La reventada azul en Bolívar por dos cupos en la lista a la Cámara

El pulso en el conservatismo en Bolívar lo libran los exsenadores Vicente Blel Saad y William Montes Medina, ambos condenados por parapolítica. /Foto: Archivo.

La reventada azul en Bolívar por dos cupos en la lista a la Cámara

Cuatro políticos bolivarenses buscan ocupar los dos cupos que quedan en la lista a la Cámara del Partido Conservador. Uno de los que quiere repetir lo hará sin el respaldo del grupo que lo ayudó a conseguir la curul en 2022.

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A nueve meses de las elecciones legislativas de marzo de 2026, el Partido Conservador en Bolívar está fracturado por la conformación de su lista a la Cámara de Representantes. Aunque la colectividad puede inscribir hasta seis candidatos, en la práctica solo cuenta con dos cupos disponibles, pues los otros cuatro ya están comprometidos con los actuales representantes, quienes anunciaron su intención de reelegirse.

Se trata de Juliana Aray, Andrés Montes, Fernando Niño y Ángela Vergara, quienes tienen asegurado los avales para repetir en el tarjetón.

Sin embargo, los dos cupos restantes han desatado una disputa, porque desde hace semanas suenan los nombres de cuatro aspirantes bolivarenses que quieren el aval conservador, que se conocerá en noviembre. 

En esa pugna se enfrentan, directamente, las dos casas políticas más poderosas dentro del conservatismo en Bolívar: los Blel y los Montes.

El grupo Blel, liderado por el exsenador Vicente Blel Saad, condenado por parapolítica, busca quedarse con ambos cupos para impulsar a dos de sus cartas. Su peso dentro del partido no es menor: su hija, la senadora Nadia Blel, preside la colectividad desde julio de 2024. Además, su clan controla la Gobernación de Bolívar y tiene influencia en entidades nacionales clave como Cormagdalena.

Por su parte, los Montes, encabezados por el exsenador William Montes Medina —también condenado por parapolítica— reclaman al menos uno de los dos cupos que le quedan a la colectividad.

Este pulso interno tiene como telón de fondo una reforma estatutaria que apuntaba a eliminar el derecho que hoy tienen los actuales representantes a la Cámara de postularse sin necesidad de solicitar los avales. Si la reforma prosperaba, Niño y Vergara eran los perjudicados.

La reforma que no prosperó 

Desde octubre del año pasado, el Partido Conservador ha realizado dos sesiones conjuntas de directorios regionales para reformar sus estatutos. El último de esos encuentros fue el pasado 3 de junio.

En ese evento, celebrado en el Hotel Tequendama de Bogotá, se discutieron dos reformas fundamentales: la posibilidad de que, de cara a 2026, la persona que ostenta la presidencia del partido pueda aspirar a un cargo de elección popular sin renunciar a esa dignidad, como lo establecían hasta entonces los estatutos. 

Esa reforma, que se dio, le sirve a la senadora Blel porque ahora ella podrá aspirar por cuarta vez al Senado sin renunciar a la presidencia del partido. Esa silla le da poder a su grupo político al permitirle mayor prensa, representación en diferentes instancias e influencia en la agenda del partido. 

Y la segunda reforma clave buscaba eliminar el derecho natural a aspirar a la reelección, sin necesidad de solicitar aval,  de quienes ocupan cargos de elección popular en corporaciones colegiadas —concejos, asambleas, Cámara de Representantes o Senado—.

Si esa reforma obtenía luz verde, ese “derecho propio” desaparecería. Como  no pasó, quienes hoy tienen una curul en el conservatismo tienen asegurado el aval para volver a aspirar el próximo año. 

Tres militantes del Partido Conservador en Bolívar le dijeron por separado a La Contratopedia Caribe que, justamente, cambiar ese artículo era parte de la movida que les permitiría a los Blel sacar de la lista a los actuales representantes bolivarenses Fernando Niño y Ángela Vergara, porque las nuevas reglas del juego dejaban en cabeza de los directorios departamentales la conformación de las listas a Cámara.

Un integrante de ese directorio le explicó a este medio que aunque en esa instancia departamental se conforma una lista, es el directorio nacional en Bogotá, que preside la senadora Blel, el que tiene la última palabra. 

Así se proyectaba la modificación para el artítuclo 120 de los estatutos del Partido Conservador.

“Como eso no lo aprobaron, después de esa fecha los dos (Niño y Vergar) han salido a decir que van por la reelección”, dijo una de las fuentes que pidió no ser citada.

Las pocas posibilidades de Niño y Vergara 

El 5 de junio, dos días después de la convención en Bogotá, el representante Niño le dijo al medio CNC Cartagena que aspirará a su reelección en la Cámara, sin el apoyo de la casa Montes.

 

 
 
 
 
 
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Hace cuatro años, cuando aspiró por primera vez a esa corporación, Niño logró 40.000 votos, la cuarta mayor votación del partido.

Detrás de esa alta votación de Niño, quien tenía como única experiencia electoral haber logrado una curul en el Concejo de Cartagena en 2019, estuvo la aceitada maquinaria de los Montes. En aquel momento, Niño era cuñado del exsenador William Montes y por ese lazo recibió su apoyo.

Niño también tuvo el respaldo del grupo del exalcalde de Cartagena Pedrito Pereira Caballero. Aunque el exmandatario no le hizo campaña públicamente porque en ese entonces era funcionario de la Contraloría y el cargo se lo impedía, la familia Pereira respaldó esa candidatura a través de los líderes Merys Castro Pereira, Guillermo Cervantes Pereira y Wilmer Castro Pereira, sobrinos del exalcalde. 

“En esas elecciones él (Niño) también tuvo apoyo de varios concejales que le hicieron campaña fuerte y de la gente con la que los Montes contaban en los municipios. Ahora no veo tan clara esa aspiración”, le dijo a La Contratopedia un político activo que habló bajo anonimato.

Otra que no tiene tan despejado el camino para repetir curul es la representante Ángela Vergara. Llegó a la Cámara en enero de 2023 tras la renuncia del entonces representante Yamil Arana, quien había logrado 113.708 votos, la tercera mayor votación a la Cámara en todo el país, como miembro de la casa Blel. 

Como Arana renunció en diciembre de 2022, para aspirar a la Gobernación de Bolívar, Vergara —quien había logrado poco más de 7.200 votos— ocupó esa curul. Sin embargo, en el Departamento no se le conoce una fuerza electoral que le permita ganar por cuenta propia en las legislativas de 2026.

De hecho, en las regionales de 2023 su papá, Rafael Nilo Vergara, aspiró a una curul en la Asamblea de Bolívar con aval conservador, pero se ahogó con 12.340 votos. 

Aunque en varios sectores de Bolívar las aspiraciones de Niño y Vergara son vistas, por ahora, con pocas posibilidades de victoria, que hayan cantado su intención de reelegirse mueve el tablero político porque reduce a dos los cupos en la lista azul a la Cámara. 

Y, por lo pronto, ya suenan cuatro nombres para esa apretada competencia. 

“No hay cama pa’ tanta gente”

María Camila Salas, Alonso Del Río, María Paula Caballero y Miguel Curi quieren entrar a la lista del Partido Conservador en Bolívar, pero sólo hay dos cupos.

Tres de esos cuatro aspirantes buscan el aval con el respaldo de la casa Blel y uno más en representación de los Montes. 

Los que quieren el aval conservador bajo el paraguas de los Blel son el exrepresentante a la Cámara, por el Partido de La U, Alonso Del Río; María Paula Caballero, hija del concejal conservador David Caballero Rodríguez, viejo militante de ese grupo, y María Camila Salas, cuñada del gobernador Arana.

Los tres han dejado ver sus intenciones políticas de distintas maneras. 

Del Río lo hizo en correrías por el municipio de Córdoba Tetón, en el marco del Festival de los Montes de María; Caballero, en una reunión con líderes locales que su papá le organizó en el edificio del Concejo Distrital,  y Salas desde hace al menos dos semanas comparte en sus redes sociales contenidos con tono proselitista

Aunque dos fuentes del Partido Conservador dan por descontado el ingreso de Salas a la lista a la Cámara —porque llega bajo el paraguas del gobernador Arana—, ella le negó a La Contratopedia Caribe su intención de aspirar. 

“En este momento estoy dedicada a otros temas y a mi familia”, respondió a un mensaje de WhatsApp que le dejó este medio. 

En cuanto a Del Río y Caballero el camino parece más competido.

“Hasta ahora Blel está más convencido con Del Río, pero Caballero dice que él tiene más fuerza electoral y que si no le valoran sus años dentro del grupo se lleva a su hija para otra lista”, le dijo a este medio una fuente que conoce de cerca el pulso interno de los godos en Bolívar.

Del Río es nuevo en el Partido Conservador. Aterrizó en esa colectividad en las regionales de 2023 con su hijo Alonso Del Río, popularmente conocido como Alonsito. Él aspiró por la lista azul a la Asamblea y logró una curul con 26.118 votos. 

Con la victoria de Alonsito, su papá se reencauchó en la política bolivarense, después de haber perdido la curul que tuvo en la Cámara durante dos períodos, entre 2014 y 2022, con aval del Partido de La U y el respaldo de la cuestionada casa política García Zuccardi.

En las legislativas de 2022, Del Río buscó retener esa curul, pero la perdió porque los 41.446 votos que sacó no le alcanzaron.   

Caballero, en cambio, lleva años militando en el grupo de los Blel. De hecho, en las regionales de 2019 fue la principal apuesta de ese grupo al Concejo cartagenero. En las pasadas regionales retuvo esa curul con 10.910 votos y acompañó en correrías por los pueblos de Bolívar al candidato a la Asamblea Eugenio Martínez (Partido Conservador), quien logró la curul con 16.204 votos. 

El cuarto aspirante en esa puja es Miguel Montes Curi, hijo del exsenador William Montes y la exrepresentante a la Cámara Marta Curi. 

Miguel estudió Lenguas Modernas en la Universidad de Nebrija, España, y tiene dos másteres en Edición y Literaturas Hispánicas de la Universidad Autónoma de Madrid. 

Montes Curi es poco conocido en Bolívar, porque lleva años radicado en España, pero desde mediados de junio empezó a escribir columnas de opinión para el medio cartagenero Revista Zetta. Antes, en mayo, estuvo en un acto público con mujeres en Pontezuela, organizado por la excandidata a la Alcaldía de Cartagena, Jacqueline Perea Blanco.

De esos cuatro nombres sólo dos podrán ingresar a la lista de los conservadores, un pulso en el que los Montes reclaman un cupo, pero que la casa Blel considera propio.

“Ellos están chocando porque el viejo Blel quiere todos los cupos, porque dice que su grupo es el que pone los votos, ya tiene el cupo de Aray y quiere los otros dos para Del Río y Salas”, le dijo a La Contratopedia otro político cercano a esa colectividad. 

Consultado por este medio, un militante del grupo de los Montes corroboró esa versión y agregó que el debate ha sido tan fuerte que Blel Saad ha planteado la posibilidad de armar una lista en otro partido si no logra los dos cupos que le quedan al conservatismo.

Aunque aún falta un largo trecho para la conformación final de la lista conservadora a la Cámara por Bolívar, los nombres que la integren mostrarán cuál de los dos condenados por parapolítica con poder en esa colectividad se impuso en el pulso. 

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