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El reemplazo de la Fundación por la Educación Multidimensional (FEM) en el programa Cartagena Construyendo con el agua es la Universidad de Cartagena, le informó la Embajada de Países Bajos en Colombia a La Contratopedia Caribe.
La salida de FEM de esta iniciativa impulsada por el gobierno neerlandés para que Cartagena mejore su relación con los cuerpos de agua, de cara al cambio climático, ocurrió el 12 de mayo, después de dos meses de cuestionamientos en esta capital.
Ese día la fundación creada por la secretaria del Interior de Cartagena, Ana María González, anunció que daba un paso al costado en un proyecto de ciudad que la funcionaria ayudó a impulsar desde la Oficina de Cooperación Internacional del Distrito.
El proceso para reemplazar a FEM
Desde que FEM dio un paso al costado de Las Raíces de Cartagena, ese consorcio se apoyó en expertos sociales de la empresa neerlandesa Witteveen en Bos, líder del equipo, y de consultores individuales, como medida de corto plazo para asumir el componente social, mientras encontraba una solución de fondo.
FEM era el actor local de este consorcio y tenía la tarea de recabar información entre las comunidades, datos que son clave para que los otros miembros trabajen en la formulación de proyectos de infraestructura según las necesidades sociales y geográficas de Cartagena.
Los otros miembros de Las Raíces de Cartagena son las empresas neerlandesas Felixx Landscape Architects & Planning, Aqua & Terra y CSC Strategy & Finance, y la colombiana Universidad de Cartagena.
La Contratopedia consultó en dos ocasiones a la Embajada neerlandesa en Bogotá, el 30 de mayo y el 7 de junio, por el reemplazo de FEM. En ambos momentos, la Embajada respondió que la labor social la habían asumido consultores independientes, pero no entregó más detalles.
En una respuesta ampliada, enviada a este medio el pasado 3 de julio, la Embajada aseguró que no podía revelar los nombres de los consultores individuales, porque para hacerlo debía existir un consentimiento expreso de ellos para garantizarles sus derechos y un objetivo explícito de la solicitud, tal como lo establece el Reglamento General de Protección de Datos de la Unión Europea.
En sus consultas iniciales, La Contratopedia resaltó su interés en un tema público relevante, al que le viene haciendo seguimiento periodístico desde marzo pasado porque, si bien esa iniciativa se ha financiado con recursos internacionales hasta ahora, los proyectos que de allí surjan necesitarán recursos públicos colombianos para su ejecución a mediano plazo.
A finales de junio —le informó la Embajada de Países Bajos a La Contratopedia en su respuesta ampliada—, Las Raíces de Cartagena decidió que las tareas sociales para la formulación de sus proyectos las asumiría la Universidad de Cartagena, después de explorar varias alternativas.
Por tanto, con esa decisión, no hay nuevas organizaciones o empresas en el consorcio y desde hace dos semanas, Unicartagena asumió “el componente de trabajo social y comunitario local” que los proyectos demandan.
La Universidad de Cartagena ha sido cuestionada por el gremio de ingenieros de Bolívar porque muchos de los contratos interadministrativos firmados entre esa alma máter y la Alcaldía de Cartagena, para la elaboración de diseños de obras de infraestructura, no tienen interventoría ni la revisión de pares que certifiquen estándares técnicos. Chequeos necesarios para evitar futuros problemas durante la ejecución por errores de cálculo.
La universidad, por ejemplo, fue la encargada de entregar en 2017 los diseños del Proyecto de Protección Costera, en ejecución desde diciembre de 2021 y con problemas en algunos de los tramos de playa intervenidos en Bocagrande.
En el papel, desde 2018, quedó establecido que uno de esos tramos (Playa Cinco) tendría aforo para 1.518 personas, pero hoy sólo lo tiene para 978 personas. Sin embargo, el contratista dice que rellenó la zona con la cantidad de arena que el diseño contempla.
Antes, la Unicartagena había diseñado el Plan Maestro de Drenajes Pluviales. Diseños también cuestionados, entre otros, por la Sociedad de Ingenieros y Arquitectos de Bolívar que realizó la interventoría y encontró falencias técnicas.
El malestar que FEM generó
La presencia de FEM en el consorcio Las Raíces de Cartagena, financiado con recursos del gobierno neerlandés, podía sugerir una puerta giratoria, un conflicto de interés y amiguismos en el manejo de lo público, debido a los lazos de esa organización (aún vigentes) con la secretaria del Interior Ana María González.
Esos lazos generaron un tsunami de críticas desde distintos sectores en Cartagena:
- Ciudadanos en redes sociales.
- Veedores y líderes de opinión.
- El Concejo Distrital, que le inició a la secretaria González una moción de censura que fue fallida.
- Y el Consejo Gremial de Bolívar, que el 30 de marzo pidió públicamente la salida de FEM del consorcio.
FEM llegó a Cartagena construyendo con el agua a inicios de este año, cuando el consorcio al que renunció se ganó una convocatoria con una bolsa de recursos de hasta 1.200.000 euros ($6.132 millones), para entregar proyectos que ayuden a mejorar la relación de la capital de Bolívar con sus cuerpos de agua.