La Cocina de La Contratopedia Caribe

Rosario de irregularidades y ‘omertà’ en Bolívar

Rosario de irregularidades y ‘omertà’ en Bolívar

En un país como Colombia, con problemas de infraestructura, insuficiente inversión pública en seguridad vial y evidente anarquía de conductores, peatones y pasajeros, todos estamos expuestos a siniestros viales. Por eso, es inexplicable que desde el gobierno de Yamil Arana se haya urdido una estrategia, con ayuda del Distrito, para que la opinión pública no supiera que una camioneta del esquema de seguridad del mandatario atropelló a un ciudadano.

Sólo cinco días después, la Gobernación de Bolívar envió un comunicado por chat a la prensa para lamentar lo ocurrido. No entregó detalles por “recomendaciones jurídicas y con el propósito de no entorpecer las investigaciones en curso”.

Tampoco lo publicó en sus canales institucionales ni lo hizo Arana en sus redes sociales, una paradoja para una administración que ha hecho del mundo digital la punta de lanza de sus comunicaciones.

Esos seis párrafos, que llegaron después de la revelación de La Contratopedia Caribe y del anuncio de investigación de la Unidad Nacional de Protección (UNP), eran pertinentes pocas horas después de la muerte de Iván Cuentas, el 10 de enero.

En cambio, la solidaridad con la familia y el anuncio de transparencia para facilitar la investigación se leyeron poco convincentes, cuando ya el tema era noticia nacional. El Departamento no tenía opción: debía pronunciarse.

Y a esa estrategia de silenciamiento, que les funcionó por cuatro días, se suman otras irregularidades: al momento del siniestro, la camioneta no protegía a Arana sino que cumplía labores para la primera gestora Angélica Salas —no es claro si ella iba a bordo—; el conductor Benito Madrid no estaba autorizado por la UNP para conducir ese vehículo por no ser uno de sus escoltas; Madrid no tenía contrato vigente con la Gobernación, pese a que el gobierno de Arana reconoció el vínculo laboral en uno de los seis párrafos de su tardío comunicado. 

Además, en 2024, cuando fue contratista departamental, Madrid se desempeñó como conductor de Salas, pese a que las 13 obligaciones específicas de ese contrato exigían labores de oficina para la Secretaría de la Mujer de Bolívar.

El medio antioqueño El Colombiano publicó que hace varias semanas el personal de seguridad de la UNP no es requerido por Arana, pero sí la camioneta. Incluso, para asuntos personales como paseos a la playa.

Hilvanando los hilos que hasta ahora se conocen saltan dos conclusiones.

  • La primera, que el gobernador Arana y su esposa Salas han usado de manera irregular el vehículo de la UNP. Una historia que no es nueva, pero no por ello menos cuestionable.
  • Y la segunda, que si con decenas de testigos y videos se intentó tapar un siniestro, qué más podrían ocultarnos el gobernador y la primera gestora cuando nadie los ve.

Por eso, los periodistas no podemos ser partícipes de pactos de silencio, especialmente cuando se parecen a los códigos sicilianos de la omertà.

*Columna escrita a cuatro manos por Tatiana Velásquez y Antonio Canchila, cofundadores de La Contratopedia Caribe, inicialmente publicada en el diario El Universal el 20 de enero de 2025.

Posdata

Tras el cubrimiento periodístico de La Contratopedia Caribe a este caso, personas cercanas al gobierno de Yamil Arana y a la casa política Blel —en la que Arana milita— han cuestionado a este medio por seguirle la pista a las irregularidades que lo rondan. Nos señalan de tener motivaciones personales en contra del mandatario de los bolivarenses, asunto que es completamente falso.

Seguimos este caso como hemos seguido otros cuyos protagonistas han sido William Dau, Dumek Turbay, Alejandro Char, Eduardo Verano, Elsa Noguera, Jaime Pumarejo, Nicolás Petro, Vicente Blel Scaff o los hermanos Daes, sólo por mencionar a algunos.

En La Contratopedia Caribe seguiremos poniéndole lupa a este siniestro vial porque:

  • Hay una víctima fatal, Iván Cuentas Arriaga, de 74 años.
  • Hay recursos públicos y servidores públicos involucrados.
  • Hubo una estrategia de ocultamiento.
  • Y, sobre todo, La Contratopedia no firma ni tolera pactos de silencio. 

 

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