fbpx
Reynaldo Torres /Foto: Archivo particular.

[Opinión] $8.000 millones perdidos: el fracaso del nuevo software de recaudo de Transmetro

La crisis del transporte público del Área Metropolitana de Barranquilla ha tocado fondo, entre otras razones por los problemas administrativos de Transmetro. Reynaldo Torres denuncia improvisación del sistema al cambiar la operación de su recaudo.

A $8.270 millones asciende el valor del contrato firmado entre la empresa Nebula Engineering SAS y Transmetro SAS para brindar servicio de soporte tecnológico en el recaudo y realizar el control de flota del sistema de transporte masivo. 

Esa empresa inició la implementación de un nuevo software que ha sido un fracaso absoluto por su falta de desarrollo y experiencia, lo que increíblemente ha deteriorado aún más el servicio diario para los usuarios. Esta empresa está facturando a pesar de incumplir con parte del contrato, pero ¿de dónde salió Nebula?

Nebula ya había sido cuestionada por la forma misteriosa e inexplicable en la que logró el contrato de operación tecnológica del Sistema Inteligente de Buses (SIBUS) entregado por el Área Metropolitana de Barranquilla (AMB) en 2022. 

Esto ocurrió a pesar de que la empresa Metro de Medellín había ganado el primer lugar cumpliendo con los ocho criterios de evaluación establecidos en su momento en la convocatoria pública. Metro de Medellín, incluso, de manera pública, desmintió haber desistido de la intención de asumir la operación que finalmente obtuvo una empresa con mucha menos experiencia.

Transmetro asumió desde este año la operación del recaudo, después de la liquidación de Recaudos SIT, empresa que tuvo la concesión entre 2008 y abril pasado. Entre sus socios iniciales estuvo una compañía de los condenados primos Nule, uno de ellos (Guido) es cuñado de Alejandro Char, quien era el alcalde para la época de esa adjudicación.

Para garantizar el recaudo, Transmetro firmó el pasado 12 de abril un contrato de colaboración empresarial, hasta el 31 de diciembre de 2027, con Nebula por $8.270 millones.

Sin embargo, la implementación del nuevo software de recaudo ha sido improvisada, traumática y sin un plan de contingencia adecuado. El lunes 15 de abril, los usuarios se encontraron con largas e interminables filas en horas de la mañana, donde por obligación tenían que migrar la información de sus tarjetas a unos validadores en los torniquetes antes de hacer otra fila para las recargas. 

Parte de ese caos se ocasionó por la lentitud del nuevo software, que tarda en promedio 20 segundos en recargar una tarjeta, mientras que el anterior tomaba sólo cuatro segundos. Es decir, ahora el proceso es cinco veces más lento que antes.

Automáticamente, este cambio deshabilitó para los usuarios la posibilidad de recargar en los anteriores puntos de recarga del sistema, como compra y ventas, al interior de centros comerciales y en universidades, sin darles otras alternativas. 

¿Se pensó en el usuario cuando se planificó esta transición? La evidencia muestra lo contrario. El funcionamiento del nuevo software ha presentado caídas recurrentes del sistema, lo que ha llevado a la utilización de tickets de manera manual.

Este deterioro en el servicio ha provocado un nuevo fenómeno: la aparición de revendedores de pasajes, que venden cada uno a $3.500 para que la gente se ahorre las enormes filas de recarga (el valor oficial del pasaje es $3.100 de lunes a sábado y $3.200, los domingos y días festivos.). 

Algo que llama profundamente la atención es que esta empresa Nebula, según el contrato, debe contar con las herramientas para la ejecución de su objetivo. Increíblemente, la empresa no tenía los equipos para las recargas en taquilla. Ante la falta de equipos, Transmetro contrató con AOC Soluciones el alquiler de 75 equipos de cómputo por $193.995.000 por nueve meses.

Otro grave incumplimiento de Nebula tiene que ver con el control de flota, obligación que quedó estipulada en el contrato. Aún esa empresa no está haciendo ese control, pero ya está facturando. ¿Eso qué implica? Que hoy Transmetro no puede monitorear los recorridos de los operadores Sistur y Metrocaribe. En pocas palabras, hoy Transmetro no sabe si un vehículo está cumpliendo con el recorrido dentro de los tiempos establecidos por despacho. 

Por esa razón, los pasajeros ya no pueden ver cuántos minutos faltan para la llegada del bus en las estaciones, algo que no solo deteriora la experiencia sino que evidencia cómo el sistema está funcionando con total improvisación bajo la administración de Carlos Andrés López, gerente de Transmetro.

La última medida sin mucho sentido fue el lanzamiento de una tarjeta el 14 de mayo, para uso exclusivo para Transmetro. ¿Por qué? ¿Y la integración? ¿Por qué razón el nuevo operador de recaudo, que es el mismo operador tecnológico del SIBUS, lanza una tarjeta que no es compatible entre los sistemas? 

Todo eso sólo revela la inmensa falta de planificación en el transporte público de la ciudad.

 

*Rey Torres fue candidato al Concejo de Barranquilla en las elecciones de 2023, avalado por la Alianza Verde. Las empresas Transmecar y Cootransco, miembros del gremio transportador público del Área Metropolitana de Barranquilla, apoyaron su campaña con publicidad política en sus vehículos. Es secretario político de la Organización Construyamos.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Suscríbete a La Contratopedia Caribe

Share This