El 21 de abril se conocerá el nombre del contratista de este proyecto. /Foto: Tatiana Velásquez
Los dos consorcios que pujan por la protección costera de Cartagena
Ninguno de los pesos pesados de obras hidráulicas en el mundo presentó su propuesta. Uno de los consorcios que ofertó está conformado por filiales de la polémica firma portuguesa Mota Engil.
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Solo dos de los 32 consorcios y empresas habilitados para pujar por el macroproyecto de Protección Costera de Cartagena presentaron sus propuestas formales ante la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo, para ejecutar las obras por $137.636 millones que buscan mitigar la erosión en una parte del litoral cartagenero. Uno de ellos está conformado por filiales de la polémica firma portuguesa Mota Engil, que ha dejado varias obras inconclusas en el país.
El cierre de presentación de propuestas, que se venció el pasado 19 de marzo y había sido extendido por esa entidad en febrero, tuvo la posibilidad de radicación digital dadas las restricciones de movilidad adoptadas días antes por los gobiernos locales para detener la propagación del coronavirus, incluida Bogotá. En las oficinas de Gestión del Riesgo de esa ciudad, los privados debían presentar sus propuestas.
Pese a que desde diciembre habían manifestado interés en participar en este proceso de contratación, no enviaron sus propuestas pesos pesados de las obras hidráulicas y oceanográficas del mundo, como las holandesas Van Oord Dredging Contractors y Boskalis International; la china Shanghai Dredging y la portuguesa Teixeira Duarte. Tampoco lo hicieron las firmas de España, Costa Rica, Panamá y México a las que Gestión del Riesgo les había dado luz verde.
Los proponentes
Los dos privados que presentaron sus propuestas son los consorcios Intervención Costera – Cartagena 2020 y Protección Costera Cartagena.
El Consorcio Intervención Costera – Cartagena 2020, representando legalmente por Nuno Telmo Cipriano Viana, está integrado por las firmas Mota Engil Latam Col SAS, con el 99.9% de participación, y la sucursal en Colombia de Mota Engil Perú SA, con el 0.1% de participación.
La sucursal colombiana de esa multinacional inició labores en 2011 con obras de infraestructura en los sectores vial, ferroviario, portuario, minero y petrolífero.
Entre esos proyectos estuvo la ejecución de 5.3 kilómetros de la Gran Vía Yuma, en Santander, de la que se terminó retirando después de haberse ganado el contrato, que Ecopetrol le adjudicó en 2009. Ese tramo vial aún no está terminado.
Mota Engil, además, ha tenido líos con la construcción y adecuación de 248 colegios, con recursos del Fondo de Financiamiento de la Infraestructura Educativa (FFIE), en varias regiones del país. Solo entregó 17 y, en septiembre de 2019, alegó que renunciaba a los contratos, que obtuvo entre 2015 y 2016, porque el FFIE no tenía voluntad de llegar a acuerdos para concluir esas obras.
Otras obras de Mota Engil en Colombia han sido la ampliación de la terminal de contenedores del puerto de Buenaventura, y las construcciones de la Vía Nordeste y Magdalena en Antioquia, del laboratorio de la Refinería de Cartagena – Reficar y de un centro de rehabilitación integral en Bogotá para funcionarios públicos con discapacidad.
De origen portugués, esta compañía fue fundada en 1946 por Manuel António da Mota. A Latinoamérica aterrizó en 1998 y desde entonces no ha parado su expansión en esta región: además de Colombia, hoy tiene oficinas en México, Perú, Brasil, Chile, Paraguay y República Dominicana.
El otro proponente es el Consorcio Protección Costera Cartagena, representado legalmente por Leonardo Rafael Romero Plaza. Lo conforman las firmas WVG Montajes Colombia SAS, de Colombia, con el 50% de participación, y WVG Construcoes E Infraestructura Ltda – Sucursal Colombia, con el 50% restante.
WVG Montajes Colombia es una firma de Cartagena, registrada desde 2019, que se dedica al mantenimiento y reparación especializada de maquinaria, a las instalaciones eléctricas y a la construcción de otras obras de ingeniería civil, mientras que WVG Construcoes E Infraestructura Ltda es una empresa brasileña de ingeniería civil, con casa matriz en la ciudad de Sao Paulo.
Lo que sigue
Un equipo, integrado por miembros de la Unidad de Gestión del Riesgo y la Alcaldía de Cartagena, evalúan las propuestas técnicas, financieras y jurídicas de los dos proponentes hasta el 31 de marzo. Los resultados estarán publicados, entre el 1 y el 3 de abril en un medio masivo de circulación nacional, según el nuevo calendario colgado por Gestión del Riesgo en su web.
Los oferentes podrán presentar subsanaciones entre el 13 y 17 de abril, y los resultados definitivos están proyectados a publicarse el 21 de ese mes.
El cronograma de contratación del Plan de Protección Costera ha tenido varios cambios desde diciembre pasado, cuando los privados comenzaron a mostrar interés por este proceso. Inicialmente, el periodo de presentación de propuestas vencía la medianoche del 23 de febrero y Gestión del Riesgo proyectaba tener resultados definitivos de la evaluación para el 15 de marzo pasado.
No cabe la intención de persistir en el empeño de la contratación de tales obras. Habiéndo sido identificada como la inundación de la franja costera expuesta a la acción del mar, resultante de un progresivo y lento proceso natural registrado desde hace más de 20 años, las obras requeridas exceden el alcance de lo previsto en el proyecto desarrillado por la UNGR. Por su naturaleza, este no cumple con las características requeridas para el empleo de la figura contractual de la “URGENCIA MANIFIESTA”. Además, las obras diseñadas carecen de la capacidad para contrarrestar y neutralizar el fenómeno generados de la inundación de las zonas objeto de protección. Por su parte, las obras diseñadas carecen tanto del sustento conceptual, como de los soportes técnico-científico válidos. En caso de adjudicarse y realizarse la construcción de las estructuras previstas (espolones y rompeolas), las que no servirán para contribuir a la protección del sector a proteger, la UNGR estará incurriendo en detrimento patrimonial.