La Asociación Pública Privada (APP) es un tipo de concesión, que se materializa con contratos a largo plazo entre uno o varios socios privados y una agencia del gobierno, para proveer infraestructura y servicios públicos. Los privados asumen un rol protagónico en la administración y mitigación de los riesgos de las obras.
Estas figuras se han convertido en una herramienta para diseñar, construir, financiar, operar y mantener proyectos de infraestructura pública, tanto de tipo productivo (vías, puertos o aeropuertos) como social (escuelas, hospitales, viviendas de interés social). En países de alta productividad como Canadá, Australia y Reino Unido son de uso frecuente.
Si una obra se construye a través de un contrato tradicional, la entidad pública debe especificar los materiales a utilizar y definir aspectos por cada zona o área del nuevo edificio. Mientras que por APP, la entidad pública solamente especifica la calidad del servicio que prestará la obra, pero será el privado el que determine los materiales que utilizará para cumplir con los estándares requeridos.