Este contenido forma parte del especial ‘Así se invierten $29.000 millones en obras de infraestructura educativa en Cartagena’.
Una de las escuelas en la que la Alcaldía de Cartagena invirtió recursos, el semestre pasado, fue la Institución Educativa San Francisco de Asís, sede Membrillal, para mejorar la evacuación de aguas residuales.
Esa inversión, por $134.000.000, forma parte de un paquete económico de casi $29.000 millones que ejecuta la administración de William Dau, en convenio con Findeter y el Fondo de Financiamiento de Infraestructura Educativa, para mejorar los colegios públicos de la ciudad.
Ese monto contempla 60 obras en 42 escuelas. Las reparaciones locativas comenzaron a inicios de este año y debían estar listas antes del segundo semestre académico para no interferir con el desarrollo de las clases. Sin embargo, no todas estuvieron a tiempo y varias siguen en ejecución.
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Los problemas de infraestructura en Membrillal
Una de las sedes de la escuela San Francisco de Asís está ubicada en la vereda Membrillal, en el corregimiento de Pasacaballo, al sur occidente de Cartagena.
Esta población, de un poco más de cinco mil habitantes, no tiene alcantarillado ni buena infraestructura vial, pese a estar rodeada por el conglomerado industrial de Mamonal, motor de la economía cartagenera que mueve millonarios recursos año tras año.
Por eso, cuando llueve, la fosa séptica de la escuela suele desbordarse y las aulas terminan inundadas de aguas servidas. La situación empeora con las calles sin pavimento, pues los estudiantes deben chapotear en medio del barro.
Con la inversión distrital del semestre pasado, que permitió la construcción de un sistema de evacuación de aguas en los costados de la escuela, la situación debe haber mejorado.
Sin embargo, en la escuela San Francisco de Asís los problemas de infraestructura están lejos de ser capítulo pasado porque la planta física sólo cuenta con cinco aulas para casi 800 estudiantes, que reciben clases repartidos en dos jornadas: mañana y tarde.
Por la falta de espacio, los jóvenes sólo pueden cursar hasta noveno grado en la sede de Membrillal. Si quieren graduarse como bachilleres, deben trasladarse a la escuela del barrio Arroz Barato, a cinco kilómetros de distancia. Allí se matriculan en los grados décimo y undécimo.
La escuela tampoco tiene biblioteca, sala de informática, ni comedor. Además, necesita un transformador para garantizar que el servicio eléctrico funcione sin interrupciones.
Haroldo Bofante, coordinador de esta institución, le pide a la Alcaldía de Cartagena mayor dotación del mobiliario académico porque la escuela pasó de 500 estudiantes a casi 800, los últimos años, y ni las sillas ni los salones dan abasto.
Él y otros directivos docentes han solucionado, parcialmente, la falta de sillas remendando las existentes y adaptando algunos pupitres para garantizarles a todos los estudiantes dónde sentarse.
El contratista
La empresa Dar Arquitectura fue la encargada de los trabajos en esta escuela. Esa firma de Sincelejo, capital de Sucre, está matriculada en la Cámara de Comercio desde 2012 y se dedica, principalmente, a actividades de arquitectura, a la construcción de obras de infraestructura vial y al transporte de carga.
Los representantes legales de esta firma son Dairo Alberto Romero Rojas y Prudencio Romero Jiménez. La representante suplente es Emilia Rojas Robles.
Desde 2012 está inscrita en el Registro Único de Proponentes, lo que le permite contratar con entidades públicas. De hecho, entre 2012 y 2022 se ha ganado más de $16.000 millones en contratos con varias entidades públicas a nivel nacional.