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Primer tramo para recuperar Mallorquín se lo ganó un megacontratista y socio charista

Barranquilla busca recuperar la Ciénaga de Mallorquín, durante los próximos dos años, con una inversión de hasta $300.000 millones. /Foto: Render entregado por la Alcaldía de Barranquilla

Primer tramo para recuperar Mallorquín se lo ganó un megacontratista y socio charista

El Consorcio JCO Mallorquín, cuyo porcentaje mayoritario lo tiene Faisal Cure Orfale, realizará la primera fase de obras por $82.464 millones en la Ciénaga de Mallorquín.

Un contratista al que le ha ido muy bien desde que el charismo maneja la contratación pública local obtuvo la primera fase de recuperación de la Ciénaga de Mallorquín. Se trata del empresario Faisal Cure Orfale, señalado el año pasado por una exsenadora de pagar coimas.

Cure es dueño de Jacur SAS, empresa que tiene el 75% de participación en el Consorcio JCO Mallorquín, ganador del contrato por $82.464 millones para intervenir el cuerpo de agua, ubicado al extremo norte de Barranquilla.

La empresa con el 25% restante es Obraci Construcciones SAS, representada por Juan Manuel Gerlein Cuello, nieto del también megacontratista barranquillero Julio Gerlein. 

Esas dos empresas se ganaron esos recursos después de competir contra otros tres oferentes, algunos de ellos habituales protagonistas de la contratación local durante la última década.

Con esta reciente adjudicación, persiste en esta capital un patrón de contratación que se consolidó en 2008 con la llegada de Alejandro Char a la Alcaldía: entregar la megacontratación a un reducido grupo de empresas, en detrimento de la pluralidad de oferentes.

Un asunto sobre el que la Cámara Colombiana de Infraestructura ha encendido varias alarmas y que va en contravía de lo que ocurre en otras capitales, donde suele haber mayor puja entre privados para la construcción de la millonaria infraestructura pública.

El contrato y los contratistas

El proceso de contratación de la primera de las siete fases que contempla la recuperación de la Ciénaga de Mallorquín, por hasta $300.000 millones, está a cargo de Edubar, una gestora y operadora de macro proyectos de Barranquilla de composición mixta. La Alcaldía de Barranquilla ha firmado con ella convenios interadministrativos, durante la última década, para ejecutar gran parte de sus megaobras de infraestructura.

Al regirse por derecho privado, suele ser más difícil hacerle veeduría a la contratación que le deleguen entes públicos como la Alcaldía, contó La Silla Vacía.

Edubar publicó, el pasado 19 de mayo, en su sitio web y en una de las plataformas del Sistema de Contratación Pública de Colombia (Secop I), las condiciones para la ejecución del proyecto ecoparque Mallorquín. Tres consorcios y una empresa enviaron sus ofertas.

Pese a que los cuatro oferentes tienen experiencia en contratación de infraestructura pública, dos de ellos (A Construir SA, de los hermanos Christian y José Manuel Daes, y el Consorcio Ecoparque Mallorquín, con la multinacional Mota Engil detrás) no presentaron una garantía de seriedad, un seguro con el que el contratante, en este caso Edubar, se protege de riesgos económicos. Esos dos privados, por tanto, incurrieron en una causal de rechazo y fueron descartados.

Edubar sólo evaluó las otras dos propuestas y, tras sumar los componentes técnicos, jurídicos, financieros y económicos de las mismas, Consorcio JCO Mallorquín con 970 de mil puntos posibles obtuvo el mayor puntaje. El otro competidor, Consorcio Ecoparque ME, sumó 939 puntos.

El contratista mayoritario detrás del ganador es el empresario Faisal Cure, conocido en Barranquilla como alguien cercano a Fuad Char, patriarca de la familia política y emporio económico Char. 

De hecho, Faisal Cure tiene relaciones comerciales con algunos Char a través de las empresas BSJ Construcciones SAS y Desarrollos Inmobiliarios del Caribe SAS, donde también tiene participación, contó La Silla Vacía. 

Como contratista, Cure está en las grandes ligas de la contratación local. Solo en la segunda administración de Alejando Char ganó $243.222 millones en contratos. Ahora con Elsa Noguera en la Gobernación del Atlántico obtuvo una intervención vial por $9.248 millones, como miembro de la Unión Temporal Jacob 2020.

Sobre Cure, la exsenadora Aida Merlano (condenada por la Corte Suprema de Justicia por los delitos de corrupción al sufragante, concierto para delinquir y porte o tenencia ilegal de armas) le dijo en 2020 a Revista Semana desde Venezuela, que le había entregado tres mil millones de pesos al exalcalde Alejandro Char para campañas políticas.

Plata con la que retribuyó —aseguró Merlano—  por contratos que obtuvo en sociedad con el también empresario barranquillero Julio Gerlein, durante la segunda administración de Alejandro Char (2016-2019).

Cure y Gerlein se ganaron en 2016, a través de Arroyos de Barranquilla SAS, la canalización del arroyo de la calle 76 por $89.350 millones. Conformaron esa sociedad con sus empresas Inversiones Jacur y Valorcon. Y en 2017 obtuvieron, como miembros de la Unión Temporal Gran Vía R90, un contrato por $90.648 millones para ampliar la Vía La Cordialidad de Barranquilla.

Sobre las declaraciones de Merlano, que incluyeron a aforados, la Fiscalía y la Corte Suprema de Justicia anunciaron investigaciones en febrero de 2020. Hasta ahora Merlano es la única condenada por ese entramado de corrupción. 

La empresa con la que Cure participa en la intervención de Mallorquín es Jacur SAS, constituida en 1995 en Barranquilla, inicialmente, por sus hermanas Silvana y Celia Cure Orfale (luego cedieron sus acciones y hoy los socios son Itamara García Cohen y Faisal Cure García, esposa e hijo del contratista). Desde la fundación de esta sociedad, Cure ha sido su gerente y ha tenido poder amplio sobre ella.

Desde septiembre de 2019 Jacur SA se convirtió en la sociedad matriz del Grupo Empresarial Jacur, del que también forman parte BJS Construcciones SAS, Desarrollos Inmobiliarios del Caribe (Deinca SAS) (En estas dos últimas también tienen participación algunos miembros de la familia Char), Jamaq SAS, Fábrica Metropolitana de Bloques SAS, Colombian Logistic Group SAS y Fundación Jacur.

Jacur SAS tiene poder de decisión sobre esas empresas y es dueña, además, de una estación de servicio, que distribuye gasolina de Terpel, ubicada en un parque industrial y comercial del municipio de Galapa (Atlántico).

La segunda empresa detrás del Consorcio JCO Mallorquín es la también barranquillera Obraci Construcciones SAS, constituida en 2020 y cuyos accionistas son Construcorp SA, Inversiones y Construcciones Range SAS y Valores y Contratos SA (Valorcon). Su actividad económica incluye la construcción de obras de ingeniería civil y carreteras.

Su representante legal es Juan Manuel Gerlein Cuello, del mismo tronco familiar de los Gerlein, una de las familias más reconocidas de Colombia por tener entre sus miembros a quien llegó a ser el congresista más longevo del país (Roberto Gerlein) y a uno de los principales contratistas públicos (Julio Gerlein). Este último, dueño de Valorcon.

Sobre Julio Gerlein la exsenadora Aida Merlano dijo, también desde Venezuela y en entrevista a Revista Semana, que había pagado $3.000 millones para favorecer a un candidato a la Alcaldía de Cartagena en unas elecciones atípicas y asegurarse así la extensión de un contrato de concesión.

Las obras de Mallorquín

Con la construcción del Ecoparque en Mallorquín, la Alcaldía de Barranquilla busca crear un pulmón ecológico, con estructuras palafíticas por donde los visitantes puedan caminar. El sitio proyecta muelles para la pesca, espacios para actividades acuáticas y deportes de vela.

El Ecoparque es la primera de las siete fases del macroproyecto de recuperación, que tomará al menos dos años y requerirá de una inversión de hasta $300.000 millones. Todas las fases del proyecto las administrará y adjudicará Edubar.

Con esa millonaria inversión, la Alcaldía también busca intervenir el cuerpo de agua, la playa de Puerto Mocho y el Tajamar occidental, construyendo un paseo peatonal y tren turístico. 

Justo la construcción de ese paseo peatonal es la segunda fase del proyecto, cuyo borrador de pliegos ya está publicado en el sitio web de Edubar. La licitación será por $34.151 millones.

Barranquilla financiará toda esta recuperación con recursos del crédito por 250 millones de dólares, pactado por la Alcaldía a 25 años con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Una cifra que la ciudad consolidó en el marco de la Asamblea virtual del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), de la que fue sede del 16 al 21 de marzo.

La administración de Jaime Pumarejo presentó esa cantidad, que se suma a la abultada deuda local, como un gran logro por ser el primer préstamo directo que esta capital recibe de esa entidad.

Financiar las megaobras a crédito ha sido una característica del modelo de gobierno impulsado por el charismo. La transformación de la infraestructura pública de Barranquilla, durante la última década, ha sido posible por vigencias futuras y contratos firmados bajo la figura de crédito al proveedor

La ciudad ahora apuesta a seguir su transformación con el crédito del BID y con la primera emisión, en 2020, de bonos de deuda pública en la Bolsa de Valores de Colombia por $394 mil millones.

Con el primero de siete contratos para convertir la Ciénaga de Mallorquín en el nuevo pulmón y atractivo de Barranquilla, este proceso de recuperación comienza marcado por el ya conocido patrón de contratación charista.

4 respuestas a “Primer tramo para recuperar Mallorquín se lo ganó un megacontratista y socio charista

  1. Buen día

    Excelente articulo. Es preocupante la situación que manifiestan del modelo de contratación de la alcaldía de Barranquilla.

    No cabe duda que la transformación de la ciudad desde la primera administración Char es innegable, sin embargo eso de financiar proyectos a futuro con un nivel de deuda que año a año tiende a ser insostenible debe ser una señal de alerta para el ciudadano barranquillero.

  2. Jodaa y pensar que todo eso lo terminara paganado la gente mas pobre de barranquilla que hasta sus casitas les quitaran por no pagar el predial

  3. Los procesos de contratación a nivel nacional están amañados en un 90%. Y aquí en Barranquilla en el 100%. Todas las administraciones de los últimos 20 años, arman los “muñecos” para favorecer a quienes les dan las coimas por adelantado. Se venden los paquetes de contratos multimillonarios. Lógico que los alcaldes quieran hacer grandes obras. Más billete reciben.

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