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Alejandro Char, en la inauguración de una obra pública durante su segunda administración distrital (2016-2019). /Foto: Alcaldía de Barranquilla.

[Opinión] Para tocar al intocable

Alejandro Char será candidato por tercera vez a la Alcaldía de Barranquilla, anunció el pasado 29 de junio su padre Fuad Char. En esta columna, Alfredo Sabbagh Fajardo opina sobre el impacto democrático de esa candidatura en la capital del Atlántico.

Esta columna inicialmente fue escrita para el diario El Heraldo, pero el medio le notificó a su autor que había sido reemplazado por otra firma porque su publicación del pasado 28 de junio fue interpretada como una despedida. Por tratarse de un tema de interés, La Contratopedia Caribe publica el texto.

 

Lo dijo Fuad Char: el Bolillo está contento con el rendimiento de Bacca, se cayó el negocio con el Medellín y León deberá retornar. Están buscando a dos zagueros, Jeison Quiñónez y Enamorado están en la lista de posibles refuerzos, y Alex anunciará su candidatura a la Alcaldía cuando vuelva de un paseo familiar a Europa.

Así, casual, sin tanta tiza en el talco y sin una pizca de preocupación, se le informa al califato su destino. Como es normal, la corte de áulicos asiente y aplaude, desempolvan las cachuchas y a lo mejor hasta mandarán a imprimir camisetas. Un día más en la oficina.

Si nada extraordinario ocurre, Alex Char ganará la Alcaldía sin abrir la boca, sin ir a un debate, sin presentar una sola propuesta y sin conceder una sola entrevista a medios que no estén bajo su visera. Los votos planillados de las empresas familiares y las de sus amigos contratistas, sumados a la ramplona manera como una dolorosa mayoría de la ciudadanía local entiende su papel en la democracia, no dan para pensar nada distinto.

En buena parte del país miran con asombro cómo se lanza nuevamente alguien con tantos señalamientos, descaradamente protegido por los organismos de control, con una capacidad discursiva casi nula, laminita de mostrar de un grupo económico y político con muchos rabos de paja, y con un hermano que desde el exterior prefiere no hablar para evitar inculparse en los procesos que tiene abiertos; y dejemos hasta aquí porque el espacio de la columna es corto. Bien lo llamó “el intocable” la reputada periodista María Jimena Duzán.

Ante eso, y antes de proponer el amargo camino de la resignación, podría intentarse por parte de los sectores que no tributan al charismo el esforzarse por lograr que al Concejo de la ciudad lleguen personas que no estén dispuestas a aprobar entre aplausos y pupitrazos todo lo que les manden.

Lograr que un bloque, así sea minoritario inicialmente, del Concejo local se preocupe por realizar control político serio, documentado y argumentado a lo que la Alcaldía propone, de cara a la ciudad, con indicadores claros y explicados adecuadamente, podría derivar, y no me atrevo a aventurar plazo, en que cambien las costumbres políticas y electorales locales. Por lo menos que antes de aplaudir lean y sustenten el aplauso. Ya eso sería una ganancia.

Mientras tanto, y así no responda, toca preguntarle al cuasi candidato por propuestas para el manejo económico de una ciudad empeñada, por los cuestionamientos sin resolver sobre algunos contratos de sus pasadas alcaldías, por su amigo el “Oso Yogui”, y un largo etcétera.

@alfredosabbagh

10 respuestas a “[Opinión] Para tocar al intocable

  • Duele que la censura al periodismo crítico y la opinión critica, por haber osado escribir contra el cuestionado gamonal político, sea el diario vivir del heraldo.

    La corrupción nunca debe ser comité de aplausos.

  • Firmo todas las sílabas de esta columna de Alfredo Sabbagh. Como lector y barranquillero le agradezco su lucidez y su valentía para decir lo que piensa de los califas, del califato y de alentar a las exiguos fuerzas políticas de oposición para armar un Concejo con un mínimo de decencia.

  • La corrupción manda en Barranquilla y en todo el departamento del Atlantico.
    Apoyado por otro corrupto como German Vargas Lleras

    • Se ha mormalizado la conducta traqueta en curramba, ese auge supuesto de desarrollo ~ , camionetas de alta gama, casas de mil millones,~ solo se ve en ciudades permeadas por el narcotráfico , a nadie le interesa saber el origen de tantas riquezas espúreas quizás porque o están untamos o anhelan esa forma de vida.
      En fin el espantajopismo en tu todo su esplendor

  • Los char, igual que todo el CD no conocen la vergüenza, igual que Uribe y todos los clanes que manejan el país, solo les importa aumentar sus fortunas. El pueblo, la sociedad no tiene ningún significado ni interés para ellos, tan es así que quilla con más de 200 años ni siquiera tiene una universidad pública y la educación secundaria deja mucho que desear.

  • Seguirán robandose a Barranquilla, Un sobrino me dijo una vez, qué los Char No robaban porqué eran ricos, qué ignorancia. Acaso este país no se lo han robado son los Ricos

  • Nos desgastamos hipócritamente sabiendo que el político no puede llegar sin votos.. La culpable de este debacle por un lado son los ciudadanos de los estratos altos y medio altos qué se arriman al politiquero para venderle su dignidad por un contrato y los estratos medios se arriman para recibir boronas qué caen de la mesa y muchos de los estratos 1,2,3 qué venden su voto. Sumado a los abstencionistas qué en su gran mayoría se encuentran en los estratos medios medio alto y altos porque están cómodos y no les interesa la política por supuesto también los hay en los estratos bajos qué no votan porque estsn decepcionados sin esperanza con una autoestima muy baja y su argumento es “para que votar si esto no cambia” estando así las cosas es absurdo qué le dediquemos tiempo a los corruptos ya que a solución esta en nuestras manos. Yo le sugiero a los medios de comunicación honestos qué creemos pedagogía lúdica sobre la importancia de el voto conciencia crítica y responsabilidad y creemos un programa de Cultura Política Ciudadana. No será fácil no de un día para otro pero si lo intentamos y lo hacemos bien en 2 años podríamos tener buenos resultados.. N
    Pienso no hay otra manera. Debemos salir de ese círculo vicioso de político malo y los ciudadanos los buenos

  • Cómo les arde a los impotentes los resultados de una gestión administrativa con criterios gerenciales, contrato o no contrato, Barranquilla es una ciudad superior a Cali y Medellín en cuanto a eficiencia en obras de inversión, falta mucho en lo social y por eso le daremos nuestro voto, gratis y agradecidos, a quienes tienen a esta ciudad de supositorio para los cachacos, se k gan cuando tienen que contradecir cifras

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