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El criticado contrato de las Fiestas de Independencia costó $665 millones más

Las Fiestas del 11 de Noviembre se celebraron este 2022 con variados eventos presenciales, después de dos años a media marcha por el Covid-19. /Foto: Prensa Alcaldía de Cartagena

El criticado contrato de las Fiestas de Independencia costó $665 millones más

Con una adición presupuestal de $665.750.000, la organización de los eventos para conmemorar los 211 años del grito de independencia cartagenero terminó costando $2.680 millones. La selección del operador aún genera polémica en esta capital.

Las Fiestas de Independencia de Cartagena se celebraron en medio de un tsunami de críticas por el origen foráneo de su organizador; el doble asesinato de un comerciante y su hija de 11 años, la semana previa, y los estragos que dejaron las lluvias en vastos sectores de esta capital.

Ese criticado contrato por $2.014 millones, que el Instituto de Patrimonio y Cultura (IPCC) firmó el 3 de octubre con Plaza Mayor Medellín Convenciones y Exposiciones SAS, terminó ejecutándose por $665.750.000 adicionales. Es decir, el Distrito le deberá pagar a la empresa antioqueña $2.680 millones.

Ese 33% de aumento en el contrato se dio, pese al malestar del sector cultural con el IPCC por haber escogido a un operador de Antioquia —y no de Cartagena— para la conmemoración de los 211 años del Grito de Independencia y a pesar de la cancelación de cuatro de los 16 eventos para los que Plaza Mayor fue contratada: Ruta de la Independencia, Desfile de Noche de Candela, Jolgorio de Tambores y Noche de Tradición Festiva.

Casi $700 millones adicionales

El aumento de $665.750.000 se dio —según se lee en un documento que modificó el contrato inicial (otrosí número 3, del 9 de noviembre)— por varias razones:

  • Por la “temporada intensa de lluvias”, que obligó a cambiar locaciones abiertas por sitios cerrados y generó retrasos en los montajes. 
  • Por el aumento de la “seguridad y logística” para garantizarles a los asistentes “el disfrute adecuado” de los eventos, dadas “las situaciones de orden público y seguridad” que enfrenta Cartagena. Por tanto, dice el IPCC, hubo necesidad de “incrementar las cuadrillas logísticas de trabajo, apoyos de demarcación, entre otros, para la producción, montaje y desarrollo adecuado de los eventos”.
  • Y porque de haber imprevistos no contemplados en el presupuesto inicial, el contratista podía solicitar más recursos, que autorizaría el IPCC.

Con casi $700.000.000 adicionales, el IPCC reorganizó el presupuesto de las Fiestas. La mayor parte de esa inyección la destinó a logística y pago de personal. Fue así como:

  • El Desfile de Independencia pasó de $359.549.585 asignados a $654.167.233.
  • Salsa a la Plaza, de $39.424.500 a $99.127.160.
  • La Noche de Elección, de $197.021.749 a $285.240.514.
  • Y el ítem de ‘Varios’, de $127.703.982 asignados a $290.832.667.

Si bien el IPCC calificó como “imprevistos” la temporada invernal y los problemas de seguridad, ambas situaciones no son nuevas en Cartagena y, por el contrario, podrían interpretarse como evidencias de una mala planeación en la organización de las Fiestas, pues cada noviembre esta capital enfrenta los embates de las lluvias y su actual ola de inseguridad comenzó en 2021, con la reapertura de su economía tras casi un semestre cerrada por la cuarentena por coronavirus.

Los otros dos otrosíes 

La adición de casi $700.000.000 fue el segundo cambio de distribución de recursos que tuvo el contrato con Plaza Mayor.

Antes, el 5 de noviembre, hubo reajustes al presupuesto (otrosí 2), después de  la cancelación de la Noche de Tradición Festiva, por la declaratoria distrital de luto: el comerciante Jaime Llorente y su hija de 11 años, Alejandra Llorente, fueron asesinados en el sector Madre Bernarda, el 3 de noviembre.

Como el IPCC firmó el convenio interadministrativo con Plaza Mayor por un valor global, el evento cancelado (que tenía proyectada una inversión de $146.395.025) no afectó el monto final sino que obligó a esa entidad distrital a reasignar los rubros de su presupuesto festivo.

Sufrieron cambios cinco ítems del contrato:

  1. Noche de Talentos y Tradición Festiva 
  2. Noche de Candela y Jolgorios
  3. Traje de Baño
  4. Noche de Elección 
  5. Ítem Varios.

Después de esa modificación al contrato vinieron otras tres cancelaciones. Además de la Noche de Tradición Festiva, el 6 de noviembre la Alcaldía informó la cancelación del Jolgorio de Tambores y el 8 de noviembre, la Ruta de la Independencia y el Desfile de Noche de Candela.

Los recursos que se pudieron liberar con esas cancelaciones, sin embargo, no fueron suficientes para cubrir los imprevistos por “situaciones de orden público y seguridad”, pues luego el IPCC firmó la ya mencionada adición de plata.

Antes, el 7 de octubre, el contrato había sufrido su primera modificación. Con el otrosí número 1, el comité de coordinación, responsable de la organización y ejecución de las Fiestas, quedó en manos del director general del IPCC, Óscar Uriza.

Inicialmente, de ese comité también formaba parte un profesional especializado del área administrativa del IPCC, pero luego asumió “competencias” para la aprobación de los pagos a Plaza Mayor. Por tanto, a efectos “de generar una mayor independencia e imparcialidad”, no era “procedente” que participara previamente “en la toma de decisiones” sobre el contratista.

Plaza Mayor debe recibir los recursos en dos desembolsos. El IPCC ya le pagó el primero por $920.233.840.

La Contratopedia le envió un cuestionario al director del IPCC Óscar Uriza Pérez para conocer más detalles sobre los “imprevistos” que desencadenaron la adición presupuestal de este contrato y no están especificados en la carpeta  contractual, colgada en el Sistema Electrónico de Contratación Pública (Secop). Aún no recibimos las respuestas.

Un contrato criticado desde su firma

El contrato entre el IPCC y Plaza Mayor se suscribió bajo la modalidad de convenio interadministrativo, una modalidad de contratación directa que no contempla la competencia ni las ofertas y popularmente es conocida como ‘contratación a dedo’. 

Ese convenio forma parte de un patrón de contratación de la Alcaldía de Cartagena, que ha persistido durante el gobierno de William Dau: la mitad de megacontratos (procesos superiores a los mil millones de pesos) se han firmado de manera directa, contó La Contratopedia Caribe en una investigación reciente

Eso a pesar de que como veedor el hoy alcalde Dau cuestionó a sus antecesores por entregar ‘a dedo’ contratos así de abultados. 

Plaza Mayor es una sociedad comercial,  dedicada a la organización de convenciones, eventos comerciales y actividades recreativas.  Su gerente general es Víctor Hugo Zapata Madrigal. 

Esa empresa, con sede en Medellín, es la administradora del recinto ferial Plaza Mayor, reconocido por albergar eventos de impacto nacional como Colombiamoda y Expoartesano.

Además de los cuestionamientos que generó la adjudicación de esos recursos sin competencia alguna, el origen del contratista tampoco cayó bien en Cartagena. 

Actores culturales, periodistas, veedores, políticos y demás ciudadanos se preguntaron si la Alcaldía de Medellín contrataría a una empresa de La Heroica para organizar su tradicional desfile de silleteros. 

Un hecho poco probable porque industrias creativas como las Fiestas del 11 de Noviembre o la Feria de las Flores suelen ser gestionadas por actores locales, quienes conocen mejor las tradiciones de festividades con características únicas. Cabildos, banditos, preludios y desfiles en el caso de la Independencia de Cartagena.

Gina Ruz Rojas, una de las personas que más ha investigado las Fiestas en Cartagena y trabajado por su revitalización, cuestionó que la selección del operador se hubiera dado “a espaldas de propuestas y procesos” de la “ciudad”.

Mientras que Catalina Vela, del colectivo cultural Imagina Cartagena, lamentó que no fuese talento cartagenero el escogido pese a haber “productores y productoras locales que la sacarían del estadio montando esa fiesta”.


Otras voces dijeron que el convenio del IPCC es una nueva evidencia de la desconfianza que el actual gobierno distrital les tiene a las empresas cartageneras, asociadas reiteradamente con malas prácticas por el alcalde Dau en sus ya comunes generalizaciones.

Al otro lado de la balanza, hubo voces que aplaudieron la selección de un operador antioqueño, con probada experiencia en organización de eventos, porque descentralizó las Fiestas y obliga a los proveedores locales a fortalecer su portafolio de servicios y a ofertar mejores precios. 

Sin embargo, sobre los resultados de varios de los eventos organizados por Plaza Mayor hay opiniones divididas y anuncios de control político desde el Concejo para que el director del IPCC, Óscar Uriza Pérez, dé explicaciones por denuncias de malos tratos y problemas logísticos.

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