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PAE de Bolívar: en unos municipios funciona bien; en otros no tanto

En algunas escuelas la alimentación escolar funciona puntual y sin problemas. En otras, hay quejas por la calidad de las frutas y la alta concentración de azúcar. /Foto: Collage elaborado por La Contratopedia Caribe.

PAE de Bolívar: en unos municipios funciona bien; en otros no tanto

Aunque ha habido avances en la puntualidad y calidad de los productos, las quejas por la alimentación escolar siguen presentes este año en las aulas de Bolívar. Frutas dañadas y alta concentración de azúcar, los malestares más frecuentes.

El programa de alimentación escolar (PAE) está lleno de contrastes en Bolívar: mientras hay escuelas conformes con los alimentos entregados, porque su calidad es superior a la del año pasado, en otras se multiplican las quejas debido a que los productos llegan a punto de vencerse, con mucha azúcar o dañados.

La Contratopedia Caribe conoció ese panorama claro oscuro después de hablar con padres de familia y rectores de colegios ubicados en Montes de María, Mompox y el sur de Bolívar.

Varios de esos testimonios van en contravía de la versión oficial entregada por la Secretaría de Educación Departamental, hace un par de semanas, cuando presentó una estrategia con la que busca que este programa funcione sin problemas en las aulas municipales durante 2022. 

No le faltaron las quejas a esa estrategia, replicada por medios locales y la misma Secretaría de Educación en su perfil de Facebook, el pasado 25 de marzo, justo cuando se conocieron nuevas fallas del PAE en Cartagena, que generaron una nueva suspensión en las aulas distritales. 

En Facebook, por ejemplo, La Contratopedia encontró un par de comentarios que ya no son visibles. A uno de ellos este medio le tomó captura de pantalla.

Los contratos de alimentación escolar vigentes en Bolívar, adjudicados por la Gobernación, suman $64.371 millones y están a cargo de tres consorcios y una unión temporal. 


La Gobernación de Bolívar divide en cuatro grupos la operación del PAE, para asegurar la cobertura en un departamento tan extenso y con topografía diversa. 

Después de modificar los lineamientos de la alimentación escolar en 2020 por la cuarentena y en 2021, por el regreso gradual de los estudiantes a las aulas, el Ministerio de Educación estableció nuevas directrices para la entrega de alimentos este año:

  • Comida preparada en sitio (En las escuelas)
  • Comida caliente transportada (Preparada en otros sitios, pero consumida en los comedores escolares)
  • Ración industrializada (Meriendas con frutas, azúcares, lácteos y panificados).

El PAE es uno de los programas de asistencia social con más problemas de Colombia.

Este año comenzó con muchos traspiés en Cartagena, mientras que en Bolívar los últimos años se ha caracterizado porque un reducido grupo de contratistas lo ha manejado. Dicho manejo no ha estado exento de quejas.

En Montes de María las raciones llegan a tiempo, pero con exceso de azúcar y frutas dañadas

Una encuesta de percepción realizada entre representantes de siete instituciones educativas de la zona rural de El Carmen de Bolívar arrojó que en esas comunidades los maestros y padres de familia califican como “bueno” el servicio de alimentación, pero piden meriendas con menos azúcares.

“Las raciones están llegando desde el inicio del contrato. Los profesores lo que piden es que no tengan tanta azúcar: la leche llega saborizada y acompañada, a veces, de bocadillos”, le dijo a La Contratopedia un docente de la Alta Montaña.

En el Colegio de Macayepo, también en zona rural de Montes de María, la ración industrializada que reciben los estudiantes llega puntual y suele tener un componente lácteo con cereal azucarado, le explicó a La Contratopedia un maestro de ese corregimiento. 

En esas dos escuelas (Alta Montaña y Macayepo) y en cinco más, ubicadas en Caracolí, Guamanga, San Isidro, Hobo y Mamón de María, la Gobernación entrega raciones industrializadas desde el 31 de enero, cuando comenzaron las clases este año.

“Las leches y los azúcares están enfermando a los niños. (Lo que) Necesitan es comida”, escribió un rector de ese sector montemariano en la encuesta de percepción, a cuyos resultados La Contratopedia tuvo acceso. 

El docente se refirió a una petición recurrente en esa zona rural: allí la comunidad educativa prefiere que los menores reciban los alimentos preparados en sitio, es decir, platos de comida llenos de más nutrientes para que puedan consumirlos como desayunos o almuerzos.

La preparación en sitio depende de la infraestructura de  cada institución educativa. En algunas sedes montemarianas, sobre todo las ubicadas en los cascos urbanos, una parte de los estudiantes recibe raciones compuestas por proteínas, verduras y harinas. 

Ese es el caso de la sede principal de la Institución Educativa Alta Montaña, mientras que en sus otras escuelas, los estudiantes reciben raciones industrializadas.

A la petición de menos azúcar se suman las quejas por la mala calidad de las frutas. La semana pasada, por ejemplo, a la escuela de Guamanga llegaron mandarinas dañadas y sobremaduradas. 

“Por situaciones como ésta es que el PAE tiene un porcentaje (de aprobación) regular. Son esas las razones que motivan nuestras recomendaciones”, le dijo a La Contratopedia un docente de El Carmen de Bolívar, aludiendo la encuesta de percepción.

En San Pablo hay quejas; en San Fernando, un mejor servicio

En el sur de Bolívar los alimentos están llegando a punto de vencerse o en cajas en mal estado, le dijo a La Contratopedia un padre de familia de la zona rural de San Pablo quien tomó esta fotografía.

Las raciones de la imagen llegaron, el 20 de marzo pasado, a las aulas de los corregimientos de Cañasbravas, Canaletal y Pozo Azul. En esas cajas llegaron panes, leches y bocadillos. “Las frutas casi no llegan”, le dijo a La Contratopedia el acudiente de un niño matriculado en ese sector rural del sur bolivarense.

El padre lamenta que las raciones no lleguen de manera constante. Hasta ahora —dijo— en la escuela de su hijo sólo han entregado PAE en dos ocasiones en lo que va de 2022.

El primer paquete de productos llegó en febrero y les alcanzó para dos días, mientras que la segunda entrega ocurrió en marzo, pero los panes estaban por vencerse.

A cuatro horas de San Pablo, en el municipio de San Fernando, la situación es distinta. Un docente asignado a una sede educativa en el corregimiento de Guasimal le dijo a La Contratopedia que las raciones allí están llegando puntuales, de lunes a viernes.

Las responsables de entregarlas son manipuladoras de alimentos, contratadas por el operador de esta subregión (Consorcio Creciendo Juntos), que viven en el casco urbano de San Fernando y en las veredas.

“Las manipuladoras llegan con una carretilla y van repartiendo salón por salón. Si las meriendas no llegan al municipio el domingo sino el lunes, entonces ellas reparten doble ración el martes”, explicó el maestro.

Hasta ahora —dijo— los estudiantes se han quejado por tres situaciones:

  • Por el tipo de frutas que reciben. Sobre todo piden cambio de producto cuando reciben mangos maduros, pues los encuentran en los patios de sus casas y en los caminos veredales. 
  • Por un bocadillo altamente azucarado. Las raciones incluyen dos opciones de dulce: un bocadillo mixto, es decir, con dulce de guayaba y bordes de leche y otro completamente blanco, con mayor concentración de leche y azúcar. Esta última opción no es muy apetecida entre los niños porque les resulta tan empalagosa que necesitan tomar mucha agua tras ingerirla.
  • Leches con mal olor. Aunque las fechas de los lácteos no están vencidas, muchos estudiantes han encontrado esos productos con mal olor y sabor. Cuando eso pasa, explicó el docente, devuelven los empaques a las manipuladoras, quienes les entregan lácteos con mejor sabor y olor.

Los lácteos pueden dañarse por el rompimiento de la cadena de frío, pues las cajas de comida llegan a la sede principal de la escuela en San Fernando y de allí salen en motocarros, por caminos destapados, a ocho sedes educativas en las veredas y corregimientos.

“Estamos a 38 grados de sol”, explicó el maestro, cuya institución está a media hora del casco urbano de San Fernando. Otras sedes como Las Cuevas, en cambio, están a casi una hora en moto.

A las distancias se suman los continuos cortes de energía, que dejan a los habitantes de esa subregión bolivarense sin nevera por hasta cuatro horas diarias.

En Mompox el PAE ha mejorado, pero las frutas siguen siendo un problema

A diferencia del año pasado, en el Colegio Nacional Pinillos la calidad y puntualidad de las raciones de alimentos han mejorado en este inicio de 2022. Allí los estudiantes de los grados primaria, sexto y séptimo reciben meriendas de lunes a viernes.

Una docente de esa escuela le dijo a La Contratopedia Caribe que las raciones industrializadas están llegando una vez por semana, casi siempre los lunes, con cantidad suficiente para repartirlas entre los estudiantes cobijados por este programa a diario.

La escuela recibe las cajas de comida y las organiza en una capilla colonial que tiene en sus instalaciones con aire acondicionado. Ese clima mantiene la leche en buen estado los cuatro días que permanece almacenada. Hasta ahora, ningún estudiante ha reportado problemas por la calidad de las leches entregadas.

El único problema que ha tenido esta escuela con el PAE ha sido con un lote de bananas, que se dañaron al día siguiente de haberlas recibido.

“Nos trajeron banano para tres días porque el operador no consiguió naranjas. Todos los que estaban debajo, en las cajas, se dañaron. No se pudieron comer”, explicó la docente

Desde entonces, el operador (Consorcio Creciendo Juntos) ha optado por incluir más naranjas en las raciones y si incluye bananas solo lleva a la escuela la cantidad de un día, para evitar la sobremaduración y el desperdicio de comida.

También hay raciones industrializadas en la Institución Educativa María Auxiliadora de Mompox. Allí los niños reciben esa merienda de lunes a viernes.

Un padre de familia, que tiene a su hija de 10 años matriculada en esa escuela, le dijo a La Contratopedia Caribe que ella ha recibido en más de una ocasión bananas sobremaduradas y alimentos a punto de vencerse.

“Uno le pide que vea bien la fecha para que no se coma un producto vencido”, explicó el acudiente, que suele revisar los paquetes de los productos del PAE para cotejar las fechas.

Para este padre de familia el producto más problemático del PAE es la fruta porque pocas veces llega en buen estado.

Inconvenientes que no son novedosos para esta familia, pues el año pasado cuando reclamaban en esa misma sede educativa el PAE para preparar en casa se encontraron con más de un producto dañado. Especialmente, huevos podridos.

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