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El Malecón del Suroriente es la primera megaobra de infraestructura adjudicada por Alejandro Char en su tercera administración en Barranquilla. /Foto: Alcaldía de Barranquilla.

Char estrena la megacontratación de su tercer gobierno con empresa consentida de su segunda alcaldía

Por $92.000 millones, el Distrito de Barranquilla adjudicó la construcción de la losa sobre la que se edificará el Malecón del Suroriente. La obra forma parte de uno de los programas bandera del charismo: la recuperación de espacios públicos.

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Con la adjudicación de la losa para el Malecón del Suroriente, Alejandro Char inauguró la megacontratación de su tercer gobierno en Barranquilla siguiendo los patrones de sus anteriores administraciones: procesos multimillonarios, con poca socialización ciudadana y sin suficiente pluralidad de oferentes, que quedan en manos de viejos conocidos.

La obra, por $92.664 millones, se la ganó la empresa portuguesa Mota Engil. Con sede en Colombia, esa compañía fue una de las privilegiadas con la megacontratación del segundo gobierno de Char, entre 2016 y 2019, y ha sido protagonista de más de un incumplimiento en Colombia.

Char anunció el Malecón del Suroriente, mientras hacía su tercera campaña a la Alcaldía. Y el primero de enero pasado ratificó la construcción de esa obra, desde el barrio Rebolo, durante su ceremonia de posesión. 

Veintidós días después, el proceso ya estaba publicado en el Sistema Electrónico de Contratación Pública (Secop) y el 31 de enero se lo volvió a presentar a la opinión pública como parte de un paquete clave de infraestructura de su tercer gobierno, que llamó Plan Alcalde.

Con esta obra, en particular, la Alcaldía busca ampliar el número de kilómetros de espacio público recuperados en el sur de Barranquilla, barrios con déficit histórico por la informalidad de sus procesos de urbanización durante los últimos 50 años y en permanente zozobra por la criminalidad.

La multinacional que no tuvo real competencia

Este martes 12 de marzo, la Alcaldía de Barranquilla adjudicó la losa en un proceso con solo dos oferentes: los consorcios Más Rebolo y San Felipe.

El primero, integrado por las empresas Smart Steel SAS (Barranquilla), Picar SAS (Bogotá) y Bygga Infraestructura (Sabaneta, Antioquia), no cumplió ninguno de los requisitos habilitantes. Es decir, no reunió las condiciones jurídicas, técnicas, financieras ni de capacidad organizacional exigidas por la licitación. 

Esa situación, poco usual, le facilitó el camino al Consorcio San Felipe, representado por Nuno Telmo Cipriano Viana Abranches e integrado por dos empresas de la multinacional portuguesa Mota Engil:

  • Colombia ME SAS, con el 99.99%.
  • Y Mota Engil Perú SA, sucursal Colombia, con el 0.01%.

Ambas firmas son controladas por la matriz Mota Engil SGPS SA, con sede en Portugal.

Mota Engil es un viejo conocido del charismo en Barranquilla porque ese grupo económico fue uno de los megacontratistas del segundo gobierno de Char, entre 2015 y 2019, contó La Silla Vacía

Lo fue junto a:

  • Inversiones Jacur y Compañía Limitada, de Faisal Cure; 
  • Valorcón SA, de la familia Gerlein. 
  • Y A Construir S.A, en aquel momento con participación accionaria de los hermanos Daes.

Mota Engil se ganó $239.654 millones en aquel momento como miembro de tres consorcios: dos para la construcción de dos tramos del Malecón del Río (Unidad Funcional 1 y Unidad Funcional 2) y el tercero para la canalización del arroyo de la carrera 65.

 En esos tres consorcios también participó la empresa Consortium Infraestructura, de Samuel Tcherassi —amigo de Char—, pese a que esa firma había sido creada meses antes de las adjudicaciones, reveló La Silla Vacía.

Además de su participación en Barranquilla, la multinacional portuguesa tiene un amplio recorrido en otras regiones de Colombia. Actualmente, participa en la construcción del corredor verde de la carrera séptima en Bogotá y del Metro de la 80 en Medellín

Antes trabajó en la ampliación de la terminal de contenedores del puerto de Buenaventura, la Vía Nordeste y Magdalena en Antioquia y el laboratorio de la Refinería de Cartagena (Reficar).

Su presencia en Colombia, sin embargo, no ha estado exenta de cuestionamientos.

Tuvo líos con la construcción y adecuación de 248 colegios, con recursos del Fondo de Financiamiento de la Infraestructura Educativa (FFIE), en varias regiones del país. 

Solo entregó 17 y, en septiembre de 2019, alegó que renunciaba a los contratos, que obtuvo entre 2015 y 2016, porque el FFIE no tenía voluntad de llegar a acuerdos para concluir esas obras.

También se retiró de la ejecución de 5.3 kilómetros de la Gran Vía Yuma, en Santander, después de haberse ganado el contrato que Ecopetrol le adjudicó en 2009. Ese tramo vial aún no está terminado. Hasta el año pasado, la vía seguía sin entregarse.

La obra en Rebolo

La losa que cubrirá el Arroyo de Rebolo tendrá una longitud de 1.357 metros.

Las dos filiales de la multinacional Mota Engil deberán construir este 2024 una tapa de 1.3 kilómetros con estructura metálica y concreto sobre el canal del Arroyo Rebolo, entre la carrera 23 y la calle 8.

El concreto de esa losa, sobre uno de los arroyos más caudalosos de Barranquilla, debe tener una resistencia de 4.000 PSI (libras por pulgada cuadrada, en inglés). Es decir, deberá soportar hasta 4.000 libras de presión por cada pulgada cuadrada para que sobre ella pueda construirse el Malecón del Suroriente.

Ese parque ya está en licitación y tiene a nueve oferentes en puja.

La Alcaldía de Barranquilla proyecta adjudicarlo, el próximo 19 de marzo, dentro de un paquete de $67.000 millones para el mejoramiento de canchas, zonas verdes y bulevares en distintas localidades. 

De esa bolsa de recursos, $15.114 millones serán para el Malecón del Suroriente que, según el Distrito, tendrá entre otros:

  • Gimnasios.
  • Senderos para trote y ciclorrutas.
  • Juegos infantiles.
  • Canchas de microfútbol y minibaloncesto.
  • Teatrino.
  • Pista de patinaje.
  • Zona de skate.

Además de construir el Malecón, con el cierre del canal de Rebolo, el Distrito busca acabar con los basureros a cielo abierto que hay a lo largo del arroyo, por los desechos de todo tipo arrojados a diario: desde escombros hasta electrodomésticos dañados y enseres viejos (muebles y colchones).

Por cuenta de esa continua acumulación de basura, en temporada de lluvias, el canal se desborda y el agua inunda las viviendas cercanas, en los barrios Rebolo, Montes, La Luz y Los Trupillos.

Esa situación deteriora mucho más rápido las casas y las desvaloriza en el mercado inmobiliario local.

A mediano plazo, al quedar completamente sellado, los barranquilleros ya no verán correr el agua por ese canal y los desbordamientos deberán ser página pasada. El agua correrá por debajo del Malecón del Suroriente.

Una respuesta a “Char estrena la megacontratación de su tercer gobierno con empresa consentida de su segunda alcaldía

  • Ilusos los que pensamos que Alex iba a aprovechar la mala memoria de los colombianos y que por tanto en este mandato se empezaría en una gestión transparente y con ello tapar las porquerías del pasado para quedar en el partidor de la aspiración presidencial..😏

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