Con la entrega de acciones de la SAE, Barranquilla debe iniciar un proceso para garantizar que al menos el 90% de las acciones de la Triple A quedará en manos públicas. /Foto: Triple A.
SAE entregó acciones de Triple A y espera una reforma de estatutos que deje por fuera a los privados
Con el acuerdo logrado entre Barranquilla y Bogotá, al menos el 90% de las acciones de la empresa de saneamiento básico debe quedar en manos públicas. La Alcaldía inició una negociación con EPM para que esa empresa sea su socio.
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Barranquilla recuperó el viernes pasado la mayoría accionaria de la Triple A, después de haberse sentado a dirimir sus diferencias con la Sociedad de Activos Especiales (SAE) en una mesa convocada por la Procuraduría General.
El acuerdo se produjo tras la suspensión provisional del director de la SAE Daniel Rojas. Esa sanción fue interpretada desde diferentes sectores periodísticos y políticos como una movida revanchista, dados los vasos comunicantes de la procuradora Margarita Cabello con los Char, el grupo político que manda en Barranquilla.
Las sospechas aumentaron, esta semana: tan pronto la SAE le entregó las acciones de la Triple A a la Alcaldía de Barranquilla, después de casi dos meses de confrontación pública, la Procuraduría levantó la suspensión del director Rojas.
Si bien Barranquilla obtuvo el control accionario de la Triple A sin la batuta de Bogotá, la SAE puso como condición que salieran de ese manejo dos contratistas clave para la capital del Atlántico y el charismo.
La Alcaldía ganó, pero también cedió
La víspera de Carnaval, la SAE le entregó el 82.16% de las acciones de la Triple A a la Alcaldía de Barranquilla para que las maneje a través de K-Yena SAS, la empresa mixta que antes se llamaba Alumbrado Público de Barranquilla SAS y ahora, además de operar las luminarias públicas, administrará los servicios de acueducto, alcantarillado y aseo.
Con las acciones en su poder, la Alcaldía debe reformar los estatutos de K-Yena SAS para establecer que los privados de esa empresa quedarán por fuera de la Triple A, pero seguirán vinculados al negocio del alumbrado público.
El acta de esa reforma —que debe redactarse tras una asamblea convocada por los accionistas de K-Yena SAS— la Alcaldía de Barranquilla debía enviarla el viernes pasado, pero aún no lo hace, le explicó un vocero de la SAE a La Contratopedia Caribe.
Este medio no pudo establecer si el acta ya existe o está próxima a crearse porque, al consultar a la Alcaldía, sólo recibió un comunicado de prensa en el que se resalta la recuperación de las acciones.
La Contratopedia tampoco obtuvo detalles sobre los acuerdos económicos a los que la Alcaldía de Barranquilla llegará para que los privados de K-Yena SAS salgan de la Triple A.
Lo que ya es un hecho es que, sin los privados en el negocio, la Alcaldía y el socio público que ingrese a la Triple A deben pasar a manejar casi el 97% de las acciones, porque al 82.16% que estaba en poder de la SAE se suma el 14.5% que ya tenía el Distrito. El 3.34% restante le pertenece a privados que por ser minoría no tienen suficiente poder de decisión.
Justamente, que la mayor parte del paquete accionario quedara en manos públicas fue la condición que la SAE puso en la mesa de trabajo, convocada el pasado 16 de febrero por la Procuraduría General, para entregarle las acciones a la Alcaldía de Barranquilla.
En esa mesa, la Alcaldía invocó un memorando de entendimiento con Empresas Públicas de Medellín (EPM), que firmó semanas atrás, para convertir a esa organización en su socio en el manejo de la Triple A, pues la administración a través de K-Yena está proyectada a ser temporal.
Como la llegada de EPM o de cualquier otro socio público no quedó con un plazo específico en el acta que la SAE y la Alcaldía firmaron, la entidad nacional condicionó la entrega de acciones a que K-Yena SAS reformara sus estatutos.
Y con esa movida del gobierno de Gustavo Petro, dos pesos pesados de la contratación pública se quedan por fuera de un negocio, cuyo pase de entrada obtuvieron durante la administración de Iván Duque.
Los privados que la SAE sacó
Con las condiciones que puso la SAE, ahora bajo el gobierno Petro, salen del negocio de la Triple A los empresarios William Vélez y los hermanos Christian y José Manuel Daes, aliados del movimiento político que mueve los hilos en Barranquilla: los Char.
Tanto Vélez como los Daes habían apalancado el negocio de compra de acciones a la SAE, en diciembre de 2021, bajo la figura de enajenación temprana.
Lo hicieron a través de la empresa Alumbrado Público, ahora K-Yena SAS, donde tienen el 35% de participación. La enajenación se facilitó con un cambio en la reforma tributaria de 2020, que allanó el camino para que se hiciera de manera directa y sin posibilidad de un concurso público, informó La Silla Vacía.
La SAE comenzó a manejar las acciones de la Triple A desde 2018, cuando la Fiscalía se las expropió a la española Inassa en medio de una investigación por pagos fraudulentos, que generaron un posible detrimento de $236.000 millones. Barranquilla las recuperó tres años después gracias a la transacción opaca que el gobierno Duque avaló.
Con la llegada de Petro a la Presidencia, las condiciones cambiaron. Por eso, el alcalde de Barranquilla Jaime Pumarejo dijo, el 17 de febrero en W Radio, que, para “evitar suspicacias” los privados no tendrán participación accionaria en la Triple A.
En agosto pasado, los Daes habían anunciado que desde el 1 de septiembre de 2022 le “donaban” su parte accionaria de Triple A a la Alcaldía barranquillera.
Pese a ese anuncio, que terminó siendo estratégico y no filantrópico, en la Junta Directiva de la Triple A hay un empleado de una concesión de Barranquilla donde los Daes tienen participación.
Esa junta, de la que también forma parte un funcionario clave del Grupo Ethuss —propiedad de William Vélez—, debe salir las próximas semanas y darle paso a una sin vasos comunicantes con esos contratistas.
Esta semana la SAE comunicó como una victoria que, gracias a sus cuestionamientos, la participación privada en la Triple A se mantendrá en 3.34% y no en el 26.34% pactado durante el gobierno de Iván Duque. Una participación privada que, incluso, fue mayor hasta el 1 de agosto pasado, cuando los Daes “donaron” sus acciones.
Que el Distrito haga una colocación de esas acciones entre los barranquilleros “del bordillo” así como hizo uribe con las acciones de Ecopetrol
ANTONIO, tienes toda la razón, Esa DONACION no fue sino una estrategia porque sabían que con el triunfo del doctor PETRO no había cabida para las fechorías a que nos tienen acostumbrados los ostentadores de poder y dueños de las IAS colombianas. Menos mal que la Contratopedia aún existe y escribe las verdades inocultables.