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La obra del megacolegio San Francisco de Loba, del corregimiento del mismo nombre, en Cicuco, es una de las más atrasadas. /Foto: Cortesía

Los cuatro megacolegios que le costarán $24.868 millones más a Bolívar y aún no están listos

Casi dos años después de que el gobierno de Vicente Blel adjudicó una millonaria inversión para construir 11 megacolegios que debían estar listos en 2022, no hay un solo plantel terminado. Cuatro de esas obras han tenido adiciones en tiempo y plata.

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En octubre de 2021 la Gobernación de Bolívar anunció una millonaria inversión de recursos para la construcción de 11 megacolegios en pueblos del departamento. Un año y medio después, ninguna de esas obras está lista y la más avanzada tiene, hasta ahora, una ejecución cercana al 90%.

La plata, inicialmente, adjudicada por el gobierno de Vicente Blel para la construcción de esos colegios fue $166.320 millones. Ese monto ha aumentado porque la administración departamental ha tenido que adicionar recursos y tiempo. Lo ha hecho, entre otros aspectos técnicos, alegando aumentos en los precios de los materiales y modificaciones en las obras contratadas.

“Nuestro propósito es sacar adelante el plan de infraestructura educativa. Si bien las obras están atrasadas estamos haciendo todo lo posible para entregarlas sin ningún contratiempo antes de acabar el primer semestre del año entrante (2023), sobre todo, los megacolegios”, le dijo el gobernador Blel a los medios de comunicación en diciembre pasado. Ese plazo también lo incumplió.

La Contratopedia Caribe le sigue poniendo la lupa a esos trabajos con los que Blel promete una renovación profunda en la infraestructura educativa de Bolívar.  

En esta nueva entrega, este medio revisa cómo va la ejecución en cuatro de los megacolegios que se construyen en los municipios de San Martín de Loba, Altos del Rosario, Cicuco y Barranco de Loba, en el sur y centro de Bolívar.

Esas cuatro obras, que tienen “una ejecución en promedio del 70%”, según informó la Gobernación, costaban inicialmente $52.947 millones. Sin embargo, después de dos prórrogas firmadas en abril y mayo de 2023 aumentaron a $77.816 millones.

La Contratopedia conversó con dos rectores y un coordinador de tres de las escuelas. También con un líder comunal. Todos ellos han seguido de cerca las construcciones y han visto afectado el normal desarrollo de las jornadas de clases. Los cuatro coinciden en no ver claro que los megacolegios estén listos antes de que acabe 2023.

Dos prórrogas por $24.868 millones

El 19 de abril y el 31 de mayo de este año, la secretaria privada de la Gobernación de Bolívar, Adriana Trucco De la Hoz, y el representante legal del Consorcio Educentral 005, Hernan Fortich Mendoza, firmaron dos otrosíes (modificaciones), al contrato de construcción de los megacolegios en San Martín de Loba, Altos del Rosario, Cicuco y Barranco de Loba.

Con esos documentos, el presupuesto para esas escuelas aumentó en $24.868 millones, por lo que pasaron de costar $52.947 millones a $77.816 millones. También cambió el plazo de ejecución.  

Ya son cuatro otrosíes los que suma este contrato.

Ambas adiciones llegaron después de cuatro meses  de obras suspendidas. El contratista debía entregar las escuelas el 31 de diciembre, pero la Gobernación suspendió ese contrato el 23 de diciembre. Según el Consorcio Educentral, la suspensión era necesaria por problemas en los terrenos de construcción de los planteles.

La Gobernación reinició el contrato el pasado 17 de abril y dos días después firmó la primera de las dos modificaciones recientes para:

  1. Proyectar una nueva fecha de entrega. Ahora deben estar listas el 30 de noviembre de 2023, casi un año después del plazo inicial porque, según el contratista, ha habido problemas con el suministro de materiales y dificultades en el acceso a las poblaciones por la temporada invernal.
  2. Y adicionarles $12.412 millones a los presupuestos de construcción de dos escuelas: $5.709 millones para la Institución Educativa Técnica Agropecuaria y Minera, de San Martín de Loba, y $6.702 millones para la Institución Técnica Agropecuaria Julio Faciolince, de Barranco de Loba. 

Ese aumento —justificó el contratista— se debe a la “inclusión” de trabajos que “no estaban previstos”.

Esos recursos, sin embargo, tampoco fueron suficientes y el contrato tuvo una nueva adición, el pasado 31 de mayo, de $12.456 millones por obras no contempladas inicialmente y aumentos en los precios de los materiales de construcción:

  1. La Gobernación destinó $6.899 millones más para la Institución Educativa Alejandro Durán Díaz, en Altos del Rosario.
  2. Y $5.557 millones para el San Francisco de Loba, en el corregimiento del mismo nombre, en el municipio de Cicuco.

Retrasos desde el inicio

Los rectores, el coordinador y el líder comunal entrevistados por La Contratopedia coincidieron en señalar que, más allá de la necesidad de recursos para ejecutar las obras, el trabajo lento y las suspensiones han sido una constante.

La obra del megacolegio San Francisco de Loba, del corregimiento del mismo nombre, en Cicuco, es una de las más atrasadas.

Esos trabajos han parado, según le contó a La Contatopedia el líder Eder Guerrero Callejas, por demoras en el pago a los trabajadores y falta de materiales. En 2022 no hubo avances por varios meses y aunque la Gobernación les anunció a los lugareños la reactivación de la obra para noviembre, sólo reinició en abril pasado.

Sin embargo, las últimas semanas se han presentado nuevos ceses por falta de cemento. “Esa obra no la van a entregar este año, porque no va ni en un 40%. Lo que ellos han podido hacer es parar unas estructuras de acero, pero no hay nada entechado. Han hecho sólo uno de los tres módulos de aulas y oficinas”, dijo Guerrero Callejas.

Así se ven las obras del megacolegio San Francisco de Loba. Video: Cortesía.

En ese corregimiento de Cicuco no se explican cómo han tenido tantos líos para transportar los materiales, cuando están a solo 30 minutos de Magangué, la segunda ciudad de Bolívar después de Cartagena.

Otra de las obras con ejecución accidentada ha sido la de Altos del Rosario. Allí los trabajos pararon poco después de haber empezado. 

El contratista paró la primera vez, a principios de 2022, para ajustar el presupuesto. Superado ese inconveniente, los obreros dejaron de trabajar en varias ocasiones por falta de pago o por orden del consorcio ante la falta de materiales o la dificultad para movilizar esa materia prima a la zona de construcción, le contó a La Contratopedia el coordinador Javier Jiménez.

Esas obras han tenido un avance significativo en los últimos dos meses, según Jiménez, tras la llegada de un nuevo ingeniero residente. Sin embargo, no ve viable que estén listas antes de que termine este año, porque algunos salones aún no han sido construidos y a otros les falta parte de la segunda planta y el techo.

También faltan las conexiones eléctricas y varios detalles de construcción en las otras zonas que componen la megainfraestructura.

El panorama ha sido similar en el megacolegio de San Martín de Loba. Allí los trabajos empezaron a principios de 2022 y no en diciembre de 2021, como lo había anunciado la Gobernación y estaba pactado en el contrato. 

A pocos meses de ese inicio tardío vinieron las suspensiones por falta de materiales y luego protestas de los obreros, que denunciaron demoras en los pagos.

“Dejaban de trabajar una semana, cuando volvían a reactivar los trabajos eran cuadrillas más pequeñas y a un ritmo muy bajo. Ya después suspendieron por varios meses”, le dijo a La Contratopedia el profesor Julio Escalante, rector de ese plantel y quien forma parte del comité de seguimiento a la construcción.

Según Escalante, las obras sólo han tenido un mejor ritmo desde hace tres meses. “Luego de una reunión que tuvimos a principios de año en Magangué con los constructores y la Secretaría de Educación es que han trabajado firme y se ha visto un avance significativo, porque cambiaron a la mayoría de los obreros”, explicó.

Los trabajos en el megacolegio de San Martín de Lova, según le reportó la ingeniera residente al rector, llevan un avance del 65%. Video: Cortesía

En Barranco de Loba, el megacolegio Julio Faciolince tiene un avance del 80%, según le dijo el ingeniero encargado de esa construcción al rector Armando Laserna.

Esa obra tampoco estuvo exenta de parálisis. Arrancó a principios de 2022 y paró en varias oportunidades, “principalmente, por la falta de acero y otros materiales”, le dijo Laserna a La Contratopedia.

Este 2023 empezó con un ritmo lento por una huelga de trabajadores que argumentaron falta de pago. El contratista les pagó y los reemplazó por una cuadrilla distinta. “Desde hace mes y medio se ve un nuevo ritmo de trabajo”, detalló el rector.

Las obras del megacolegio de Julio Faciolince, de Barranco de Loba, son una de las más avanzadas. Foto: Cortesía.

A pesar de ese nuevo ritmo de trabajo, la comunidad educativa no ve viable que el colegio esté listo en agosto, como les han dicho los constructores. “Es que nos han dado tantas fechas que ya la gente no cree: dijeron que en junio, después que en julio, entonces ya toca esperar cuando entreguen”, expresó el rector Laserna.

La Contatopedia consultó a la secretaria Privada de la Gobernación, Adriana Trucco De la Hoz, y detalló que las obras de esos cuatro colegios “en su gran mayoría, comprenden trabajos de cimentación, levantamiento de estructura metálica de módulos e instalación de cubierta”.

Adicionalmente, “se avanzó en fundida de placas de entrepiso, incluyendo mampostería y sistema de redes”, dijo.

Trucco precisó que en las dos sedes más avanzadas (San Martín de Loba y Barranco de Loba) el contratista inició la instalación de ventanas y puertas.

Mientras tanto, clases sin condiciones dignas

Mientras las obras están listas, estudiantes y profesores de estas escuelas no cuentan con condiciones dignas para desarrollar sus clases porque las aulas y oficinas fueron derribadas con la promesa de levantar en menos de un año modernas infraestructuras.

En el colegio Alejandro Durán de Altos del Rosario, el contratista demolió nueve aulas antes de empezar la construcción. Eso ha llevado a que las clases se den en doble jornada, porque los salones existentes no son suficientes para atender a los 1.267 estudiantes matriculados, quienes antes de la construcción estudiaban en jornada única por la mañana.

“Ahora le estamos dando clases en la tarde a seis cursos: son niños de tercero y segundo. Los acudientes no están conformes, porque ya veníamos acostumbrados a una única jornada”, contó el coordinador Javier Jiménez.

Otros que han tenido problemas en sus actividades académicas son los 850 estudiantes de la sede de bachillerato de la escuela de San Martín de Loba. Para empezar la construcción del megacolegio, el Consorcio Educentral les demolió cuatro aulas y la sala de profesores. 

Para suplir esos salones, los docentes habilitaron el laboratorio de pecuaria, la sala de informática y un aula máxima como aulas de clases. Lo hicieron pensando que la contingencia sería sólo por un año, tiempo estimado de construcción de la nueva sede educativa

Durante 2022 no pudieron usar el laboratorio para las clases de pecuaria, claves en ese plantel con pénsum técnico-agropecuario que educa a sus estudiantes en temas básicos de ganadería. En lo que va de 2023 tampoco han contado con ese espacio.

Mientras que las clases de informática ahora las dictan en el punto Vive Digital del municipio, que deben compartir con los demás habitantes de esta población.

En Barranco de Loba el contratista también demolió parte de la estructura de la actual sede. Los obreros del consorcio Educentral tumbaron la rectoría, la secretaría y la sala de informática. Además, desapareció un quiosco de palma que tenía el plantel, porque una chispa de candela producida por una máquina pulidora lo incendió.

En el colegio San Francisco de Loba de Cicuco también fueron demolidos varios de los salones, por lo que la Gobernación arrendó “unos locales en los que las clases no son impartidas de forma digna”, detalló el líder Eder Guerrero Callejas.

Este medio buscó, desde el 22 de junio, al rector de ese plantel Elías Díaz, pero no respondió los mensajes ni las más de cinco llamadas hechas para conocer detalladamente el impacto de la obra en el normal desarrollo académico.   

La Contratopedia Caribe consultó, también el 22 de junio, a la Secretaría de Educación Departamental para conocer más detalles sobre el tiempo estimado de entrega, pero hasta ahora no ha recibido respuesta.

Este medio radicó una petición informativa. Tan pronto las respuestas lleguen, La Contratopedia las agregará a esta historia.

Lo que queda claro desde ya es que cuatro prórrogas y dos adiciones presupuestales después, los nuevos megacolegios para San Martín, Barranco, Cicuco y Altos del Rosario siguen siendo una promesa incumplida.  

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