Por lo pronto, con sus declaraciones, Vásquez le quita legitimidad al petrismo más purasangre para cuestionar las malas prácticas políticas del Atlántico y se convierte en la Aida Merlano de ese movimiento.

Si bien Vásquez no ocupaba un cargo de elección popular cuando los hechos en cuestión ocurrieron —como sí lo ocupaba Merlano—, su rol de testigo excepcional le dan verosimilitud a lo que denuncia porque:

  • Era la esposa de Nicolás Petro durante la campaña a la Presidencia.
  • Le entregó varios detalles a Vicky Dávila, entre ellos: sitios donde —dice— Petro hijo sostuvo las reuniones con Lopesierra y un hijo de Hilsaca, Gabriel Hilsaca; las denominaciones de los fajos de billetes e, incluso, la manera como uno de los involucrados se registró en la portería del edificio donde vivía con Nicolás Petro.

El efecto Day también revive los cuestionamientos que desde 2018 tuvo la candidatura de Nicolás Petro a la Gobernación del Atlántico, pues no había vivido en ese departamento hasta entonces y sólo llegaba con la credencial de ser hijo de Gustavo Petro para ganarse a los electores.

Aunque sacó 191.302 votos y no le alcanzaron para ganarle la principal silla del Atlántico a la charista Elsa Noguera, ese caudal sí le dio ingreso seguro a la Asamblea por el estatuto de oposición y lo convirtió en el rostro más visible de la oposición charista en ese departamento.

Una movida que, aunque calificada como nepotismo en Atlántico, le sirvió a la izquierda local para ganar vocería después de la debacle del Movimiento Ciudadano, liderado por el dos veces exalcalde Bernardo ‘el cura’ Hoyos durante los años 90 y hasta 2007. 

La crisis de Barranquilla aquellos años pavimentó la llegada y posterior consolidación de los Char en el poder local.

Se fortalecen las aspiraciones de Varela y los Char 

En Barranquilla, el efecto Day comienza a interpretarse como la muerte de la campaña política de Máximo Noriega a la Gobernación del Atlántico.

“Entre Nicolás Petro y Máximo se tiraron ese proyecto político. Las denuncias de Day Vásquez son, incluso, más concretas que las de Aida Merlano”, le dijo a La Contratopedia Horacio Brieva, director de Protransparencia y una persona que conoce a la izquierda local por dentro.

En esa misma vía analiza el actual escenario político el investigador Ángel Tuirán. Para el académico, el mediano plazo pinta “muy difícil” para el sector más afín al petrismos dentro del Pacto Histórico en Atlántico, pues la de Noriega “era una candidatura débil” a la que las declaraciones de Vásquez “terminó complicándolo”.

El efecto Day, por el contrario, le da ventaja al ala del Pacto que busca impulsar al excandidato y exdirector de Cormagdalena Alfredo Varela, como contó La Silla Vacía.

Varela, además, recibió apoyo del naciente movimiento político La fuerza de la paz, del senador Roy Barreras.

Ante este convulso escenario, el investigador Tuirán cree que, con los reflectores puestos en Nicolás Petro, a Varela se le allana el camino después de los cuestionamientos que recibió del mismo Pacto por la reciente investigación que la Contraloría General les abrió a él y a otros, por unos diseños para el proyecto de navegabilidad del río Magdalena.

“Si bien había unos señalamientos a la candidatura de Varela, el foco mediático ahora no está puesto allí y eso le facilitará acuerdos en términos de campaña”, mencionó Tuirán.

Y justo por ese impacto, visible tan pronto Revista Semana publicó la entrevista con Vásquez, el petrismo en Atlántico comenzó a decir que esas declaraciones tienen motivaciones políticas detrás (Vásquez es cercana a Elsa Noguera) para impactar los resultados de octubre, pues según encuestas internas de ese movimiento Maximo Noriega estaba punteando. 

 El efecto Day también se sentirá en la campaña por la Alcaldía de Barranquilla. Desde octubre pasado, los Char le madrugaron a la contienda lanzando a su candidato Carlos Acosta. Desde entonces, aparece en medios, tiene una columna en el diario El Heraldo, fuerte presencia digital y visita los barrios de la capital del Atlántico.

La izquierda local, en cambio, aún no define quién será su candidato porque esa decisión depende de las directrices nacionales del Pacto Histórico. Desde Bogotá barajan varios mecanismos de selección de los candidatos a alcaldías y gobernaciones, ante las distintas corrientes bajo el paraguas de ese grupo político de gobierno.

Por eso, en Barranquilla desde hace meses el ambiente político apunta a que no existe una real competencia para sacar a los Char del Distrito: después de 16 años de gobierno local, ese grupo ha consolidado unas costumbres y relaciones clientelares que sus beneficiarios defienden ferozmente.

A estas elecciones llegan golpeados, pero no aniquilados.

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