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La millonaria cancha que salió a flote con la tragedia de Piojó

Desde el 5 de noviembre, unas 500 personas están damnificadas en Piojó porque sus casas colapsaron con las lluvias. /Foto: Alcaldía de Piojó y Gobernación del Atlántico.

La millonaria cancha que salió a flote con la tragedia de Piojó

Las lluvias tienen a más de un centenar de familias sin hogar en el municipio más elevado sobre el nivel del mar en Atlántico. La tragedia revivió los problemas de planeación de una millonaria cancha contratada por el gobierno de Elsa Noguera.

Los deslizamientos que tienen a 500 personas sin hogar en el municipio de Piojó, ubicado a hora y media de Barranquilla por carretera, sacaron a flote problemas de planeación en la construcción de una cancha de fútbol, que lleva varios meses paralizada y forma parte de un millonario paquete contratado en 2020 por la Gobernación del Atlántico con un solo oferente. 

Ahora, con los deslizamientos recientes en los barrios Camino Grande y Cementerio, esa obra tiene varios reflectores encendidos: los habitantes le atribuyen una cuota de responsabilidad por el colapso de sus casas. Dicen que con esos trabajos de infraestructura el terreno de toda la zona quedó más vulnerable. 

El señalamiento no es nuevo y data del año pasado, cuando entre octubre y noviembre un grupo de casas cedió con las lluvias. También parte de la cancha.


Más allá de esos dedos índices —hasta ahora descartados por la Gobernación del Atlántico y la Corporación Autónoma Regional, máxima autoridad ambiental del departamento, porque la cancha está ubicada en la corona de la ladera y “la falla empezó en la base del talud”—, la propia Gobernación reconoce que no se hizo un estudio de suelo previo para determinar si podía intervenir ese espacio. 

(Lea aquí la respuesta completa entregada por la Gobernación del Atlántico).

Por eso, en noviembre de 2021, seis meses después de iniciada su construcción, la Gobernación detuvo las obras y anunció el estudio de suelo.

Desde entonces están paralizadas y con las lluvias recientes su futuro se nubló mucho más porque el terreno volvió a ceder y las administraciones departamental y municipal contemplan su reubicación.

La cancha y su terreno inestable  

Hace un año, las lluvias ocasionaron deslizamientos en el barrio Camino Grande y afectaron entre seis y 20 casas, según reportes periodísticos. Las familias tuvieron que buscar refugio en territorio seguro. 

Esas lluvias también causaron remoción de masas en la cancha municipal de fútbol, intervenida por la Gobernación del Atlántico para convertirla en un moderno espacio deportivo, según anuncios de la gobernadora Elsa Noguera en marzo de 2021.

Imagen tomada de Google Earth.

Con una inversión de $5.056 millones, la cancha estaba proyectada a ser un espacio con graderías, zona de juegos y alumbrado público; con capacidad para mil personas, en 8.137 metros cuadrados recuperados.

La mayor parte de esa área —informó la Gobernación— se destinaría a la práctica de fútbol para formalizar las escuelas deportivas del municipio. La obra también incluía zonas verdes, senderos para otras actividades al aire libre, parqueaderos, baños y camerinos.

Los trabajos comenzaron el 27 de mayo de 2021 y no pasaron de la fase inicial porque con las lluvias tuvieron que parar el 3 de noviembre de ese año. 

Al día siguiente, la Alcaldía de Piojó, la Gobernación, el contratista, el interventor y los concejales acordaron que se realizaría un “estudio geotécnico”, debido “a los sucesos naturales que ocasionaron daños a la obra”. En su perfil de Facebook, la Alcaldía informó que esperaba esos resultados en 45 días para determinar su “continuidad”.


En otras palabras, los trabajos se suspendieron por la falta de información detallada sobre las condiciones del terreno, pese a que esos estudios previos debieron quedar resueltos en la fase inicial del proyecto. 

Consultada sobre los estudios anunciados hace un año, la Gobernación le respondió a La Contratopedia que un informe entregado por un especialista mostró que el “terreno está conformado por suelos arcillosos expansivos”.

Ese material tiende a ser muy complejo en su comportamiento y es muy susceptible “a los cambios de humedad, a la intervención del hombre y los procesos de deforestación, por lo que pueden perder sus propiedades naturales de resistencia y comienzan a moverse hacia las cuencas que han formado los taludes”. 

La recomendación de dicho informe —le explicó la Gobernación a La Contratopedia— “fue no realizar ningún tipo de obra civil” hasta no garantizar “la estabilidad de la cancha” y “la estabilidad del talud, mediante la ejecución de estructuras que minimicen el riesgo de deslizamiento”. 

En febrero de este año, la Alcaldía municipal informó que la construcción de la cancha tendría cambios para incluir “las obras de protección del terreno” y reiniciar labores en abril. Eso nunca pasó. 

“¿Qué tal que la obra estuviera terminada y se jugara un clásico con la gradería llena? Imagínate eso. No puedo hacer una obra, por sencilla que sea, sin un estudio que me permita conocer qué tipo de suelo tengo debajo. Lo que se puede interpretar de esta obra es que los estudios de ingeniería fueron deficientes”, le explicó a La Contratopedia un ingeniero experto en obras de infraestructura pública, que prefirió omitir su nombre.

El nuevo limbo 

Sobre el futuro de la cancha, la Gobernación del Atlántico le dijo a La Contratopedia que, desde mayo pasado, ya había decidido “no continuar con la construcción”, por los “asentamientos evidenciados”. Desde entonces,  conversa con el Municipio, el Concejo Municipal y la comunidad para “replantear la ubicación de la misma”. 

Sin embargo, con los deslizamientos del fin de semana pasado, la reactivación de las obras en la cancha municipal está aún más lejana porque ese terreno forma parte de la zona afectada.

Allí 146 familias se quedaron sin hogar: algunas casas están hoy reducidas a escombros, mientras otras tienen sus cimientos y paredes tan agrietados que pueden desplomarse en cualquier momento. 

El cementerio municipal colapsó y varias calles se convirtieron en montículos de cemento.


Las medidas que adoptará la Gobernación del Atlántico en todo el territorio afectado dependen de estudios geotécnicos y geológicos, que pueden tomar meses. La gobernadora Elsa Noguera les pidió ayuda al Instituto Nacional de Geología y a la Sociedad de Ingenieros del Atlántico para identificar las características del suelo y determinar si los barrios colapsados son reurbanizables o no. 

Si no lo son, las familias deberán mudarse a otras zonas del municipio.

Hasta ahora las lecturas iniciales sobre la emergencia en Piojó apuntan a una “falla geotécnica, en la que una masa de suelo se desliza sobre otra y genera las afectaciones que estamos viendo”, le explicó a La Contratopedia el ingeniero Rubén Tovar, doctor en ingeniería geotécnica y profesor investigador del Departamento de Ingeniería Civil de la Universidad del Norte.

“Aunque sin el estudio no podemos descartar ninguna hipótesis, inicialmente pensaría que se trata de un movimiento detonado principalmente por saturación de suelos debido a la temporada invernal”, aseguró el ingeniero.

Un paquete millonario y polémico

La cancha municipal de Piojó forma parte de un millonario paquete de obras de infraestructura pública, que se ganó la Unión Temporal Espacios Urbanos 2020, integrada por las empresas A Construir SA y Soluciones de Infraestructura y Logística SAS.

Ese paquete es el contrato de infraestructura más millonario entregado por el actual gobierno departamental de Elsa Noguera. Se trata de $204.763 millones que la Gobernación del Atlántico firmó con Edubar para intervenir 311.000 metros cuadrados de espacio público en distintos municipios.

Además de los recursos para los constructores y la interventoría, de esa suma sale una cuota de gerencia que cobra Edubar por tener la responsabilidad de ejecutar esa bolsa económica

Tan millonario como polémico ha sido ese contrato porque la Unión Temporal Espacios Urbanos 2020 fue la única oferente del proceso, a cargo de Edubar.

Como contó La Contratopedia en el especial ‘Así funciona el modelo de contratación charista de la Gobernación del Atlántico’, la falta de oferentes se explica, en parte, por los requisitos habilitantes, pues había una condición que limitaba la competencia: los interesados debían acreditar experiencia de, al menos, 200.000 metros cuadrados construidos en plazas y parques, una cifra que no está al alcance de muchos por la cantidad ni la especificidad de las obras.

En noviembre de 2020, la Sociedad de Ingenieros del Atlántico (SIA) le envió una carta a Edubar objetando que el contrato se quedara en manos de un solo contratista, informó El Tiempo.

Para la SIA, ese proyecto podría haberse fraccionado en 23 lotes de obras (una por cada municipio del Atlántico), “logrando irrigar recursos a mínimo 23 empresas y a su vez ayudando a muchas familias que tienen su sustento del desarrollo de las actividades de ingeniería y construcción”. 

2 respuestas a “La millonaria cancha que salió a flote con la tragedia de Piojó

  1. No solo se debe hablar de la cabecera de Piojó, hay que notificar que van 3 escuelas rurales que desaparecen, por negligencia. Que la escuela de la vereda Los Olivos, que hasta en los noticieros mostraban cuando daban las clases en un kiosko, ahora ni vía tienen, se cayó el puente del arroyo Guacaribana y la vía es intransitable.

  2. Estos gobiernos charistas son sinonimo de folklorismo e irresponsabilidad donde su único interés es el como voy yo, tirame la liga y otras frases que identifican al facilismo de quienes su responsabilidad debería ir más allá de hacer por hacer sin tener en cuenta conocimientos en aspectos y normas tecnicas, pero y todo lo hacen a las carreras para ganarse un billete, que el que venga atrás que arree.

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