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La retrasada locomotora de infraestructura educativa de Bolívar, que encendió en octubre de 2021 el gobernador Vicente Blel Scaff y prometía entregar 11 nuevos megacolegios, en el norte, centro y sur del departamento, sigue a pedal en algunos de los municipios que desde el año pasado esperan las obras. La Gobernación les incumplió la fecha de entrega.
La Contratopedia Caribe le ha seguido la pista a esta millonaria inversión, que en algunos frentes de trabajo se ha duplicado tras varias adiciones y todavía no tiene listo ni uno solo de los espacios prometidos por el gobierno Blel para la población escolar bolivarense.
En los cuatro megacolegios del norte de Bolívar, por ejemplo, la Gobernación presupuestó una inversión de $67.279 millones, que aumentó a $87.344 millones después de dos adiciones aprobadas este año.
Lo mismo ocurrió en los cuatro nuevos planteles que se construyen en el centro del departamento: ahí la inversión inicial era de $52.947 millones y la administración Blel aprobó dos adiciones que aumentaron el contrato en $24.868 millones.
En esta entrega La Contratopedia le puso la lupa a los tres megacolegios del sur bolivarense que construye el Consorcio Infraeducativo Sur en Norosí, Tiquisio y Simití. Esas obras son las más atrasadas de las 11 que adjudicó la Gobernación a dos consorcios, a finales de 2021.
“En obras de urbanismo, son las que menos avance tienen. La obra de Norosí es la más atrasada”, reconoció la secretaria Privada de la Gobernación, Adriana Trucco.
El consorcio encargado de esas construcciones lo conforman tres empresas:
- Equipos y Construcciones del Caribe SAS, con el 60% de participación.
- Estructuras, Diseños y Construcciones del Caribe SAS, con el 30%.
- Y Constructora Manor SAS, con el 10% restante.
Para esas obras la Gobernación destinó $46.093 millones. Sin embargo, después de dos prórrogas le terminarán costando al Departamento $63.351 millones.
Los trabajos en los megacolegios del sur empezaron, de forma intermitente, a mediados de 2022 y solo hasta principios de este año han tenido un mejor ritmo de ejecución.
Las dos adiciones
Entre febrero y mayo de este año, la secretaria privada de la Gobernación Adriana Trucco le aprobó al Consorcio Infraeducativo Sur dos adiciones en plata: una por $9.050 millones y otra por $8.207 millones.
La primera se dio el 27 de febrero pasado, después de que el consorcio la solicitó alegando cambios en los precios de algunos de los materiales y su imposibilidad de ejecutar con el presupuesto inicialmente aprobado por la Gobernación.
Esos $9.050 millones adicionados fueron distribuidos así:
- $6.383 millones para la obra del megacolegio de la Institución Educativa Eutimio Gutiérrez Manjón, de Simití. Ahí el presupuesto inicial era de $16.279 millones. Es decir, la Gobernación aprobó un aumento del 39.2% para la ejecución de esos trabajos.
- Los $2.667 millones restantes fueron adicionados para el plantel de la Institución Educativa Puerto Rico, de Tiquisio. Con esa adición, la inversión departamental en este megacolegio pasó de $13.531 millones a $16.199 millones.
Ese otrosí (modificación al contrato), que es el tercero del contrato, también determinó un nuevo plazo para la entrega de las obras: el consorcio debe tenerlas listas el 30 de noviembre próximo.
Esos recursos, sin embargo, tampoco fueron suficientes. El 26 de mayo, tres meses después de esa inyección, Trucco aprobó una segunda adición por $8.207 millones. El Consorcio Infraeducativo Sur la solicitó para la construcción del megacolegio de Norosí, en el que la Gobernación ya había invertido $16.282 millones.
La secretaria Trucco le explicó a La Contratopedia que esos aumentos en los recursos estuvieron justificados, “en gran medida”, por “circunstancias ligadas al incremento del dólar”, lo que elevó el costo de los materiales. Además, dijo que “el difícil acceso” a las zonas intervenidas también elevó el presupuesto inicial.
Pese a esas adiciones, de hasta el 50% del presupuesto inicial anunciado por la Gobernación, el gobierno de Blel no garantiza que las construcciones incluyen todas las características que la Secretaría de Educación les viene socializando a las comunidades desde 2021.
Varios de los espacios que les habían prometido ya no van en estos megacolegios del sur bolivarense.
Las obras que ya no van
Los rectores de los tres planteles en construcción le contaron, por aparte, a La Contratopedia Caribe que, en reuniones recientes de seguimiento a la construcción de los megacolegios, los ingenieros les notificaron de varias obras que ya no serán ejecutadas.
Por ejemplo, en el megacolegio de Norosí estaban contempladas dos canchas multifuncionales para los más de 1.078 estudiantes de preescolar, primaria y secundaria de esa institución.
En noviembre de 2022, los ingenieros residentes le notificaron a esa comunidad que ahora sólo construirán una cancha, le dijo a La Contratopedia Nelson Fonseca, rector de esa institución.
Además, a Fonseca le indicaron que los pasillos que conectan los módulos de aulas con los del área administrativa, el comedor y las demás zonas del nuevo colegio no tendrán techo, como les habían prometido.
Los ingenieros no les explicaron al rector ni a la comunidad las razones por los cambios en la obra.
Consultada por las modificaciones, la secretaría Adrian Trucco le explicó a La Contratopedia que no se construirá una segunda cancha porque con una sola es suficiente para “el número de estudiantes y los ciclos escolares”. Y dijo que no habrá techos porque cada módulo será “funcional e independiente”.
En este nuevo plantel para Norosí se construyen siete módulos que contemplan 34 aulas, dos laboratorios, una biblioteca, un salón de eventos, cafetería, comedor escolar, baterías de baño, una cancha y garita de acceso.
Situación similar a la de Norosí se dio en el megacolegio para la Institución Educativa Eutimio Gutiérez, de Simití. Allá también la Gobernación prometió la construcción de dos canchas y ahora solo será una la que tendrán los 1.200 estudiantes.
Eligio Gómez, rector de esa institución, le dijo a La Contratopedia que los contratistas le dijeron a él y a los padres de familia que los recursos de la cancha que no se construirá se invertirán en trabajos de estabilización, necesarios en una parte del terreno donde se levanta el nuevo colegio.
“Los ingenieros nos socializaron que eran urgentes unos trabajos en parte del terreno que presentó deslizamientos. Por eso, van a hacer un trabajo especial con relleno y una estructura para la caída del agua que estaba generando el deslizamiento”, le explicó el rector Gómez a La Contratopedia.
En el nuevo megacolegio de Simití se construyen siete módulos para 24 aulas, oficinas administrativas, comedor escolar, cafetería, laboratorios y una cancha.
Por la modificación en esta escuela, Trucco usó el mismo argumento que la escuela de Norosí. Una cancha basta para “el número de estudiantes y los ciclos escolares” de la institución.
En las obras de la nueva infraestructura del colegio Puerto Rico de Tiquisio, también fue suprimido el techado de los pasillos que conectan un bloque del plantel con otro.
Manuel Ceveriche, rector de ese colegio, le dijo a este medio que fueron notificados del cambio hace seis meses y que ni a él ni al resto de la comunidad les dieron una razón para no hacer esas obras.
La secretaria Truco respondió a La Contratopedia que en el caso de los pasillos cubiertos “cuando estábamos en el proceso de formulación, se contempló esa alternativa pero al final no se incluyó como actividad dentro del presupuesto”.
La funcionaria indicó que a pesar de las demoras, que ella justifica por la falta de materiales, la dificultad para acceder a las obras y los problemas de seguridad del territorio, el objetivo es tener listos los trabajos el 30 de noviembre, como se lee en el tercer otrosí del contrato.
Los rectores, sin embargo, dudan de esa nueva fecha. Coinciden en señalar que todavía falta mucho para que estas nuevas sedes educativas puedan ser usadas por sus comunidades. Las mismas que llevan décadas esperando mejor infraestructura y a las que el gobierno de Blel les anunció escuelas nuevas como regalo navideño. El regalo sigue siendo una promesa.