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Las pérdidas económicas para Bolívar, estimadas en un reciente estudio del Banco de la República, oscilan entre el 0.4% y el 6.2% del PIB del departamento. /Foto: Tatiana Velásquez

“Bolívar puede perder entre $140.000 millones y hasta dos billones de pesos mensuales”: Banco de la República

Jaime Bonet, gerente del Banco de la República en Cartagena y director del Centro de Estudios Económicos Regionales (CEER) de esa institución, detalla las posibles pérdidas económicas para Cartagena y Bolívar por la pandemia. Las proyecciones hacen parte de un estudio sobre el impacto económico del virus en las regiones.

*Esta entrevista forma parte de la serie ‘Pensar el territorio, pensar lo que viene’.

Una de las pocas certezas que desde ya le deja la pandemia al mundo es el incierto y largo camino que deberá recorrer para recuperar su economía, tan pronto tenga controlado el nuevo coronavirus.

En Colombia se desvanecieron las proyecciones de crecimiento del 3.5% para este 2020 y en Cartagena, su capital turística, la Cámara de Comercio calcula el cierre de hasta 25.000 negocios, los próximos meses.

Para dimensionar cómo la pandemia afectará las economías regionales en Colombia, un equipo de investigadores del Banco de la República publicó, en mayo pasado, el documento ‘Impacto económico regional del Covid-19 en Colombia: un análisis insumo-producto’.

Ese estudio muestra que la pandemia golpeará a las regiones, según su estructura económica, la informalidad de su mano de obra y la severidad del virus en sus territorios.

Para conocer detalles del golpe económico en Bolívar y su capital, La Contratopedia Caribe entrevistó al economista Jaime Bonet, uno de los investigadores de ese documento, gerente de la sucursal en Cartagena del Banco de la República y director del Centro de Estudios Económicos Regionales (CEER) de esa institución.

Jaime Bonet, gerente del Banco de la República en Cartagena y director del Centro de Estudios Económicos Regionales (CEER) de esa institución. Fotografía tomada de El Pilón.

La Contratopedia Caribe. El documento plantea que por la pandemia habrá reducción en el consumo de los hogares, un menor ingreso nacional y un aumento del gasto público. ¿Cómo verán los cartageneros y los colombianos en general reflejadas esas realidades económicas en su día a día? 

Jaime Bonet. El documento estima pérdidas en actividad económica como resultado de las medidas de aislamiento preventivo, las cuales podrían tener repercusiones en las realidades de la población dependiendo, entre otros factores, de su duración y los esfuerzos del gobierno para contenerlas. 

En particular, el documento estima que, para el agregado nacional, el aislamiento preventivo implicaría una reducción en el número actual de empleados desde 520.500 trabajadores en el caso de aislar solo a mayores de 70 años hasta 13.3 millones en un escenario de confinamiento del 60% de ocupados. 

El aislamiento de esta población llevaría a pérdidas económicas que varían entre $4.6 billones y $59 billones por mes, de acuerdo con los escenarios de aislamiento considerados, cifras que representan entre 0.5% y 6.1% del PIB nacional. 

La rama económica de servicios aparece como la más afectada, donde se destacan las actividades de alojamiento y servicios de comida, servicios inmobiliarios, servicios administrativos, actividades profesionales y técnicas, construcción y comercio.

LCC. El estudio muestra que las pérdidas económicas estarían condicionadas por seis escenarios de confinamiento, que van desde solo restringir a la población mayor de 70 años hasta un aislamiento más estricto con el 60% de los empleados del país por fuera de sus trabajos. ¿Cuales son las proyecciones de reducción de empleos a las que se enfrentan Bolívar y Cartagena?

JB. En Bolívar, el número de empleados en aislamiento estimado por el modelo oscila desde 24.415 trabajadores en el escenario más laxo, donde se aíslan únicamente a los mayores de 70 años, hasta 557.328 empleados, cuando el porcentaje de empleados en aislamiento es del 60%. 

No obstante, estas cifras no se refieren directamente a la reducción de empleos en la ciudad, ya que parte de los trabajadores aislados podrían mantener sus empleos e ingresos.

Unos empleados pueden estar en aislamiento, pero continuar recibiendo salario.  Si son informales, lo más probable es que terminen desempleados. Por eso el impacto local está determinado por el grado de informalidad laboral.

Sobre este aspecto es importante mencionar que, dentro del grupo de ocupados aislados en Bolívar en el escenario de confinamiento más estricto, el 80% son informales, un grupo que probablemente está dejando de percibir ingresos y que puede tener mayores dificultades de recuperar su empleo al momento que se relajen las medidas de aislamiento.

LCC. Según esos escenarios, ¿a cuántos millones de pesos mensuales ascenderían las posibles pérdidas económicas proyectadas para Cartagena y Bolívar? ¿Eso qué representa del PIB de esos entes territoriales?

JB. El impacto económico de las medidas de aislamiento en Bolívar se ubica entre $140.000 millones por mes, en un escenario en donde solo los ocupados mayores de 70 años enfrentan estas medidas (2% del total de ocupados), hasta dos billones de pesos mensuales si se considera un aislamiento del 60% de los ocupados. 

Estas cifras oscilan entre el 0.4% y el 6.2% del PIB del departamento en un mes de aislamiento, respectivamente. 

LCC. Como una de las ramas económicas más afectadas es la de servicios, especialmente las actividades relacionadas con el alojamiento y los restaurantes, ¿cuáles son las pérdidas económicas que ustedes estiman para ese sector en una ciudad tan turística como Cartagena?

JB. En nuestras estimaciones, el sector de alojamiento y servicios de comidas en Bolívar ocupa el quinto lugar con mayores pérdidas económicas cuando el aislamiento asciende al 60% de los ocupados. 

En particular, los cinco sectores que más contribuyen a la pérdida total de dos billones de pesos en este departamento son en su orden: 

  • Construcción (13.8%)
  • Actividades de servicios administrativos, profesionales y técnicas (10.4%), 
  • Fabricación de productos de refinación del petróleo (9.2%), 
  • Actividades inmobiliarias (9.9%) y
  • Alojamiento y servicios de comida (7.5%). 

Es decir que, en su conjunto, estas actividades representan el 49.8% de la pérdida total. 

Por otra parte, el sector de alojamiento y servicios de comidas encabeza la lista con mayor porcentaje de sus ocupados en aislamiento, el cual asciende al 94%. 

LCC. En otra investigación reciente sobre las finanzas públicas de Cartagena, en la que usted también participó, se plantea que para superar las condiciones de pobreza en las que vive una cuarta parte de la población cartagenera y para poder dotar a esta ciudad del nivel de infraestructura física que la convierta en una urbe moderna hay grandes necesidades de gasto público. ¿Cuáles son esas inversiones y qué tanto, estima, cambiarán por la pandemia?

JB. En el estudio se menciona que el programa Cartagena Cómo Vamos elaboró una ruta estratégica para identificar las intervenciones para mejorar la calidad de vida y reducir las desigualdades. En esta ruta se incluyeron los costos estimados en cinco temas específicos: educación, salud, saneamiento básico, vivienda y generación de ingresos de la población. 

De acuerdo a las estimaciones de Cartagena Cómo Vamos, el costo de toda la ruta en los próximos cuatro años (2020 -2023) sería de aproximadamente $904.625 millones, y para 10 años (2020-2030) los costos ascenderían a $3.6 billones. 

En el documento señalamos que este último valor es más del doble de lo que el Distrito de Cartagena tuvo como ingresos disponibles para inversión durante los últimos diez años ($1.6 billones), lo que indica que para realizar las inversiones prioritarias que han sido proyectadas es indispensable aumentar los ingresos propios. 

En esa hoja de ruta, elaborada por Cartagena cómo vamos, algunas de esas metas al 2030 son:
  • Pasar del 80.61% de tasa de cobertura neta sin extra edad, en educación básica y media, al 94.23%.
  • Intervenir 42 de los 45 de los centros hospitalarios de la Red primaria pública de salud de Cartagena. Una inversión de, al menos,  $337.009 millones.
  • Ampliar la red de saneamiento básico (acueducto y alcantarillado), incluyendo a comunidades como Bayunca, Pontezuela, Tierra Baja, Puerto Rey y los corregimientos insulares, tiene un costo cercano a los $424.073 millones.

LCC. En esa investigación reciente sobre las finanzas públicas de Cartagena, también, se plantea la necesidad de que la ciudad realice un mayor esfuerzo recaudatorio para reducir su pobreza. Ante el impacto del Covid-19, ¿qué otras fuentes tentativas de ingresos tributarios y no tributarios podría explorar la ciudad? 

JB. En la actualidad el Gobierno nacional expidió una serie de normas para permitir un mayor acceso a recursos por parte de los municipios y departamentos para atender la pandemia. Por ejemplo, el Decreto 461 de 2020 autoriza reorientar cierto porcentaje de recursos con destinación específica por acto administrativo y legal para atender la emergencia del Covid-19. 

Las estimaciones del Ministerio de Hacienda de Crédito Público indican que, bajo cierto escenario de crecimiento de los ingresos y los gastos, los recursos reorientables disponibles alcanzarían los $40.000 millones. Además, el Decreto 678 de 2020 flexibiliza las reglas de endeudamiento y gasto corriente de los gobiernos subnacionales (administraciones regionales), lo que les permitiría un mayor endeudamiento y gasto para atender la pandemia. 

Finalmente, de acuerdo con el sistema de información del Sistema General de Regalías, Cartagena tendría disponible cerca de $25.000 millones.

Estas son algunas de las posibles fuentes de financiamiento con los que cuenta el distrito para la actual coyuntura. 

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