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[Opinión] Gracias por nada

Juan Alejandro Tapia /Foto: Cortesía

[Opinión] Gracias por nada

La Alcaldia y la Triple A anuncian que a partir de este mes el cobro del alumbrado público pasará al recibo del agua para aliviar las cargas de la factura de energía. Es un anuncio cínico, analiza Juan A. Tapia.

¿Qué hay detrás de la decisión de dejar de cobrar el alumbrado público en la factura de Air-e y pasarlo a la de la Triple A? Primero, empecemos por lo que no hay: no hay ninguna intención de beneficiar a la ciudadanía barranquillera, como sugiere de manera cínica e hipócrita la empresa de agua, alcantarillado y aseo en su comunicado de prensa.

Lo que dejaremos de pagar en el recibo de la luz, lo pagaremos en el del agua. Así que el cuento de que la decisión fue tomada por solicitud de la Alcaldía para atender el clamor general de bajar el valor de la tarifa de energía es solo eso: cuento, carreta. Y algo más: no es una solicitud, sino una disposición del Distrito.

El tiempo le ha dado la razón al primer agente interventor de Air-e, Carlos Diago, quien desde su llegada, en septiembre, intentó eliminar los cobros adicionales en el recibo de la luz, es decir, el alumbrado público y la sobretasa de seguridad, por encarecer el precio para el usuario por un concepto ajeno al servicio.

Diago fue estigmatizado por eso: una campaña mediática de desprestigio y su falta de tacto político terminaron por sacarlo a las patadas del cargo tras apenas dos meses de la intervención del Gobierno a la compañía. Pero el nuevo interventor, Edwin Palma, no tardó en proponer lo mismo: quitar definitivamente los cobros de terceros.

Palma le ha dado más manejo al tema, ha sido cauteloso al proponer unas mesas de trabajo para debatirlo, pero está pisando los mismos callos.

La lógica detrás de eliminar los cobros de terceros en la factura de la luz es clara: una empresa sin flujo de caja como Air-e necesita que sus clientes paguen el servicio puntualmente, que de por sí es carísimo debido a que las generadoras no le quieren vender energía y por eso debe comprarla más cara y trasladar ese valor al usuario.

Y un estímulo para pagarlo es quitar los cobros adicionales que nada tienen que ver con el servicio, como el de la sobretasa de seguridad —ya pusieron al gobernador Verano, como muñeco de ventrílocuo, a defenderla, pero eso es material para otra columna— y el del alumbrado público. Pero hacerlo es meterse con los poderosos de la ciudad y ninguno de ellos está dispuesto a ceder.

La Alcaldía y los empresarios detrás del alumbrado sintieron pasos de animal grande y se apresuraron a cambiar el cobro al recibo de la Triple A. Es decir, a pasar el dinero de un bolsillo al otro. ¿Es un delito? No lo es. Pero tampoco una muestra de altruismo o filantropía como el comunicado de prensa y algunos medios de comunicación afines a la Administración pretenden hacernos creer.

En realidad es una jugada a tres bandas, porque salvan el impuesto del alumbrado, alivian la carga de Air-e para darle contentillo al interventor y al Gobierno Nacional y, de carambola, blindan la sobretasa de seguridad ciudadana —que maneja el alcalde Char—, pues ahora solo habrá un cobro adicional —y no dos— en el recibo de la luz. Pero no, no es billar, más bien parece una partida de ajedrez.

@jutaca30

Una respuesta a “[Opinión] Gracias por nada

  1. Lo que hay que hacer seguimiento es sobre que base lo van a seguir cobrando sobre kWh consumidos o mt3 de agua consumidos, o a una tarifa fija, en el primer caso, con la energía solar se les está disminuyendo su recaudo (ojalá no sea por ese motivo) por qué como mencionan es de un bolsillo para otro, por qué igual toca pagar.

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