Después de una campaña sin apoyo de casas políticas tradicionales, con el impulso de las redes sociales y la bandera anticorrupción como discurso, el veedor William Dau logró llegar al Palacio de La Aduana de Cartagena este 2020. Su elección, que parecía improbable al enfrentarse con candidatos que tenían maquinaria electoral y más reconocimiento público en la ciudad, generó entusiasmo en una Cartagena marcada por la inestabilidad administrativa la última década.
Al ser elegido alcalde, Dau dijo que “sería sumamente irresponsable” que un candidato pretenda “conocer a fondo” todos los problemas de Cartagena y sus “soluciones”, porque “el alcalde es un gerente conocedor de diversos temas”, no un especialista.
Justamente esa falta de experiencia en administración pública —evidenciada en algunos procesos de contratación y en la solicitud de un cambio de última hora al presupuesto de 2021— y un talante más dado a la confrontación que a la concertación han marcado su primer año de gobierno.
Estos son algunos de los capítulos que marcaron los primeros 12 meses de administración del veedor anticorrupción que se convirtió en alcalde.