La paradoja del Real Cartagena: efectivo en política, pero no en fútbol

El fútbol da y el fútbol quita. Lo saben todos los implicados en la fiesta del deporte más popular del mundo: jugadores, entrenadores, hinchas, dirigentes, periodistas. Y, desde que el árbitro Andrés Rojas pitó el final del partido Real Cartagena 2 – Orsomarso 0, que decretó la eliminación del equipo ‘heroico’ del torneo de la B, lo saben también el alcalde de la ciudad, Dumek Turbay, y el gobernador de Bolívar, Yamil Arana, quienes tendrán que enfrentar ahora sus mandatos sin el escudo de popularidad que de manera hábil buscaron en el fútbol. 

La ilusión no se ha desvanecido. Después del encuentro disputado este lunes en un Jaime Morón abarrotado y pintado de amarillo y verde, los aficionados del Real, tanto en las calles como en las redes sociales, pidieron a los mandatarios no abandonar el equipo, respaldado económicamente desde la Alcaldía y la Gobernación, y volver a competir por el ascenso a la A en el segundo semestre del año.

 

 

 

 

 

 

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Las decisiones deportivas que Turbay y Arana tomen en los próximos días, de la mano con los dueños del club, repercutirán en el panorama político. 

El camino de la veteranía que no evitó el fracaso

La estrategia de contratar futbolistas experimentados como Christian Marrugo (38 años), Juan Camilo Angulo (35) y Teófilo Gutiérrez (39), con una trayectoria brillante y cargada de títulos, pero cerca del retiro, fue un imán que atrajo la atención de los aficionados tras 12 años en la B. 

Pero la clasificación de Orsomarso a la final del torneo, con un conjunto plagado de jugadores jóvenes y sin mayor fogueo en la A, indicaría que el camino tomado no fue el correcto.

Finalizado el encuentro con Orsomarso, Teófilo Gutiérrez se despidió de sus compañeros en el camerino del estadio Jaime Morón, publicó en su cuenta de X el corresponsal de Win Sports en la Costa, José Hugo Illera. En febrero, la llegada de este futbolista a la institución, gloria del Junior y la Selección Colombia, representó un hito en materia de fichajes para un club de bajo presupuesto como el Real.

Solo el apoyo financiero de Turbay y Arana (del que no se conocen detalles) pudo hacer posible las contrataciones de Teo y Marrugo, lo mismo que la de Luis ‘el Chino’ Sandoval, quien fue apartado dos fechas antes de terminar el torneo, por supuestos actos de indisciplina, después de filtrarse en las redes sociales imágenes y videos de la celebración de su cumpleaños.

Luego de la publicación de Illera, los hinchas del Real pusieron el grito en el cielo ante la posibilidad de que Teo abandone el barco antes de conseguir la meta de regresar a la A. Pidieron al alcalde hallar la manera de retenerlo en el equipo, lo que no será sencillo para Turbay. No sólo por el elevado costo del jugador, sino por el anuncio hecho a mediados de mayo por su homólogo de Barranquilla, Alejandro Char.

“Joda, cómo me gusta a mí Teófilo. Tarde o temprano vuelve Teófilo al Junior, tarde o temprano, ¡más temprano que tarde!… Créanme que yo hago fuerza y mi hijo también. Ese es un monstruo. Los dos mejores jugadores de fútbol que ha parido Colombia son Luis Díaz y Teófilo Gutiérrez. Los dos hechos aquí en Barranquilla”, dijo Char durante un evento en el barrio Las Nieves.

Junior es el equipo de los amores de Teófilo, quien ha dejado clara su intención de vestir de nuevo la camiseta rojiblanca para poner fin a su carrera este año. Las palabras del alcalde abren una ventana para el jugador, quien salió del club por diferencias con el máximo dirigente, Fuad Char Abdala, padre de Alejandro.

La fórmula de Turbay y Arana

Desde que ganaron las elecciones regionales, en octubre de 2023, Dumek Turbay y Yamil Arana trabajan de la mano para ayudar al Real Cartagena a salir de la B y regresar a la primera división. 

A semejanza del alcalde de Barranquilla, quien acostumbra gestionar y dar a conocer en primicia la llegada de jugadores a Junior, los mandatarios de Cartagena y Bolívar aprovecharon para disparar su popularidad con la contratación de Teófilo, Marrugo y Sandoval. 

Turbay, incluso, estuvo a punto de sumar otra estrella en el ocaso: el antioqueño Dorlan Pabón (36 años), quien llegó a Cartagena con la intención de firmar su contrato, luego de renunciar a Nacional, pero un tecnicismo en el reglamento de la Dimayor lo impidió. 

¿Cuál será, a partir de ahora, la estrategia de Turbay y Arana para mantener viva la esperanza del ascenso que tanto crédito les ha otorgado con los aficionados del Real? La llegada de jugadores con renombre, pero al borde del retiro, ha demostrado ser efectiva para la imagen de ambos gobernantes, aunque en este primer torneo no lo fue para el equipo. El fútbol da y el fútbol quita.