Las tres encuestas recientes sobre intención de voto en Cartagena muestran que hay un alto porcentaje de ciudadanos que no votarían por ninguno de los actuales aspirantes. /Foto: Alcaldía de Cartagena.
Las encuestas que agitan el ambiente electoral en Cartagena
Tres mediciones, publicadas por El Espectador y distintos medios de comunicación locales, entre febrero y la primera semana de abril, caldearon los ánimos proselitistas en la carrera por la Alcaldía. Esas encuestas dejan varias dudas.
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Tres mediciones sobre intención de voto por la Alcaldía de Cartagena, publicadas durante el último mes y medio en distintos medios de comunicación, no solo arrojan dos punteros distintos sino que agitan aún más las aguas políticas en una capital que desde finales de 2022 ya está en campaña.
Estos resultados son usados por los seguidores de cada ganador (William García y Dumek Turbay) para hacer proselitismo e intentar mostrarse como los más fuertes de la contienda, a casi siete meses de las elecciones.
Los resultados también los han usado quienes no aparecen en los primeros lugares para denunciar instrumentalización proselitista y manipulación a la opinión pública. Prácticas de vieja data en Colombia, que repercuten en la financiación electoral, los cubrimientos periodísticos y las decisiones políticas de los competidores.
Más allá de los resultados, las tres encuestadoras que han medido, recientemente, la intención de voto de Cartagena tienen en común objetos económicos amplios, porque se mueven en un abanico que incluye asesorías políticas, actividades publicitarias y editoriales, y producción audiovisual.
Las encuestas en las que García y Turbay puntean
La encuesta más reciente en la que William García puntea fue publicada por El Espectador, el pasado 31 de marzo, como un contenido patrocinado.
En esa medición, García marca 20.1% de intención de voto, en su tercer intento por llegar al Palacio de La Aduana. También marca 20.1% la opción ‘ninguno’ de los nombres consultados.
El voto en blanco registra 17%, el exgobernador de Bolívar Dumek Turbay, 15.3%; y nueve personas más, menos del 5%.
La encuesta la hizo Grupo Luna Hoy SAS, de Chía (Cundinamarca) y propiedad de Ricardo Franco Galeano.
Con la Resolución 4139 de 2022, Franco Galeano aparece registrado en el Consejo Nacional Electoral (CNE) como una de las 97 firmas encuestadoras vigentes a corte del pasado 14 de marzo.
Es dueño del magazine digital Luna Hoy, publicación con especial énfasis en información sobre Bogotá, Cundinamarca y el municipio de Chía. Y en su perfil de Instagram, además, ofrece servicios de publicidad política.
Tanto Franco Galeano como su empresa Grupo Luna Hoy SAS están registrados en la Cámara de Comercio de Bogotá: la primera razón social aparece como persona natural, desde 2006, y la segunda, como una sociedad comercial, creada en octubre de 2020.
Ambas firmas prestan servicios, según su amplio objeto social, en labores relacionadas con:
- Publicidad
- Estudios de mercado y realización de encuestas de opinión pública
- Consultoría de gestión
- Y formación para el trabajo.
Grupo Luna Hoy SAS también produce contenidos editoriales para publicaciones impresas, digitales o audiovisuales (edición y producción de programas de radio y televisión, incluyendo streaming).
En febrero pasado, El Espectador ya había publicado como contenido patrocinado otra encuesta en la que hubo empate técnico entre García y Turbay: el primero marcó 21.5% de favorabilidad y el segundo, 19.5%. Una diferencia mínima que está dentro del margen de error (2.6%).
Esa primera medición la hizo William Acero Arango, quien se dedica a dos oficios que dada su naturaleza se excluyen entre sí: el periodismo y la asesoría política. Esta firma tiene certificación del CNE, vía Resolución 5309 de 2021.
Según el registro mercantil, esta empresa está matriculada desde 2012 en Bogotá y, además de encuestas de opinión y estudios de mercado, desarrolla actividades de creación audiovisual y produce películas cinematográficas, videos, programas, anuncios y comerciales de televisión.
La tercera encuesta reciente sobre intención de voto por la Alcaldía cartagenera la hizo la firma Mediciones Estratégicas SAS.
En esa medición, divulgada el 3 de abril —tres días después de la publicada por El Espectador—, puntea el exgobernador Dumek Turbay, con 25.4%, seguido por William García, con 14.86%.
Allí también marca la exalcaldesa Judith Pinedo Flórez, quien no ha confirmado si se lanzará a la Alcaldía y de hacerlo debe solucionar una sanción fiscal impuesta por la Contraloría, por casi $70.000.000, y que hoy la inhabilita para ocupar cargos de elección popular.
En esa encuesta hay 13 nombres más, marcando menos del 3% de intención de voto.
Mediciones Estratégicas SAS está matriculada desde 2015 en la capital de Bolívar y tiene certificación vigente del CNE, a través de la Resolución 1223 de 2021.
Su representante legal es Óscar Nicolás Brieva, quien ha trabajado en las administraciones distritales de Campo Elías Terán, Judith Pinedo, Gabriel García y Carlos Díaz en Cartagena. Entre los cargos que ha ocupado están la Secretaría de Hacienda y la Gerencia de Edurbe.
Según el registro mercantil, esta firma además de los estudios de mercado y la realización de encuestas se dedica a:
- Ofrecer consultorías a partir de los estudios realizados. Esas asesorías incluyen manejo de crisis, comunicaciones estratégicas, reputación corporativa y planeación estratégica.
- Prestar servicios relacionados con las áreas de Comunicación Social y Publicidad.
- Planificar y ejecutar proyectos comunitarios, relacionados con el objeto de esta sociedad; desarrollar talleres, cursos, seminarios, conferencias, charlas y formatos afines sobre dichos temas.
Brieva le dijo a La Contratopedia que ahora sólo se dedica a las encuestas.
Las dudas de las mediciones
Las tres mediciones recientes dejan, al menos, tres dudas.
La primera de ellas es sobre su financiación. En la realizada por William Acero Arango aparece en la ficha técnica como “propia”, es decir, gracias a recursos del encuestador.
En la publicada por Grupo Luna Hoy, de Ricardo Franco Galeano, no se incluye información sobre la financiación, aunque se infiere el origen de los recursos por el tono propagandístico que el encuestador usó al referirse al aspirante William García e incluir su voz con un largo entrecomillado en la presentación de resultados en El Espectador.
Y en la encuesta de Mediciones Estratégicas SAS la financiación también aparece con la denominación “recursos propios” del encuestador.
La Contratopedia consultó a los tres encuestadores.
William Acero respondió que lo contrataron unos empresarios de Bolívar y al preguntarle quiénes eran dijo “no estar autorizado para dar sus nombres”.
Ricardo Franco Galeano no respondió a las preguntas enviadas por este medio a dos correos electrónicos de su empresa.
La Contratopedia también lo contactó, telefónicamente, el 10 de abril para recordarle que le había enviado unas preguntas por correo, el 4 de abril. Pidió que se le enviaran una vez más. La Contratopedia lo hizo el 10 de abril por la mañana.
Y Mediciones Estratégicas SAS dijo que su encuesta la financió con recursos propios, sin aportes de los aspirantes a la Alcaldía de Cartagena o a la Gobernación de Bolívar.
La segunda duda que dejan las encuestas es de tipo metodológico, porque con la información publicada en las fichas técnicas no es posible conocer la composición de la muestra de cada una de ellas en sus características demográficas básicas.
Y de la composición depende el tamaño muestral y el margen de error para saber si los resultados son, estadísticamente, significativos y si la muestra es representativa.
“El tamaño muestral es clave: si en una ciudad como Cartagena sólo se encuestan a 100 personas, entonces los resultados no son muy significativos porque el margen de error puede ser muy alto”, le explicó el economista e investigador Camilo Rey a La Contratopedia.
Para que sea representativa —continuó Rey—, una muestra debe ser muy parecida a la población estudiada.
Si en esa población, por ejemplo, hay más mujeres que hombres, la muestra debe representar esa característica. O si hay más estratos socioeconómicos bajos y medios que altos, en el muestreo debe haber una distribución de encuestados similar. La distribución por edades también debe ser similar a la de la población objetivo.
En las fichas técnicas de las dos encuestas que El Espectador publicó, como contenido patrocinado, La Contratopedia no encontró datos demográficos detallados ni el número de mediciones realizadas en cada barrio cartagenero.
Solo aparecen los nombres (en una encuesta, incluso, se incluye un centro comercial). No es posible, por tanto, precisar a partir de lo publicado cuántas personas fueron encuestadas, según su sexo, edad, estrato o barrio.
Las características demográficas tampoco aparecen en la ficha técnica de Mediciones Estratégicas SAS, que midió intención de voto en Cartagena y los municipios de Bolívar.
La Contratopedia les pidió más datos a los encuestadores sobre la composición de las muestras de sus mediciones.
William Acero respondió que con la información publicada en la ficha técnica de El Espectador se ajustaba a los mínimos exigidos por el CNE y, por tanto, no tenía que entregar más datos.
Al ser consultado por La Contratopedia sobre la composición de la encuesta por barrios y sexo dijo que había que pagarle. “Si quieren una encuesta con una ficha técnica más amplia, contrátenme y se las hago”, respondió.
Ricardo Franco Galeano no respondió las preguntas que La Contratopedia le envió en dos ocasiones por correo electrónico y que este medio también se las anunció por llamada telefónica.
Y Mediciones Estratégicas SAS explicó que la información sobre la composición de la muestra sí está disponible, pero no aparece publicada en detalle para no alargar más la ficha técnica, pues se requerirían tres páginas adicionales a las dos publicadas para incluir esa información.
A las dudas sobre la financiación y la composición de la muestra, se suma otra sobre el músculo institucional de las encuestadoras para la recolección y análisis de datos porque, además de estudiar mercados, se dedican a otras actividades, como la asesoría política o a prestar servicios relacionados con la publicidad (William Acero y Ricardo Galeano).
O se han dedicado a la política y a la consultoría política, como es el caso de Óscar Brieva, de Mediciones Estratégicas SAS.
Por las características de quienes están detrás de estas encuestadoras, existen dudas entre los cartageneros sobre si son empresas con suficiente músculo institucional fornido para las ciencias cuantitativas, como suelen tenerlo las firmas que sólo se dedican a las encuestas y los estudios de mercado.
Aunque en algunas mediciones han acertado, como le ocurrió a Mediciones Estratégicas SAS durante la campaña presidencial de 2022.
El representante legal de una de las firmas encuestadoras más reconocidas de Colombia, y quien pidió no ser citado en esta historia para evitarse problemas en su gremio, dijo que es cada vez más común que las mediciones de intención de voto las hagan firmas que mezclan dos oficios que reclaman independencia para, precisamente, evitar la desconfianza ciudadana:
- El estudio estadístico, que mide qué tanto funcionan las estrategias trazadas por las campañas y sus asesores políticos.
- Y la asesoría política, que a partir de los números debería reorientar o reforzar sus estrategias.
“Los asesores y los encuestadores más grandes del país no cruzamos esa línea. Quien se dedique a la asesoría política debe ser uno y quien hace encuestas debe ser otro”, precisó la fuente.
Ese doble rol de encuestador – asesor se evidencia más en época electoral, cuando las encuestadoras inscritas ante el CNE comienzan a publicar los resultados de sus mediciones en medios de comunicación con alcance nacional o local.
Y pueden hacerlo porque en Colombia no hay veda de encuestas en elecciones regionales, salvo el mismo día de los comicios, según la Ley 130 de 1994.
Sólo deben tener luz verde del CNE, si cumplen con un procedimiento relativamente sencillo: “deberán demostrar, al momento de su registro, la experiencia mínima de un año, representación legal y tres constancias de empresas o usuarios que certifiquen la idoneidad de su trabajo”, se lee del sitio web de esa entidad.
Por esas condiciones tan blandas, que le dan cabida a todo tipo de empresas encuestadoras, varias de las firmas más grandes del país —que no sólo miden intención de voto— se agremian en la Asociación Colombiana de Empresas de Investigación de Mercados y Opinión Pública (ACEI).
Allí sólo ingresan los encuestadores que garanticen sistemas de gestión de calidad, pues esa organización nació en 2011 para promover un trabajo serio y confiable, “regido por estándares, un código de ética y el respeto a la legislación vigente”.
Sin embargo, pese a que tienen equipos humanos especializados en estadística, incluso, con doctorados en ciencias básicas, las encuestadoras más reconocidas y de larga tradición no han estado exentas de imprecisiones, investigaciones del CNE ni de denuncias de candidatos presidenciales que argumentan posibles manipulaciones con sus resultados.
Entre las controversias más recientes está la campaña presidencial de 2018.
Y es que medir la intención de voto, para las elecciones regionales y nacionales, no es una tarea fácil, menos en Colombia, donde varias razones hacen que las encuestas fallen a menudo.
Entre ellas —informó el diario español El País— están la falta de un marco de referencia, una población muy heterogénea y el protagonismo de la corrupción y el tráfico de votos.
Con la campaña electoral apenas en pañales y con seis meses por delante de proselitismo, estas tres encuestas agitan desde ya el debate político en Cartagena.
La foto que hoy dibujan, con William García y Dumek Turbay en punta, se pondrá a prueba el próximo 29 de octubre. Especialmente, porque las elecciones de los últimos 16 años en esta capital han dejado como ganadores a quienes no marcaban en el primer lugar de las mediciones.