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Dumek Turbay termina su primer año en La Aduana con un balance agridulce

Las últimas semanas de este 2024, Turbay se ha dedicado a entregar tramos de vías intervenidos en las zonas más populares de la ciudad. /Foto: Ofiprensa Alcaldía de Cartagena.

Dumek Turbay termina su primer año en La Aduana con un balance agridulce

Proyectos aprobados en tiempo récord en el Concejo, alta favorabilidad en las encuestas y una imagen de mandatario ejecutor forman parte de la gestión del primer año de Turbay. Una guerra política con uno de los grupos que lo apoyó amenaza con aguarle la fiesta en 2025.

El primer año de Dumek Turbay Paz en el Palacio de La Aduana ha estado marcado por una ‘luna de miel’ con el Concejo Distrital, que en tiempo récord le aprobó proyectos clave para consolidarse como un ejecutor y un mandatario que atiende las demandas ciudadanas. De hecho, desde sus primeros días en la Alcaldía comenzó a marcar con una alta favorabilidad en las encuestas que miden la gestión de los mandatarios de las principales capitales del país.

Sin embargo, el balance de este primer año del alcalde Turbay es más bien agridulce porque, durante su segundo semestre de gobierno, los Blel, uno de los grupos que lo apoyaron para alzarse en las urnas, liderados por el condenado por parapolítica Vicente Blel, le declaró una ‘guerra fría’.

El 2025, con la elección de un nuevo Contralor o Contralora Distrital en ciernes, mostrará las movidas de los Blel y si la ‘luna de miel’ entre los concejales y Turbay continuará.

La 'luna de miel' con el Concejo

Javier Julio Bejarano, único concejal de oposición, y Laura Díaz, de la bancada Verde (declarada independiente), junto a Turbay en La Aduana. Foto: Ofiprensa Alcaldía de Cartagena.

La más reciente evidencia de que, 12 meses después de llegar a sus cargos, los concejales y Turbay mantienen unas relaciones fluidas ocurrió el lunes 16 de diciembre en el salón Vicente Martínez Martelo del Palacio de La Aduana.

Vestidos con camisas de manga larga, blusas de lino y pantalones de dril, 14 de los 19 cabildantes atendieron la invitación del mandatario a un “acto inédito”, como lo anunció la Oficina de Prensa de la propia Alcaldía, en el que Turbay sancionó, junto a los concejales, seis proyectos que esa corporación aprobó durante el último periodo de sesiones extraordinarias de este año.

El más importante de esos proyectos fue el histórico presupuesto general para 2025: $3,9 billones, de los cuales la Alcaldía destinará 76,2% en inversión; 19,5%, para gastos de funcionamiento, y 4,3% para el servicio de la deuda.

“Nos enfrentamos a grandes retos y la unidad se convierte en un pilar fundamental. (…) Seguiremos trabajando unidos para garantizar un mejor futuro para los cartageneros”, les dijo Turbay en una especie de invitación para seguir trabajando en llave el próximo año.

Desde marzo pasado:

  • 15 de los 19 concejales se declararon de gobierno (tres de ASI, tres conservadores, tres de Cambio Radical, dos liberales, uno del Centro Democrático, uno del Nuevo Liberalismo, uno de La U y una de Cartagena Mejor)
  • Tres como independientes (la bancada de Alianza Verde) 
  • Y uno más de oposición (Javier Julio Bejarano del Pacto Histórico).

Esas relaciones con el Concejo, en el que sigue sin levantarse una voz de férrea oposición a su administración, le permitieron a Turbay victorias tempranas desde su llegada a La Aduana.

Antes de terminar el primer periodo de sesiones ordinarias, entre el 2 de enero y el 8 de marzo, esa Corporación le aprobó casi por unanimidad los tres proyectos de acuerdo que presentó:

  • Facultades para crear la Secretaría de Turismo y el Instituto Comunal, dos promesas de campaña que el 26 de febrero ya tenían luz verde.
  • Facultades para gestionar un crédito por $60.000 millones, para la construcción del acueducto y el alcantarillado de los corregimientos Pontezuela y Bayunca.
  • Y la incorporación al presupuesto de $597.000 millones, que le ayudaron a Turbay a comenzar a ejecutar infraestructura pública desde su primer semestre en la Alcaldía.

Esa rapidez y unanimismo con las que las iniciativas recibieron el visto bueno del Cabildo contrastan con las dilaciones y negativas a los proyectos presentados por el gobierno de William Dau. Por ejemplo, el Concejo no le dio luz verde a la modernización del Distrito, que esa administración presentó en dos oportunidades. 

Esa administración tampoco tuvo fácil la incorporación de recursos al presupuesto. Hasta mayo de 2023, el Cabildo se tomaba en promedio 54 días para estudiar los proyectos, mientras que entre 2016 y 2019 el estudio de iniciativas de ese tipo tardaba 29 días en promedio, según Funcicar.

De hecho, la primera incorporación de la administración anterior, por apenas $21.958 millones, le tomó al Cabildo 112 días de estudio. Ahora, con Turbay en la Alcaldía esos tiempos se han reducido: la primera incorporación de su gobierno, por más de medio billón de pesos, recibió aval tras 17 días de estudio.

A esos primeros logros se suma la aprobación del crédito por $1.5 billones, la operación crediticia más millonaria en la historia de Cartagena. Hasta antes de agosto pasado, cuando el Concejo le dio facultades al Alcalde para prestar ese monto en la banca, el cupo de endeudamiento más alto aprobado a un mandatario  (Dionisio Vélez, 2014) había sido uno de $250.000 millones.

Otra evidencia de esas relaciones cordiales con Turbay es la defensa de varios cabildantes ante las voces críticas por la opacidad informativa con la que arrancó su gobierno y algunas salidas en falso. Por ejemplo, en marzo el concejal de Cambio Radical, Carlos Barrios, señaló a Funcicar de perseguir al Alcalde, por las alertas que esa veeduría emite.

Más recientemente, cuando Turbay fue tendencia nacional por tildar de mentirosa a una turista cucuteña que se quejó por el cobro excesivo en una carrera de taxi, desde el Cabildo también hubo voces de apoyo al mandatario. La concejal de Cartagena Mejor, Mónica Villalobos, dijo que la ciudad tenía en el Alcalde a alguien que “la cuida y la defiende”.

Detrás de ese unanimismo y apoyo permanente del Concejo hay un esquema burocrático que, si bien no representa cargos clave para los aliados de los cabildantes, sí muestra una representación en el gabinete de las casas políticas y los financiadores de campaña de varios de los concejales, como contó La Silla Vacía en agosto.

Primeros puestos en las encuestas y buena prensa

Parte de la popularidad de Turbay se debe a su empeño por mostrarse cercano a las comunidades. Foto: Ofiprensa Alcaldía de Cartagena.

Los altos indicadores de favorabilidad y aprobación de gestión en las encuestas de percepción también han sido protagonistas en el primer año de gobierno de Turbay.

El 17 de diciembre, Guarumo y Ecoanalítica publicaron una medición realizada en ocho capitales del país, entre el 10 y el 13 de diciembre, en la que Turbay ocupó el segundo puesto con el 77,9% de aprobación. El primero fue para el barranquillero Álex Char, con 84,3%.

Aunque alta, la aprobación del Alcalde cartagenero muestra una disminución comparada con la medición que hicieron las mismas encuestadoras en septiembre, cuando logró una aprobación del 81,4%.

En las cinco encuestas realizadas por la firma Ivamer Poll este 2024 al mandatario también le ha ido bien, aunque su aprobación empezó a bajar. 

En la medición de abril, tras sus primeros 100 días en La Aduana, el 76% de los consultados aprobó su desempeño; en la publicada en junio, la aprobación aumentó al 79%, pero desde agosto comenzó a bajar: ese mes obtuvo 74%, en octubre, 72% y en la medición de diciembre, 68%. 

En la Encuesta de Percepción Ciudadana de Cartagena Cómo Vamos también le fue bien. El 68% de los consultados dijo tener una imagen favorable de Turbay, un porcentaje que no sorprende, porque durante su primer año de gobierno a los mandatarios les va bien por tratarse de un periodo en el que la ciudadanía está llena de expectativas.

Como contó La Contratopedia, la de Turbay no es la favorabilidad más alta de un arranque de gobierno en Cartagena. En 2008, durante su primer año, la entonces alcaldesa Judith Pinedo Flórez marcó 77%. 

Detrás de esa favorabilidad y aprobación de Turbay están, en parte, los millonarios recursos públicos que ha invertido para comunicar su gestión durante su primer año en La Aduana.

Para ello, desde el inicio de su administración ha vinculado a periodistas a través de órdenes de prestación de servicios (OPS) para trabajar en las oficinas distritales, como contaron en mayo La Contratopedia y La Silla Vacía.

Y más recientemente, la Alcaldía contrató por $1.144 millones a la agencia barranquillera Crearte para que gestione publicaciones “positivas”, que muestren la ejecución de los programas del Plan de Desarrollo ‘Cartagena, ciudad de derechos 2024-2027’, en distintas plataformas y medios de comunicación.

La ‘guerra fría’ con los Blel se calienta

Turbay nombró a Alexis Valeri Parias como alcalde de la localidad 2 en representación de la cuestionada casa política Blel. Foto: Ofiprensa Alcaldía de Cartagena.

Desde la segunda semana de septiembre, las relaciones cordiales que hasta entonces había mantenido Turbay con las principales casas políticas de Bolívar, a las que les debe parte de su victoria, empezaron a descomponerse por el frente más poderoso: los Blel, liderados por el condenado por parapolítica Vicente Blel Saad.

Por esa fecha, Turbay le reclamó airadamente al alcalde de la localidad 2, Alexis Valerio Paria, por haber adjudicado la organización de un torneo deportivo para esa localidad con una entidad ‘de todito’, al parecer, con sobrecostos. Turbay le ordenó a Valerio suspender el contrato y a la Secretaría de Hacienda frenar los giros de ese contrato.

Ese reclamo de Turbay, vía redes sociales, fue leído en la Cartagena política como un cortocircuito con la casa Blel, porque Valerio es una de las cuotas de ese grupo en el gabinete distrital.

Además, los Blel tienen representación burocrática en Corvivienda, la Escuela Taller Cartagena de Indias y la Oficina de Informática de la Alcaldía. Los jefes de esas dependencias son funcionarios que han hecho su carrera de la mano de ese grupo y fueron nombrados con su beneplácito. 

Tres meses después de ese primer conato de guerra fría entre Turbay y los Blel, el ambiente está cada vez más caldeado. El choque ha escalado.

Cuatro fuentes políticas, una de ellas del Palacio de La Aduana, que accedieron a hablar bajo anonimato, le contaron a La Contratopedia que esas relaciones están “reventadas”.

“Las cosas han ido de mal en peor. Cómo será que ya a Alexis lo sacaron del grupo de WhatsApp de la Alcaldía en el que están todos los funcionarios”, le dijo a este medio una de las fuentes que conoce por dentro las movidas de los Blel.

La Contratopedia confirmó, con una fuente de la administración distrital, que, efectivamente, desde el viernes 13 de diciembre, Valerio fue eliminado del grupo de chat de funcionarios del Distrito.

La salida de ese grupo la aceleró un recorrido que el alcalde local hizo con el gobernador Yamil Arana, también del grupo Blel, y con la primera dama departamental Angélica Salas en una caravana navideña en el barrio Olaya Herrera, el pasado 12 de diciembre.

 

 
 
 
 
 
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Ese evento multitudinario fue, justamente, la noche en la que Turbay encendió el alumbrado en el Parque Espíritu del Manglar, junto a la mayoría del gabinete, incluidos los otros dos alcaldes locales: Frank Ricaurte, de la Localidad 1, y Yuselis Garrido, de la Localidad 3.

Valerio viene protagonizando una seguidilla de acciones, desde el cortocircuito por el contrato de los juegos, que no le han gustado a Turbay.

“No asiste a los Consejos de Gobierno, no ha acatado las órdenes que ha dado el Alcalde de invertir en limpieza de caños y de espacios públicos de la localidad. (…) Demostró que es una rueda suelta al servicio de los Blel”, detalló la fuente de La Aduana que pidió no ser citada.

Al episodio del alcalde Valerio se suman las relaciones cada vez más tirantes entre el gobernador Yamil Arana, que ha hecho toda su carrera política de la mano de los Blel, y Turbay. Aunque Arana intenta mostrar unidad en sus publicaciones en redes sociales.

Prueba de ello fue el choque público, a través de la plataforma X, por el Estatuto Tributario Departamental que Arana sancionó y, según Turbay, representa una mayor carga impositiva para el sector productivo de Cartagena y el personal contratado por OPS en el Distrito.

Turbay también cuestionó el cobro de la Estampilla Pro Hospital Universitario que hace la Gobernación y que, según él, está soportada en un decreto viciado. Arana le respondió que la mayoría de cobros del Estatuto ya se venían haciendo. “Eso viene hace años, desde que usted fue gobernador”, le respondió a Turbay.

La Contratopedia conoció que, más allá de ese episodio, en La Aduana hay molestia desde hace meses por el continuo interés de Arana en Cartagena. Un asunto que comienza a leerse en clave electoral con la intención de irles abonando camino a sus padrinos políticos, los Blel, de cara a las elecciones legislativas de 2026.

El interés de Arana por Cartagena, quien incluso creó el eslogan Cartagena con el Gober, se evidencia en tres frentes.

El primero es la construcción de vías, con una inversión de $59.982 millones (la más millonaria de Arana en su primer año como gobernador), justo cuando Turbay ejecuta su Guerra Frontal contra los Huecos en las tres localidades del Distrito, por $119.137 millones.

El segundo es la realización de eventos masivos, como Bolívar 1600, en las Fiestas de Independencia. Para celebrar dos conciertos en la Plaza de La Aduana, la Gobernación invirtió $1.714 millones.

Y el tercero y más reciente es la organización de eventos navideños en la Plaza de La Proclamación, el barrio Olaya Herrera y el corregimiento de Tierra Baja. 

Esa guerra entre Turbay y los Blel tiene un enfrentamiento clave por librarse, durante el primer trimestre de 2025, en el Concejo Distrital: la elección del nuevo Contralor o Contralora Distrital, quien le hará el control fiscal al gobierno de Turbay hasta diciembre de 2027.

Tras un 2024 en el que logró marcar agenda nacional y posicionarse como uno de los principales mandatarios del país, Turbay empieza 2025 con el reto de no terminar bloqueado en el Concejo como parte de la guerra fría con los Blel, que ya no es un secreto en Cartagena.

El gabinete pierde una funcionaria clave

Turbay terminará este 2024 con dos bajas en su gabinete: la secretaria de Hacienda, María Camila Salas, y el director del Departamento Administrativo de Salud (Dadis), Álex Tejada.

Cartagena conoció la renuncia de María Camila Salas, el pasado 20 de diciembre, por una publicación del diario El Universal. Asunto que, La Contratopedia supo, no cayó bien en el círculo de Turbay por no respetarse los protocolos administrativos ni comunicacionales, pues después de filtrarse la información fue que el Distrito comunicó oficialmente la renuncia.

De hecho, horas antes de la publicación de El Universal, Salas participó en una reunión con el resto del gabinete para proyectar 2025 y no dio señales de irse.

Oficialmente renuncia por “asuntos personales y familiares que no dan espera” y por eso vuelve al sector privado, a trabajar en Comfenalco Cartagena como gerente de Relacionamiento y Sostenibilidad.

Sin embargo, La Contratopedia conoció que su salida es fruto de la creciente tensión entre Turbay con la casa Blel y el gobernador Arana. De este último, Salas es cuñada: su hermana Angélica Salas es la primera gestora departamental.

“En un momento de tensión y guerra entre Dumek y Yamil, como pieza representativa en el ajedrez político del grupo Blel, le ordenan su renuncia para que su rostro aparezca en el tarjetón de este grupo al Congreso”, le dijo a La Contratopedia una fuente política, que conoce de cerca las movidas de los Blel y pidió reserva de su nombre.  

En su reemplazo, asumirá desde enero próximo como nuevo timonel de la Secretaría de Hacienda Haroldo Fortich, actual tesorero distrital. Esta transición ocurre en un momento clave para el gobierno Turbay, que gestiona créditos ante la banca internacional para obtener desembolsos de hasta $1,5 billones con los que espera ejecutar proyectos como el Malecón del Mar.

Antes, en noviembre pasado, Turbay había anunciado otra renuncia, la de Álex Tejada, quien estará al frente de la Salud Distrital hasta este 31 de diciembre. Se va, según comunicación oficial de la Alcaldía, por “temas personales y empresariales que no pueden ser desatendidos”.

Sin embargo, La Contratopedia conoció de primera mano que su falta de experiencia en el sector público le terminó pesando, pues era la primera vez que se enfrentaba a las presiones propias de un cargo distrital: órganos de control, atención ciudadana 24/7 y la prensa.

Aunque aún Turbay no decide quién será su reemplazo, todo apunta a que asumirá desde enero próximo como directora del Dadis Malka Piña, funcionaria de carrera de esa entidad: es directora operativa de prestación de servicios de salud y fue por tres meses gerente de la ESE Cartagena de Indias.

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