
Con la luz verde de JP Morgan, Barranquilla gana oxígeno financiero para los próximos dos años. /Foto: Alcaldía de Barranquilla.
Con crédito de JP Morgan, Barranquilla reemplaza millonaria deuda en dólares
Los recursos le servirán al gobierno de Alejandro Char para ganar mayor liquidez en el corto plazo y sustituir un millonario préstamo de 2022 con Deutsche Bank, que ya había servido para cubrir otro.
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El pasado 23 de mayo, JP Morgan Chase Bank, el banco más grande de los Estados Unidos, le aprobó un crédito a Barranquilla por US $83,3 millones, equivalentes a $350.000 millones.
El préstamo reemplaza una deuda previa que el Distrito suscribió en 2022 en dólares con una entidad alemana y le permitirá al gobierno de Alejandro Char financiar parte de su Plan de Desarrollo ‘Barranquilla a otro nivel, 2024-2027’.
Char dio a conocer la noticia, a través de su cuenta de X, destacándola como un logro para Barranquilla, aunque también implica pagar una millonaria garantía emitida por una agencia del Grupo Banco Mundial y mantener el alto nivel de endeudamiento distrital, que a diciembre de 2024 ya sumaba $3,2 billones.
¡Qué gran bendición! Recibimos una noticia que nos llena de orgullo y emoción.@jpmorgan, uno de los bancos más importantes del mundo, le apuesta a Barranquilla y a nuestra gente. 🙌🏼 pic.twitter.com/3KWl8Jnno5
— Alejandro Char (@AlejandroChar) May 27, 2025
Las características del nuevo crédito
El contrato que Barranquilla firmó con la entidad estadounidense se calculó en pesos colombianos con una tasa de cambio a $4.200 por dólar y una tasa de interés fija de 13,15% anual.
Es una deuda a 10 años que la ciudad deberá pagar hasta el 30 de mayo de 2035.
El crédito de JP Morgan tiene dos años y medio de gracia, contados a partir de la fecha de aprobación, 23 de mayo de 2025. Es decir, durante ese periodo, no habrá abonos al capital.
Lo que el Distrito sí debe pagar durante esos dos años y medio son intereses a JP Morgan, así como unos cargos adicionales por una prima de garantía y una comisión por su estructuración al Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones, MIGA por sus siglas en inglés.
Resulta que para que JP Morgan le aprobara el crédito, Barranquilla tuvo que esperar que MIGA emitiera una garantía que cubre hasta el 95 % del capital y los intereses de esa deuda.
MIGA es una agencia internacional, miembro del Grupo Banco Mundial, que emite garantías para proteger a inversionistas y prestamistas —que así lo soliciten, como JP Morgan— frente al riesgo de incumplimiento en los créditos.
La prima cuesta US $11.747.661, equivalentes a $49.340 millones de hoy. Es más costosa que una póliza de una aseguradora convencional porque tiene mayor cobertura y es una herramienta para aumentar la confianza crediticia internacional.
Barranquilla la pagará, en dólares, a 20 cuotas así:
- Un pago inicial, cercano a los $4.208 millones, que la ciudad debe desembolsar durante los 15 días siguientes a la firma del contrato con JP Morgan.
- Y 19 pagos semestrales decrecientes hasta 2034.
Esa garantía, además, generó una comisión de US $537.282,78, unos $2.256 millones, para cubrir costos asociados a su estructuración.
El Distrito debe pagarle a MIGA ese valor en dos partidas:
- La primera, al momento del desembolso del préstamo.
- Y la segunda, el 29 de mayo de 2026.
La garantía es clave porque JP Morgan la puede hacer efectiva en el hipotético caso de que Barranquilla no cumpla con los pagos. Si eso sucede, la ciudad pasará a deberle al Grupo Banco Mundial y se afectará su reputación crediticia.
El Distrito comenzó a trabajar en esa garantía desde 2020, durante el gobierno de Jaime Pumarejo, en aras de estructurar una operación de financiamiento internacional del Plan de Desarrollo ‘Soy Barranquilla, 2020-2023’.
Como la autorización de MIGA no salió de inmediato y sólo se concretaría en 2023, la administración de Pumarejo debió gestionar un crédito transitorio de un año con otra entidad. Así, en 2021, obtuvo US $100.000.000 del Deutsche Bank.
En 2022, reemplazó esa deuda con otra por igual monto también con Deutsche Bank, previendo que a futuro la cambiaría por una respaldada por MIGA.
Ese segundo crédito con el banco alemán se pactó a cinco años con una tasa de interés que incluía un componente fijo anual y un margen variable indexado al Secured Overnight Financing Rate (SOFR).
Esta última es una tasa diaria que depende de la Reserva Federal de Nueva York y representa mayor incertidumbre, pues si la tasa subía, el crédito se encarecía.
Además, los pagos se pactaron en dólares, lo que exponía al Distrito al riesgo cambiario.
Como los 24 meses de gracia de ese crédito vencieron en 2024, Barranquilla debía cancelar el capital entre este año y 2027: unos $382.205 millones. Para este 2025 tenía que abonar $127.401 millones y pagar $31.558 millones en intereses.
Ahora, reemplazará esa deuda con la aprobada por JP Morgan: con el doble de plazo, tasa de interés fija y pagos proyectados en pesos colombianos.
Con esa sustitución de crédito —pagar un préstamo con otro—, Barranquilla gana oxígeno financiero porque aumenta su liquidez a corto plazo: ya no tendrá que desembolsar $382.205 millones durante los próximos dos años y, en cambio, podrá usar esa plata para seguir ejecutando obras.
Sin embargo, continúa con un alto nivel de endeudamiento.
Lo que respalda el crédito
Los recursos de JP Morgan le sirven al gobierno de Char para seguir financiando obras del Plan de Desarrollo pasado e incluidas en el actual, ‘Barranquilla, a otro nivel, 2024-2027’.
Por eso, en el contrato con JP Morgan se lee que la deuda respalda siete programas distritales, algunos completamente ejecutados entre 2020 y 2023:
- Barrios a la Obra
- Calle 30
- La Cordialidad
- Mejoramiento de casas
- Tajamar y Tren Turístico
- Gran Bazar y Mercados Temporales y Satélites.
- Y Transformación del Entorno Urbano (TEU).
La luz verde de JP Morgan son favorables a los planes de Char, que necesita $2,3 billones de nuevos créditos para completar la financiación de obras de su tercer gobierno. Si lo logra, dejaría a Barranquilla con una deuda de casi $4,1 billones a diciembre de 2027, según el Marco Fiscal de Mediano Plazo 2025-2034.
Sin embargo, Char no tuvo un primer año de gobierno fácil con los bancos, pues en 2024 esperaba recibir $650.000 millones en desembolsos, pero obtuvo menos de la mitad.
Ante la falta de plata, en 2024, Barranquilla apeló por segundo año consecutivo a subir el impuesto de industria y comercio (ICA), una medida que le permitió aumentar sus ingresos y obtener una perspectiva crediticia de estable a positiva en la reciente calificación de Fitch Ratings.
Aunque, esa estrategia también evidencia la creciente presión sobre la sostenibilidad fiscal del Distrito.