Santa Rita es uno de los mercados más tradicionales de los cartageneros, que recibió una inversión de $13.106 millones para la remodelación de sus puestos de venta, parqueadero y zonas verdes. /Foto: (Foto: Cortesía).
Santa Rita: la plaza de mercado que estuvo lista cinco años después
La reapertura de la obra, que para muchos cartageneros ya era un elefante blanco más de su ciudad, fue posible después de tres contratos y de cuatro administraciones distritales.
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Uno de los mercados más tradicionales de los cartageneros es el Santa Rita, que después de una inversión de $13.106 millones, cinco años de espera y aperturas fallidas anunciadas por cuatro alcaldes, finalmente abrió sus puertas en agosto de 2019.
El alcalde que abrió el mercado fue Pedrito Pereira. Antes lo habían intentado Quinto Guerra, Manuel Vicente Duque, Yolanda Wong y Dionisio Vélez, quien incluso cortó una cinta el último día de su mandato, el 31 de diciembre de 2015. Sin embargo, el evento protocolario solo dejó fotografías sociales porque la apertura no se dio en aquel momento.
La remodelación comenzó en 2014 bajo la promesa de que solo tomaría un año, pero las obras terminaron prolongándose a cinco por la inestabilidad administrativa que vive Cartagena desde hace ocho años y ya deja 12 mandatarios, entre elegidos por voto popular y designados. Esa ciudad no logra, desde 2012, que sus alcaldes electos acaben su mandato constitucional por cuenta de enfermedades, inhabilidades o escándalos de corrupción.
También tomó todo ese tiempo porque los comerciantes le pidieron a la Alcaldía cambiar las condiciones administrativas para aceptar los locales y solicitaron ajustes a la obra, debido a problemas en la calidad de los acabados y a las características de los cuartos fríos para la conservación de alimentos.
La reapertura fue posible después de tres contratos, dos de ellos millonarios, para la remodelación de infraestructura y la instalación de un sistema eléctrico y contra incendios.
El contrato con el que se construyó la primera etapa del mercado lo entregó en 2013 el alcalde Dionisio Vélez, por $7.622 millones, a la Unión Temporal Santa Rita 2013.
Ese contratista está representado por Gustavo Castelar Ramos y las empresas que lo componen son Constructora Inco SAS, con el 80% de participación, y Caballero Acevedo SAS, con el 20% de participación. Ambas firmas de Cartagena.
Las obras incluyeron la demolición de la antigua edificación, y la cimentación y construcción de muros para el nuevo edificio.
La segunda etapa costó $4.855 millones y fue adjudicada, también por la administración de Dionisio Vélez, al Consorcio Santa Rita, representado por David Cardona e integrado por la firma cartagenera Leggo Ltda, con un 67% de participación; la bogotana Edivial Ingeniería SAS, con 17%, y Carlos Bocanegra, con 16%. Este último ingeniero civil y gerente de la firma Edivial.
Las obras de ese contrato incluyeron acabados arquitectónicos, obras sanitarias, sistemas de ventilación y aire acondicionado, trabajos eléctricos, parqueaderos, zonas verdes y carpintería.
El último contrato por $629 millones lo entregó la administración de Manuel Vicente Duque para construir los sistemas eléctrico y contraincendios . El contrato se lo ganó la Unión Temporal LQS- Santa Rita 2016, representada por Naisir Abdala Montes e integrada por la barranquillera AP Ingeniería SAS, con el 44% de participación, y el ingeniero cartagenero Rubén Darío Gómez Barroso, con el 56%.
Esas obras también incluyeron la instalación de una planta eléctrica.
La plaza de mercado, que para muchos cartageneros ya hacía parte de los elefantes blancos de su ciudad, es una obra de aproximadamente 5.600 metros cuadrados, que abrió con 139 puestos de venta de los 249 proyectados: 50 son de comerciantes de Bazurto que fueron reubicados allí y el resto le pertenecen a vendedores que trabajaban en la vieja edificación. Los demás puestos están vacíos y le corresponde a la Secretaría General su adjudicación.
Esta investigación hace parte del especial periodístico ‘Conflicto y corrupción, tres historias con sello CdR’, realizado bajo el proyecto ‘Becas CdR’ de Consejo de Redacción.