[Opinión] Dos viudas y una reina

Juan Alejandro Tapia /Foto: Cortesía

[Opinión] Dos viudas y una reina

El de 2025 será recordado como el Carnaval de Shakira y el que equilibró la cargas entre la Vía 40 y la carrera 44, analiza Juan A. Tapia.

Dos viudas oficiales tuvo este año Joselito Carnaval, el personaje que representa el fin de la fiesta magna de los barranquilleros. Dos viudas y no una, como había sido tradición en una sociedad que esconde sus esqueletos no tanto en el armario como en sus manifestaciones culturales, con el Junior y el Carnaval como punta de lanza. Una tradición que permite a decenas de queridas salir por los barrios a llorar de la risa a su muerto, pero que había respetado el lugar de la reina central como “señora” del pernicioso y dicharachero mamador de ron que muere pegado a la botella y resucita cada año en febrero.

El Carnaval 2025 pasará a la historia por haber tenido dos soberanas de la misma importancia: Tatiana Angulo Fernández de Castro, la de la boda soñada con Joselito en la Vía 40, y Alexsandra Estarita Villa, la del matrimonio a escondidas en la carrera 44. Pero, a pesar del papel destacado de ambas, el de este año quedará en la memoria de todos como el Carnaval de Shakira.

La presencia de la reina del pop latino para ofrecer dos conciertos en su tierra natal atrajo muchos más turistas que de costumbre y su decisión de salir en la Guacherna con sus hijos menores de edad fue un respaldo a la seguridad y vigilancia en una de las ciudades más golpeadas por la violencia en Colombia. Fue tal el impacto de Shakira que hasta volvió famoso un bordillo del barrio Boston en el que se sentó a tomarse una foto y hoy está convertido en atractivo turístico por el efecto de las redes sociales.

La barranquillera, en una deuda de gratitud con la junta del Carnaval por haber reprogramado la Guacherna para no enfrentarla a su concierto del viernes 21 de febrero en el Metropolitano, subió al escenario de su gira mundial a la reina Tatiana y hasta se animó a cantar el himno de las fiestas, Te olvidé, acompañada de una tambora y con sombrero vueltiao. La mejor publicidad que ha tenido el Carnaval desde su declaración como patrimonio oral e inmaterial de la humanidad.

Pero si hubo un triunfador en este 2025 fue el Carnaval de la 44. La acogida de este evento paralelo a la organización central fue mucho mayor que en años anteriores, al punto que grandes artistas y empresas patrocinadoras optaron por mudarse al “bordillo” y dejaron de lado la Vía 40. Gran parte de este éxito obedeció al desempeño de Lex Estarita, quien brindó un espectáculo de coronación nunca antes visto para una reina alterna y mantuvo la misma línea durante los cuatro días de fiesta. Dejó el listón muy alto para su sucesora.

El enfrentamiento de los seguidores de Lex y Tatiana en las redes sociales les dio más notoriedad a las dos y a la postre fue positivo para la promoción del Carnaval, pero no debe tomarse como un fenómeno aislado, sino como la lucha intestina de dos visiones de ciudad detrás de un tema que no tiene nada de superficial: el unanimismo que ha conducido las fiestas y a Barranquilla en general.

Terminó, entonces, el mejor Carnaval de los últimos años, con resultados muy positivos para la economía, el turismo y la imagen de la ciudad. La decisión de no competir con Shakira sino pegarse a la rueda de la estrella con el lema ‘En Barranquilla se baila así’ fue un acierto que cambió el rumbo de la celebración, lo mismo que el timonazo que dio sobre la marcha el alcalde Char al poner al frente de la organización a un hombre de la casa —literalmente— como Juan José Jaramillo. El reto es, desde ya, aprovechar este impulso y organizar unas fiestas superiores para 2026, cuando ya no estará Shakira para empujar la carroza.

@jutaca30

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