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William Dau, alcalde de Cartagena
Con el audio que circula desde el fin de semana, el alcalde de Cartagena William Dau es señalado de participar en política. El mandatario niega estar usando la Alcaldía para influir en las elecciones legislativas. /Foto: Alcaldía de Cartagena

Lo que salió a flote con el respaldo de Dau a dos fallidas candidaturas al Congreso

Un mensaje privado de William Dau, filtrado a través de redes sociales el fin de semana, evidencia que el mandatario de los cartageneros intenta trascender más allá de la Alcaldía. Sin embargo, corre el riesgo de incurrir en las prácticas que tanto ha criticado.

En redes sociales circula, desde el fin de semana, un audio privado en el que se escucha al alcalde de Cartagena William Dau describir a dos integrantes de su movimiento político ‘Salvemos a Cartagena’ como sus apuestas para las elecciones legislativas del 13 de marzo. 

En menos de dos minutos, Dau le pidió a su interlocutor (Javier Marrugo, cabeza de lista del Pacto Histórico a la Cámara de Representantes por Bolívar) que le aclare por qué había dicho públicamente que tenía su respaldo si él sabía “muy bien” que “sus candidatas” eran Lidy Ramírez y María Alejandra Benítez.

Ese audio —grabado el 19 de diciembre, pero publicado este fin de semana por Jaqueline Perea, férrea opositora de Dau y cuestionada por su gestión como enlace distrital de Familias en Acción de Cartagena—  abrió un debate en esta capital sobre una posible participación del mandatario en política y mostró, una vez más, a la exzarina anticorrupción Lidy Ramírez como una de las personas más cercanas al alcalde.

La filtración, además, sacó a flote las intenciones políticas de Dau para trascender más allá de la Alcaldía de Cartagena y lograr que su triunfo de 2019, con el que derrotó a los tradicionales clanes de Bolívar, no se quede en un mero golpe de suerte y, por el contrario, sea el inicio de un camino político más allá del 2023.

Sin embargo, en esa intención corre el riesgo de terminar pareciéndose a lo que tanto critica.

El cuestionado audio

Tras saludar a su interlocutor, Javier Marrugo, en un audio de los que suelen enviarse a través de la plataforma de chat Whatsapp, Dau le reclamó que se hubiera hecho pasar por su candidato ante unos dirigentes del Pacto Histórico en Bogotá. 

“(…) No puedo creer, por favor, confírmame que no es cierto lo que me contaron, que tú allá en Bogotá dijiste que querías ser cabeza de lista a la Cámara (…) porque cuentas con el apoyo del alcalde. ¿De dónde salió ese cuento que tú cuentas con mi apoyo? (…) Tú sabes muy bien que mis candidatas son Lidy Ramírez y María Alejandra Benítez. A esas sí las apoyo”, dijo el alcalde.

Y más adelante manifestó: “ (…) Traicionaron a mis candidatas (…) Tú mismo habías dicho que en la lista (de Pacto Histórico a la Cámara de Representantes) teníamos asegurado que iban a entrar tanto Lidy como María Alejandra, y ahora no están ahí (…)”.

Ese mensaje sugiere que el alcalde perdió el pulso con otros miembros del Pacto Histórico, en su intento por incluir a Ramírez y Benítez en la lista de ese movimiento. Ellas tampoco pudieron inscribirse por el grupo significativo ‘Fuera malandrines’, liderado por Abraham Dau, hijo de William Dau.

Que Dau hubiese reconocido a Ramírez (exzarina anticorrupción distrital y persona de su confianza) y a Benítez (cuyo nombre salió a flote durante el lanzamiento de ‘Fuera malandrines’) como sus candidatas, abrió el debate en Cartagena sobre una posible participación del mandatario en la contienda electoral, asunto legalmente prohibido. 

El artículo 127 de la Constitución Política establece que a los empleados del Estado les está prohibido participar en las actividades de los partidos y movimientos políticos, al igual que en las controversias políticas.

Además, en un concepto de 2021, el Departamento Administrativo de la Función Pública estableció que no es posible la participación abierta de funcionarios en política, es decir, no pueden hacer deliberaciones públicamente ni apoyar abiertamente a un candidato o movimiento para las elecciones a Congreso, Presidencia o regionales.

Tampoco pueden difundir propaganda electoral a favor o en contra de determinado candidato o movimiento.

Justamente la palabra pública es la que el alcalde William Dau usa en su defensa. Consultado por La Contratopedia Caribe, señaló que el audio filtrado se dio en un contexto privado y negó que pueda considerarse que esté participando en política porque no está usando recursos públicos ni intercambiando votos por órdenes de prestación de servicios.

“Yo jamás hablé con gente del Pacto Histórico. Eso sí, estaba al tanto de lo que sucedía tras bambalinas porque me contaban. No hice absolutamente nada indebido, lo que yo no puedo hacer es salir abiertamente en público a decir: ‘Voten por alguien o no voten por alguien’, o utilizar recursos del Distrito para presionar a que se vote por alguien. Lo que yo he hecho es hablar en privado, a puerta cerrada, cosas de política con otras personas”, respondió.

Para el politólogo y director del programa de Ciencia Política de la Universidad Tecnológica de Bolívar, Orlando Higuera, hay al menos dos hechos que le permitirían a Dau defenderse ante una eventual investigación de la Procuraduría por participación en política. 

  • El primero es el reclamo que el alcalde le hace a un candidato a la Cámara por utilizar su nombre y su apoyo para obtener la cabeza de lista del Pacto Histórico en Bolívar.
  • El segundo tiene que ver con que Lidy Ramírez y María Alejandra Benítez, a quienes Dau denominó sus “candidatas” no están inscritas en la lista del Pacto Histórico a la Cámara, lo que sugiere que su posible injerencia en la conformación de dicho listado no tuvo mucho peso. 

Aunque, explicó Higuera, el audio le da sustento a versiones que circularon, el año pasado, en Cartagena, señalándolo de haberle presentado a un senador del partido Verde a Lidy Ramírez como una miembro de su movimiento, interesada en llegar al Congreso.

Los caminos de Dau

Si Dau participó o no en política es un asunto que deberá determinar la Procuraduría. Pero más allá de eso, el audio deja ver que el alcalde se enfrenta a dos caminos en su intento por transformar, en un movimiento político de largo plazo, las emociones que su campaña generó en 2019.

Como ocurrió con Judith Pinedo en 2007, William Dau marcó un hito similar 12 años después, al derrotar en las urnas a los clanes de Bolívar (entre esos a los Blel, hoy en la Gobernación y quienes apoyaban al principal contendor de Dau, el candidato William García).

Lo hizo con una campaña apalancada por las redes sociales y con la lucha contra la corrupción como su principal bandera. Ese discurso fue taquillero entre los más jóvenes.

Ahora Dau se enfrenta a dos caminos: repetir la historia de la exalcaldesa o apostar por asegurar la continuidad de su proyecto político más allá de 2023.

“En el gobierno de Judith, injustamente encarcelada (está condenada por los delitos de peculado por apropiación y contrato sin cumplimiento de requisitos legales), tuvieron la oportunidad de forjar un liderazgo continuista. Es decir, que uno de los secretarios o activistas más destacados liderara un proceso político que recogiera las banderas de ‘Por una sola Cartagena’, para tratar de obtener nuevamente la silla de La Aduana y aumentar el número de concejales aliados”, explicó Higuera. 

Sin embargo, el movimiento de Pinedo optó por no hacerlo porque podría incurrir en prácticas clientelistas, asociadas a la política tradicional y que tanto cuestionaron sus miembros. De allí que triunfos disruptivos como estos tengan entre sus principales retos generar procesos sostenibles de ciudad, que trasciendan más allá del carisma de una figura en particular.

El otro camino por el que Dau podría apostar para ir más allá de 2023 y ganar campo en el legislativo es uno similar al de las casas políticas ya consolidadas de Bolívar, como los Blel, cuyo poder trasciende la Gobernación, pues además de tener a Vicente Blel de mandatario departamental tiene a Nadia Blel en el Senado.

Ese camino, sin embargo, no es tan fácil para un movimiento como el suyo y le impone el reto de organizar apoyos de base y concebir la mecánica electoral como una maquinaria. En estos escenarios, los ciudadanos no siempre respaldan a un candidato o movimiento por ideales políticos sino a cambio de favores, como puestos de trabajo en el sector público, o transacciones económicas, como contratos.

Los nexos políticos de la contienda

Con el mensaje filtrado de Dau también salió a flote esa tenue línea entre nexos políticos y participación política de cara a las elecciones de marzo.

Esos vasos comunicantes son, especialmente, evidentes en Bolívar porque la hermana del gobernador ‘Vicentico’ Blel, la senadora Nadia Blel, es candidata por la legislatura 2022-2026. 

Si bien hasta ahora no hay denuncias ni pruebas de participación política del gobernador (de hecho alertó a los ciudadanos de abstenerse de visitar la Gobernación con publicidad política), sí hay nexos innegables de su movimiento con la actual contienda, pues su grupo político, además de respaldar a Nadia Blel, apoya a Yamilito Arana y Juliana Aray, a la Cámara de Representantes, con aval del Partido Conservador. 

Esta última es además una de las 26 financiadoras recurrentes que han tenido las campañas de los hermanos Blel durante la última década.

Los Blel son miembros de una poderosa casta política, liderada por su padre, el condenado por parapolítica Vicente Blel Saad, quien ha alimentado su capital político durante años a punta de clientelismo.

En 2019 fue el centro de denuncias de corrupción, por cuenta de unos audios publicados por W Radio en los que se le escucha hablar de una repartija de contratos de la Gobernación de Bolívar, entregados cuando el timonel era Dumek Turbay.

Justo por el evidente conflicto de interés que la candidatura de su hermana le significa, Blel elevó ante la Procuraduría Regional una declaración de causal de impedimento para que ese ente le solicite al presidente Iván Duque el nombramiento de un gobernador Ad Hoc para los temas electorales. Esa designación aún está pendiente.

Aunque hasta ahora la Procuraduría no ha dicho nada sobre el audio de Dau, su filtración le sigue generando críticas en redes sociales, sobre todo porque lo muestra en jugadas políticas similares a las que solía criticar en su rol de veedor.

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