Cartagena cierra otro año con gran parte de su megaproyectos pendientes. /Foto: Tatiana Velásquez
Cartagena comienza 2021 con un listado de macroproyectos por aterrizar
Varios de los proyectos medulares para mejorarles la calidad de vida a los cartageneros tampoco se concretaron en 2020. La capital de Bolívar inicia un nuevo año con mayor pobreza por la pandemia por coronavirus.
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Cartagena cierra 2020 con una pandemia por coronavirus que aplazó gran parte de sus megaproyectos. A la emergencia sanitaria se sumaron las relaciones tensas entre la administración Distrital con actores clave para el desarrollo de la ciudad como el Concejo o la bancada bolivarense en el Congreso. Unas diferencias que siguen dibujando un panorama nublado para una Cartagena en crisis administrativa desde hace una década.
Cartagena tiene el reto de aterrizar este 2021 proyectos clave para mejorar su calidad de vida a mediano y largo plazo. Algunos de esos proyectos han estado empantanados en parte por la inestabilidad distrital de la última década y la falta de una clase política que vea más allá de sus intereses personales.
Entre los proyectos pendientes de la capital de Bolívar están:
- El Plan de Drenajes Pluviales. Una macro inversión que contempla obras de infraestructura en los caños y canales, más allá de las limpiezas. Hoy la ciudad tiene un esbozo al que aún le falta definir mejor sus diseños y plantear una solución completa. Si se ejecuta, el Plan le evitaría a esta capital las inundaciones de cada año.
- Una solución a largo plazo para el alumbrado público. Desde hace dos años Cartagena tampoco ha podido trazar las nuevas condiciones de operación de su alumbrado público. Por eso, ha tenido que prorrogar dos veces el contrato al actual operador. A pocos días de un nuevo vencimiento, el Distrito anunció que le entregará la operación a un nuevo operador durante un año mientras encuentra una solución a largo plazo.
- La finalización de los puestos de salud. Otro asunto que sigue en el aire es la terminación de cinco puestos de salud, inconclusos desde la época de Dionisio Vélez. La solución planteada a mediados de este año terminó empantanada y todavía hoy no es claro cuándo estarán listas esas obras, que les permitiría a cartageneros en barrios pobres recibir atención médica de manera más oportuna, especialmente en tiempos de pandemia.
- El Plan de Protección Costera. La ciudad también tiene pendiente sacar adelante su Plan de Protección Costera para evitar la erosión en parte de su litoral. Aunque la contratación de esa megaobra, que depende de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo, debía adjudicarse este año, no fue posible. Ahora esa entidad nacional realiza un nuevo proceso de contratación que debe terminar con la selección del contratista el primer semestre de 2021.
- Garantizar alimento para sus ciudadanos más pobres. A todos esos desafíos en infraestructura se suma el hambre que se ha agudizado con la pandemia por Covid-19 y por la que los cartageneros de los barrios más pobres ya reclamaban, el semestre pasado y con cacerola en mano, comida. En la más reciente medición de Pulso Social del Dane, el número de cartageneros que tenía alimento garantizado tres veces por día cayó del 70% al 39%. De hecho, Cartagena ocupó el último lugar en seguridad alimentaria entre las 23 capitales donde el Dane aplicó la encuesta.
- POT y PEMP. El Plan de Ordenamiento Territorial (POT) y el Plan Especial de Manejo y Protección del Centro Histórico (PEMP) son dos hojas de ruta, impulsadas por el gobierno distrital para reorganizar una de las ciudades más desiguales de Colombia. Ambas discusiones ameritan que los distintos actores, tanto del sector público como del privado, trabajen unidos por dos razones:
-Porque el POT vigente data de 2001, es decir, plantea directrices para una ciudad muy distinta a la actual.
-Porque el PEMP debe ser producto de una construcción conjunta, pues define acciones técnicas, administrativas, socioculturales y financieras para implementarse en el Centro Histórico.